sábado, 30 de diciembre de 2017

NO MÁS ASPIRINAS. 30/12/2017

NOTAS AL TEMA

NO MÁS ASPIRINAS.

Guillermo E. Zúñiga Chaves

La semana pasada indicaba que  la Tesorería estaba trabajando muy presionada en sus captaciones, y la señal que proyectaba era de gran necesidad de recursos. Esta situación, decía,  le permitiría a los que le prestan plata exigir tasas de interés cada vez más altas. Y agregaba: “por ser la Tesorería un gran jugador en el mercado, lo que suceda en esas transacciones, tiene efectos en las tasas de interés del resto del sistema.” (Notas la Tema, 23 de diciembre de 2017).

Después de enviar ese comentario para su publicación,  circuló en el medio financiero y bursátil la noticia que el jueves 21 de diciembre la Tesorería había captado la suma de US$339 millones en la  Bolsa Nacional de Valores.  Fue una captación a 18 meses y pagó un rendimiento de 6,03%.  Al inicio, cuando llevó el bono, la Tesorería ofreció pagar 4,03%. Entonces, en la puja con el mercado para recoger la plata, la Tesorería  se vio obligada a subir 2%.  El mercado le exigió  tasas más altas.

Esta es una pésima noticia para cerrar el año. Si bien esta semana por ser la última del año no ha habido mayor actividad, tendremos que ver de cerca qué ocurre con las negociaciones de inicio de año.  Una captación de este monto, viniendo del Ministerio de Hacienda, debe afectar al resto del sistema. Y más serio aún, afecta el valor de los títulos que ha emitido la Tesorería y que hoy están en las carteras de los fondos de pensiones y los fondos de inversión.

El mercado ya observó la urgencia; el mercado ya probó hasta dónde llega la Tesorería, el mercado “ya le tomó el pulso”…. Con este escenario  nos recibe el año entrante. Hacienda anunció que al día siguiente, el 22 de diciembre,  pagaría los salarios adelantando la fecha de pago. ¿Una forma de compensar las congojas que se vivieron en la primera quincena?

Estos recursos, más lo que ingresaron por impuestos en diciembre, han de alcanzar para subir la cuesta de enero. ¿O no será suficiente? Las próximas salidas al mercado por parte de la Tesorería nos lo dirá. Mientras tanto, todavía le queda pendiente la famosa captación de US$1.500 millones que hace días nos habían anunciado pero que no se ha concretado.

LA PELOTA PARA ADELANTE. A base de endeudamiento se tira la pelota para adelante. Pero esto no pude seguir así. La contingencia que se vivió con el pago de la primera quincena de diciembre, esta captación extraordinaria de la semana pasada,  el interés tan alto que tuvo que pagar, son señales de la estrechez con que se está viviendo día a día en la Tesorería. Conozco al equipo que lleva adelante estos esfuerzos; son funcionarios muy profesionales. Pero tampoco pueden hacer milagros. El mercado irá pasando la factura poco a poco. Esto se ha venido advirtiendo hace mucho tiempo. Y eso se irá reflejando, lamentablemente, en aumentos en las tasas de interés.

ALGUNAS CIFRAS.  Al mes de noviembre pasado el déficit acumulado del Gobierno Central era -5,0% del PIB. Un año atrás fue -4,3% del PIB. A como pintan las cosas, este año 2017 cerraremos con un déficit en torno al -6,0% del PIB. Y la deuda crecerá cerca de 4 puntos más del PIB.

Los intereses que pagó el Gobierno entre enero y noviembre  de este año fue 23,5% más alto que lo que pagó el año pasado en el mismo periodo. El peso de los intereses crece cada vez más. Esto es el resultado del endeudamiento que se ha utilizado para evitar ajustes reales, valga decir, hacer una reforma hacendaria que incluya control de gastos y reforma en impuestos.  Y esto seguirá así, si no hay un cambio de actitud en los actores políticos y sociales.

CONCLUYO. Valga el cierre del año que hoy estamos celebrando, para hacer votos para que enfrentemos con responsabilidad estas urgencias nacionales. No más aspirinas; soluciones verdaderas. Estas amenazas abren grandes oportunidades. Este país que ha mostrado gran fortaleza frente a la adversidad, merece un nuevo esfuerzo para alcanzar un acuerdo nacional que resuelva de una vez por todas estas premuras. Que así sea. Mis mejores deseos para el año que está por empezar.




sábado, 23 de diciembre de 2017

PROBLEMAS DE LIQUIDEZ. 23/12/2017

NOTAS AL TEMA

PROBLEMAS DE LIQUIDEZ

Guillermo E. Zúñiga Chaves

La semana pasada llegó el día de pago de la primera quincena, programado para el 14 de diciembre, y el Ministerio de Hacienda no tenía la plata para hacerle frente. Por lo general se paga empezando el día, por lo que la plata tiene que estar disponible el día anterior. Hace mucho tiempo que no se ve una situación como esta.

