NOTAS AL TEMA
¿POR DÓNDE VA EL CAMBIO?
Guillermo E. Zúñiga
Chaves
Cambiar: Convertir o mudar algo en otra cosa,
frecuentemente su contraria. (Diccionario de la Lengua Española)
El
martes 26 de abril Diario Extra publicó una entrevista con D. Ottón Solís sobre la marcha del Gobierno.
Noto crítica fuerte, tristeza y
frustación en sus declaraciones. Pero hace señalamientos útiles para entender
esta primera parte del Gobierno.
¿Cambio? Afirma
que el presidente Solís “en los últimos 15 días dos veces ha dicho:
Es que se esperaba que este gobierno fuera del cambio, pero este es de
transición, no del cambio”. Justifica así el Presidente su actuación y trata
de aclarar frente al reclamo generalizado.
Inmediatamente
la periodista le pregunta que el cambio
fue lo que se prometió y D. Ottón responde “Costa Rica esperaba; nosotros ofrecimos
cambios bastantes fuertes”. Se
explica entonces el descontento ciudadano.
El electorado
le dio la espalda al Partido Liberación Nacional en las elecciones del 2014. En
la segunda ronda, ni candidato tuvimos, y los ciudadanos ilusionados le dieron a
Solís un millón trescientos mil votos.
Al
no haberse precisado por parte de D. Luis Guillermo y de la campaña del PAC los límites de lo que sería el cambio prometido, hubo tantas interpretaciones
como votantes los apoyaron. Ahí empezó el problema para esta administración: no se sabía hacia donde se quería conducir
al país; en consecuencia, no se tenía la hoja de ruta para conducir el cambio.
Luego vino el esfuerzo por conjuntar un equipo.
No todos los cuadros del PAC que en el pasado se habían encargado de ir
construyendo al Partido fueron tomados en cuenta. La conformación del equipo de
trabajo ha sido una debilidad. D. Ottón es severo: “hay varios jerarcas que lo único
que saben de gerencia es lo que han aprendido en estos últimos dos años….pero
no podemos tener jerarcas en un programa de capacitación”. Costo grande
para el gobierno; costo grande para el país; costo grande para los ciudadanos.
VOLUNTAD POLITICA. Además, les acompañó
una creencia, que escuché muchas veces en campaña, y repitieron bastante al
inicio del gobierno: que lo que hacía falta para arreglar las cosas era
“voluntad política”. Era una forma vedada
de decir que los anteriores no habíamos tenido voluntad de corregir. Como
slogan de campaña crea más ilusiones, pero como práctica política choca con la
realidad: no solo se trata de voluntad. El tiempo les ha enseñado, poco a poco,
que “una
cosa es verla venir y otra …..”. Ya sabemos quién dijo esa gastada frase.
No se midió la situación fiscal. La
lectura fue errónea. En palabras de D. Ottón: “la torta fiscal es enorme, decir
que no hacía falta impuestos y después…”. Hicieron un primer presupuesto
expansivo, y ahora tienen que recoger velas y endeudar más al país. El periodo posterior
a la renuncia de D. Johnny no se aprovechó para prepararse para la transición,
sino que siguieron en campaña, que a la vuelta del tiempo supimos había costado
muchos millones de colones.
La expectativa creada fue enorme. La
frustración que siente el electorado es peligrosa. Les prometieron un cambio
(ambiguo) y hoy no ven las
transformaciones. El Presidente insiste en que no entendemos su propuesta y nos
acusa de tener poca fe. Me preocupa que
el pueblo cansado por no recibir respuestas a las esperanzas que le crearon,
decida que esta forma de organización de la sociedad no le sirve. Sería un daño irreparable al sistema de convivencia
nacional y a la vida en democracia. En realidad ese es mi mayor reclamo. Pero
el Presidente “está tranquilo con no hacer grandes cambios”, dice el otro
Solís. No creo que realmente haya esa complacencia, pero cuando el río suena…
Por
ello, el informe que presentará el Presidente la próxima semana hay que examinarlo
con cuidado. ¿Cuáles serán los ajustes y los énfasis para esta segunda parte?
Ya hay fatiga en el ejercicio del mando, y los brotes electorales han empezado
a surgir. Se perfila como un segundo
tiempo más complejo.
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