sábado, 24 de marzo de 2018

EL MENSAJE DEL ARZOBISPO. 24/3/2018

NOTAS AL TEMA

El mensaje del Arzobispo.

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Esta semana, durante  la celebración del Día de San José,  el arzobispo José Rafael Quirós señaló que “se requiere de una política social que atienda la pobreza reflejada en la desigualdad social, el desempleo, la indigencia y las necesidades básicas de la población, como las familias en extrema pobreza”.  (Diario Extra, 20 de marzo de 2018, pág. 7). Algo hemos venido haciendo mal, pues a pesar de los enormes recursos que se destinan a los “programas sociales”, no hemos sacado la tarea. Y esto hay que corregirlo.

El asunto de la pobreza es un tema complejo. Es un “tema social”, pero es sobretodo un “tema económico”. Una buena política económica, será aquella que ayude a resolver los problemas de la gente.

Las personas no comen macroeconomía; aunque se necesita una macroeconomía sana. Las personas no comen política monetaria o cambiaria, aunque se necesita un manejo prudente de estos componentes. Las personas no comen política fiscal, aunque los efectos de una buena gestión hacendaria pueden mejorarle la vida. Este es el dilema central en el diseño de cualquier estrategia de gobierno. Si se logra ese ligamen entre un buen desempeño económico, una buena macroeconomía continua para enfebfarla calidad, o porque ea del poximo gboerono debe ser genera mucho empleo y mas empleo. El que a que las m, y la mejora de las condiciones de vida del pueblo, la desconfianza y el desencanto dejarán lugar a la esperanza y a la construcción de una patria inclusiva.

Lo que alimenta la pobreza es el desempleo. Personas desempleadas serán pobres. En la población juvenil, donde hay mayores tasas de desempleo, la pobreza es grande. La pregunta es entonces, ¿por qué las personas no encuentran trabajo? Me atrevo a señalar dos razones principales.

1- En primer lugar, porque no tienen educación, o porque la que recibieron es de mala calidad, o porque  no hay asocio con el mercado laboral. No hay duda que en el tema educativo se debe hacer una revolución. Nosotros gastamos muchos recursos en educación; pero nuestros muchachos, por distintas razones, abandonan las aulas. Los que no se forman, están en desventaja. Cualquier esfuerzo que se haga para resolver este asunto, es poco, y sin duda ayudará a enfrentar los problemas de pobreza y distribución. A mejor educación, mejores remuneraciones, mejores oportunidades  para asumir  emprendimientos y, por supuesto,  mejor calidad de vida.

Los contenidos de la educación deben formar a los muchachos para el mundo del trabajo, en una sociedad cambiante. Los maestros y profesores, deben capacitarse de manera continua para enfrentar los cambios permanentes de la sociedad, de la tecnología y de las comunicaciones. ¡Ojo con esto!

2- El otro aspecto, tiene que ver con la demanda por trabajo, sea asalariado, o por cuenta propia. Y esto se asocia con el crecimiento económico. Tasas de crecimiento del 6% anual impulsarían una demanda de trabajo dinámica y alta. Y para que haya buen crecimiento económico, la política macroeconómica  debe ser bien diseñada, teniendo como centro, como lo he dicho reiteradamente, la satisfacción de empleo de los costarricenses.

Los programas asistenciales son muy importantes, como mecanismo transitorio de apoyo a las personas para que estudien y se preparen. Por eso defiendo el programa Avancemos, que nació en la Administración Arias, y se ha mantenido y reforzado en las siguientes dos administraciones. O los programas de becas, o la Red de Cuido. El programa Puente al Desarrollo ha sido una mejora en la integración de esfuerzos.

SE TRATA DE PERSONAS. En algunas comparecencias que han tenido los señores Alvarado en estos días, muchas de las discusiones se han centrado en si los números han bajado o han subido. Esto me resulta tedioso; pues no se trata de estadísticas. La exigencia de desarrollar una “política social” exitosa tiene que ver con resolver necesidades de la gente; se trata de personas, de seres humanos que no han encontrado respuestas a sus carencias. No son simples cifras.


Concluyo. En buena hora el llamado de la Iglesia Católica. Educación de calidad, empleo, buenas remuneraciones, mayor crecimiento económico. Estos son los énfasis que debe tener la política del gobierno si queremos avanzar. Religión inspirando a la política, al mejor estilo del Papa Francisco.

sábado, 17 de marzo de 2018

LAS PRIMERAS DE CAMBIO. 17/3/2018

NOTAS AL TEMA

LAS PRIMERAS DE CAMBIO

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Tres grandes desafíos tendrá el Presidente a partir de mayo, los cuales paso a señalar. 

PRIMERO. Bien harían los dos señores Alvarado en darse una vuelta por la Tesorería Nacional. Cuando uno de ellos reciba la banda presidencial el próximo 8 de mayo, el pago de la primera quincena ya estará preparado. Y de seguro el de la segunda quincena de mayo ya estará financiado.  No sabemos cómo estará el resto del año.