AMENAZADOS. Los servidores públicos que se vieron amenazados/afectados fueron los que trabajan en los ministerios, en la Asamblea Legislativa, en la Contraloría General de la República, los de la Defensoría de los Habitantes y los del Poder Judicial. También se afectaron los pensionados con cargo al Presupuesto Nacional, que incluye a los pensionados del Magisterio.

Durante la mañana de ese jueves 14 de diciembre, la Tesorería Nacional logró negociar con un banco estatal la colocación de deuda, a cambio de efectivo, con lo que al final de la tarde depositaron los pagos a los afectados. (Diario Extra, 15 de diciembre de 2017).

PALABRAS DE HACIENDA. Usualmente, el depósito se realiza la noche anterior a la fecha de pago o durante la mañana del mismo día, sin embargo, para esta quincena, dificultades para acceder al financiamiento impidieron hacer el depósito de los ¢80 mil millones correspondientes a dicho pago, como ha sido la costumbre”. Lo anterior es una cita textual del comunicado de prensa que Hacienda hizo circular en la mañana de ese jueves 14 de diciembre.  Tuvieron problemas para encontrar quién financiara al Gobierno.
Hay que recordar que la Tesorería Nacional venía de pagar los aguinaldos la semana anterior. Y es que el fin y principio de año es una época que exige a la Tesorería tener gran disponibilidad de recursos, pues tiene que pagar el aguinaldo, las dos quincenas de diciembre, cancelar a muchos acreedores, hacer las transferencias usuales, y prepararse para la entrada del año nuevo, que incluye los “gastos normales” de enero, más el salario escolar.

Por ello, esta es una época en que se debe tener mucho dinero contante y sonante. Y esto lo saben quienes le prestan al Gobierno. Y en una situación de déficit fiscal al alza, como lo muestran las cifras de noviembre, el mercado posiblemente se puso muy exigente. No hubo acuerdo, no llegó la plata y de ahí el problema con el pago salarial.

PALABRAS DE LA TESORERÍA. La señora Tesorera, en entrevista con Diario Extra (15 dic. 2017) explica: Nos faltaron los recursos. Los pudimos completar ayer en la mañana gracias a la ayuda de uno de los bancos del Estado…. Ese banco compró los bonos, es colocación de deuda, la dinámica normal del día…. Los intereses que pagamos son los de mercado. Los bancos no son especuladores.  ¿Será que otros si “se pusieron duros” con las condiciones? ¿Querían tasas mayores? No lo sabremos, como tampoco sabremos cuál fue el banco que puso la plata. Correctamente la Tesorera invoca el secreto bursátil para no dar ese nombre.

TASAS DE INTERÉS. Está bien que la Tesorería tenga saldos de dinero bajos, para no tener que pagar intereses innecesariamente. Pero este no fue el caso. Lo delicado de la situación es que se esté trabajando con tanta urgencia, porque esto le permitirá a los que invierten en bonos del Gobierno, exigir tasas de interés más altas. Y por ser la Tesorería un gran jugador en el mercado, lo que suceda en esas transacciones, tiene efectos en las tasas de interés del resto del sistema.  De esta forma se afectarán muchos pagos que las personas tienen que hacer, como hipotecas y otros préstamos.

Es cierto que el día 15 de diciembre entraron al Gobierno sumas altas pues vencía el pago de impuestos. Esto debe aliviar temporalmente la presión. Pero ese monto de la recaudación no lo conocemos al día de hoy. ¿Cuánta estrechez de liquidez está viviendo la Tesorería? Lo iremos conociendo conforme vengan las próximas  quincenas.

Concluyo. La Tesorería raspó la olla y no le alcanzó. Un banco estatal le tiró el salvavidas. No se puede garantizar hoy que estas cosas no se repitan. En agosto el Presidente anunció problemas de liquidez; después nos aclararon que había sido un mal entendido. Pero ahí está la realidad golpeando. A los lectores, ¡Feliz Navidad!

*Este comentario se redactó antes de darse a conocer la reciente captación de Hacienda  por más de US$300 millones, pagando un interés muy alto, lo cual confirma lo expuesto.




sábado, 16 de diciembre de 2017

HERMANITICAS. 16/12/2017

NOTAS AL TEMA

HERMANITICAS.

Guillermo E. Zúñiga Chaves

En el año 2011, en los Estados Unidos hubo un intento por pasar por el Congreso una reforma constitucional para obligar “al presupuesto equilibrado”.  La iniciativa vino del Partido Republicano, con el apoyo del Tea Party. ¡Que causalidad!

El 28 de julio de 2011, ocho economistas norteamericanos, cinco de los cuales habían ganado el Premio Nobel de Economía, le enviaron al Presidente Barack  Obama, al Presidente del Congreso, a los líderes de mayoría y minoría de la Casa de Representantes y del Senado,  una carta en la que instaban  al Congreso a rechazar la pretendida enmienda constitucional. Éstas y otras respetadas voces se escucharon y el intento falló. (Fitoussi, Jean; Europe: a child of the economy, an orphan of politics, 2013).

CINCO PREMIOS NOBEL DE ECONOMÍA. Aquí poco se recuerda de este fallido intento de los conservadores americanos.  Los premios nobel que firmaron esa carta fueron: Kenneth Arrow, Peter Diamond, Eric Maskin, William Sharpe y Robert Solow.
 Entre otras cosas les dicen: “fijar un requisito en la constitución para que el presupuesto se equilibre cada año representaría una política inapropiada”. Y  añaden definiendo con claridad su oposición: Agregar restricciones adicionales, como lo harían algunas propuestas de enmienda del presupuesto equilibrado, como un tope arbitrario en los gastos federales totales, haría que la modificación del presupuesto de equilibrio fuera aún peor.  (Traducción libre). Esto lo dicen nada menos que 5 premios nobel de economía. Más claro no canta un gallo. EN COSTA RICA. Por el contrario, aquí en un plazo de un mes, una Comisión Especial de la Asamblea aprobó por mayoría, una propuesta de regla fiscal a nivel constitucional.  La ortodoxia económica criolla encaramó en su tren al PLN y al PAC y dieron este primer paso.  Expliqué la semana pasada que aplicar esta regla es poco viable.
 ¿REGLAS O ACCIONES DISCRECIONALES? Este es el debate viejo que ha habido en el diseño  y el análisis de la política económica. Los economistas  ortodoxos son de la idea que lo mejor es definir reglas, ojalá a nivel constitucional, de manera que quienes lleguen a ejercer el poder, se deben restringir a la tarea de administrar lo que otros les aprobaron.
 Lo que expresan es un  gran temor por el ejercicio del poder; por la discreción en el diseño de la política, como si esto no fuera parte de la vida en democracia. Los grupos van a una contienda electoral cada cuatro años, y el pueblo escoge  a quien le da el poder.  Por ello deberían tener suficientes grados de libertad para gobernar.
Con las reglas, sean constitucionales o no, los gobernantes quedan con las manos bastante amarradas.  Como si quienes definen las reglas no estuvieran tomando también decisiones políticas. Le temen a las decisiones políticas, pero a las que toman otros. ¡Qué contradicción!
 HERMANAS. Algo parecido pasa con el tema de la “independencia del Banco Central”. En nuestro caso no es una regla constitucional, pero  se insiste en esa independencia, como si el Banco Central fuera un gobierno autónomo dentro del Gobierno del país.  Al Central le cambiaron la ley y le dejaron como tarea principal el control de la inflación. Se olvidaron de otros objetivos igualmente importantes, como el empleo.
 En mi corto paso por la Asamblea  propuse, junto con otros diputados, que el objetivo del empleo tuviera el mismo rango que el objetivo de la estabilización. Fue el proyecto 18.056. El ataque que recibió ese proyecto desde el Ejecutivo, en manos del PLN en aquel momento, fue enorme. Tampoco en el gobierno PAC prosperó la idea. Este es otro tema estratégico de la política económica en que se juntan.
 CONCLUYO. Si bien estas normas no son completamente iguales, pues una es fiscal, otra es monetaria, una es a nivel constitucional, la otra es una ley ordinaria, siguen siendo hermaniticas. Son hijas del mismo padre, de esa alianza política que les dio vida,  fiel a la ortodoxia económica que privilegia las “reglas que sujeten las manos” a la política económica. ¿Qué otros “amarres políticos” nos faltará ver?







sábado, 9 de diciembre de 2017

SALIÓ HUMO BLANCO. 9/12/2017

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SALIÓ HUMO BLANCO.

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Sí, salió humo blanco y muy rápido.  El Proyecto conocido como Regla Fiscal, que impulsa el PUSC, ya fue dictaminado por una Comisión Especial de la Asamblea Legislativa. Pero vean qué maravilla: este proyecto necesitó solo de un mes para dictaminarse. Y estamos hablando, nada más y nada menos, de una reforma parcial a la Constitución Política. ¡Qué eficiencia! En ese plazo, se recibieron en audiencia a 14 personas.

Lo primero que se demuestra es que en esa Asamblea,  que todo el mundo ataca por ser lerda, ineficiente, “vagabunda”, cuando se lo proponen, pueden hacer las cosas bien rápido.  Claro, lo que hay detrás es un acuerdo político. En este caso, el acuerdo es sobre la  visión fiscal restrictiva.  Porque eso es lo que hay ahí.

ESTABA EQUIVOCADO. Lo otro que se demuestra, es que yo estaba equivocado. Había dicho que con este proyecto “el PUSC, en representación de la ortodoxia económica, mete el gol". (Notas al Tema, Diario Extra, 4 de nov. 2017). Y agregaba, “Sin duda, esta iniciativa define la línea económica de este partido”. 

Pues resulta que el dictamen afirmativo de mayoría lo firman el partido proponente, los libertarios (que siempre han apoyado esta ideas), y  ¿sorpresa?,  lo apoyan también Liberación Nacional y el PAC. Como quien dice la ortodoxia económica, la “restricción fiscal”, encaramó en su tren a lo poco de heterodoxia económica  que, ingenuamente pensé, todavía podía existir. ¿Se enterró la socialdemocracia económica? Por lo menos nadie la reivindicó.   Entiéndase entonces,  que se están decantando las posiciones económicas que llevan los candidatos y sus partidos.

En ese mismo comentario del 4 de noviembre decía: “La campaña debe aprovecharse para discutir este tema y dejarnos claro si están o no de acuerdo. Al fin les tocará a los próximos diputados dar la última palabra”.  Lo que ya sabemos es que esos partidos comparten esta visión. Por eso no hay debate; por eso el elector no ve mayores diferencias. En un tema de tal importancia, rapidito se alinearon.

PONGO UN EJEMPLO.  El dictaminen de mayoría propone un nuevo texto, que en lo que nos interesa en este momento, se refiere a la restricción que impone a los presupuestos para que los gastos corrientes no puedan ser mayores a los ingresos corrientes. En el papel, esto suena razonable. Pero en la realidad las cosas no son tan fáciles.

Con datos del presupuesto para el año entrante tenemos que los ingresos corrientes están calculados en ¢5,2 billones de colones (esto son millones de millones); los gastos corrientes se estiman en ¢7,1 billones. Aquí ya estaríamos pasados de la pretendida regla en ¢1,9 billones. Esto es, si la regla fiscal estuviera vigente, habría que recortar gastos por ese monto.

Dentro de los gastos corrientes aparecen Sueldos y Salarios por ¢2.2 billones; Contribuciones Sociales por ¢0,4 billones; Compra de Bienes y Servicios por ¢0,3 billones; Pago de Intereses por ¢1,4 billones y transferencias corrientes por ¢2,8 billones. ¿Dónde meter la tijera?

¿VIABLE? Supongo que nadie estaría de acuerdo en dejar de pagar los intereses. Esto nos indica que el recorte de ¢1,9 billones debe salir de los otros ¢5,7 billones de gastos “que se pueden tocar”.  ¿Cuánta gente hay que tirar a la calle para bajar los salarios? ¿Cuántas oficinas cerramos para que no compremos bienes o servicios, para no pagar luz y agua? ¿Cuáles transferencias dejamos de pagar? ¿Las que van a universidades? ¿Las del Conavi? ¿Las de las municipalidades? ¿O las de Asignaciones Familiares?  En fin, ¿dónde se va a recortar ¢1,9 billones?  Vean que hay que cortar una tercera parte de ese gasto “que se puede tocar.  Porque ese es el ajuste que demanda esta reforma y esos serían las partidas a recortar. ¿Viable?

CONCLUYO. El frío no está en las cobijas. La regla no resuelve nada. Aplicarla implica, con datos al 2018, reducir al Gobierno Central en una tercera parte. Lo que se necesita es un pacto fiscal, un acuerdo nacional, que reparta la carga del ajuste entre todos. Pero eso nos ha tomado una eternidad. Ojalá los partidos fueran igualmente rápidos  para negociar este pacto. ¡Luego es tarde!