Conozco al personal de la Tesorería; sé de su compromiso con su trabajo y con el país. Son profesionales de gran calidad y gran conocimiento. Pero no estaría de más ir a revisar con ellos cómo están proyectando el flujo de caja del Gobierno para todo el año. La presión por liquidez que se puede venir, posiblemente  va a exigir mucha dedicación de las autoridades a partir del 8 de mayo.

Enfrentar la estrechez de liquidez de la Tesorería no se hace conversando ni con las calificadoras ni con el FMI.  Se logra con gestión de Tesorería, con cobro de impuestos, con manejo ordenado del gasto. Y este es una tema de atención inmediata.

Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. Hay una gran expectativa en relación con este proyecto de ley. Finalmente se logró que los diputados entraran en esta discusión, y hasta una vía rápida le dieron. Se estima que esta ley entre mayores impuestos y algunos controles de gasto, daría cerca de 1,9% del PIB. Esto es insuficiente. Lamentablemente se necesita un esfuerzo mayor, de al menos un 3% del PIB, para empezar a bajar la carga de los intereses que se está comiendo cualquier esfuerzo de mejora hacendaria.

Los efectos de esta ley difícilmente se sentirán este año. Por eso la gestión de la Tesorería debe ser muy cuidadosa. El Ministerio de Hacienda ha aclarado que una vez que se apruebe este proyecto, instituciones internacionales como el BID y el Banco Mundial darían entre US$600 y US$700 millones, con fines de apoyo presupuestario. Es pedir deuda externa, para pagar los gastos internos. Pero estos serían préstamos externos que requieren aprobación legislativa. Como que esta plata tampoco estaría a la vuelta de la esquina.

SEGUNDO. Se pueden venir presiones sobre el mercado cambiario. El Banco Central tiene suficientes reservas. Y acaba de contraer un crédito por US$1.000 millones con el Fondo Latinoamericano de Reservas. Esta es una medida preventiva correcta. No debemos olvidar que el año pasado algunos quisieron “corcovear con el tipo de cambio”. El BCCR se paró en seco, y dijo que ponía US$1.000 millones sobre la mesa, para el que quería seguir haciendo “jueguitos especulativos”.   
Tanto se está presionando sobre los temas económicos, donde algunos reclaman para sí el monopolio del conocimiento,  que se ha dado una suerte de guerra psicológica económica. El clima que han desatado no ayuda a la confianza. Por eso en buena hora que llegó este refuerzo de divisas.

Cierto que este préstamo tiene un costo; cierto que no es la forma más “sana” de acumular reservas. Pero bien sabemos que la plata más cara es la que no tenemos cuando la necesitamos. Bien vale, entonces, pagar esa prima como un seguro. Creo que con esto el Central convence a los traviesos, y da tiempo para que se le busquen salidas más definitivas a lo hacendario.

TERCERO. Noto que se están haciendo muchas sumas sobre los bloques de diputados que se pueden hacer en estos días, y sobre las nuevas mayorías en la próxima Asamblea. Cierto que los votos  garantizan que los proyectos se aprueben o se rechacen. Pero en la construcción de las leyes, incluyendo las hacendarias, es necesario que también se tomen en cuenta al resto de la sociedad, que al final son los sectores que más sufrirán el peso del ajuste.

Ya conocemos historias donde los votos estaban en la Asamblea, pero las iniciativas se cayeron por presión popular. La construcción del diálogo social es una condición necesaria para que el país se vaya destrabando y avance. Desde ya hay que construir ese diálogo, como he insistido en el pasado.

EN CONCLUSIÓN. Hay que poner atención  al manejo de la liquidez en la Tesorería y al mercado cambiario. Pero, en especial, se debe construir el diálogo social de inmediato.



miércoles, 14 de marzo de 2018

EL QUE TENGA OIDOS PARA OIR, QUE OIGA. 14/3/2018

Este es el documento original que mandé a La Nación y hoy se publica.


EL QUE TENGA OIDOS PARA OIR, QUE OIGA.

Guillermo E. Zúñiga Chaves
Ex Ministro de Hacienda


Escribo esta nueva aclaración por respeto a los lectores. Desde ya les pido disculpas pues estos temas los he explicado en otras ocasiones.  No obstante, cada cierto tiempo aparece alguna persona que trata de desvirtuar, sin fundamento,  lo que aquí se explica. No han querido entender.

El presupuesto es una autorización de gasto. Esto quiere decir que no todo lo que se presupuesta se tiene que gastar en el año. Cuando la Asamblea aprueba el presupuesto que se va a ejecutar el  año siguiente, ahí queda calculado una estimación de los ingresos esperados, los gastos proyectados y por tanto, un déficit estimado.  Se le conoce también como déficit implícito. Al final del año, cuando ese presupuesto se ejecutó, después de 12 meses de administrarlo con presupuestos extraordinarios incluidos, se obtiene el déficit real o déficit ejecutado. Son dos conceptos distintos.

Los resultados fiscales del 2006. Al iniciar nuestra administración el 8 de mayo de 2006, me encontré un déficit estimado (el esperado) de -2,9% del PIB. Ese era el monto que tenía el presupuesto que la Asamblea había aprobado. Sin embargo, ese año 2006 gracias a la gestión de Hacienda (que gastó menos de lo autorizado y recaudó más de lo previsto), cerramos en - 1,1% del PIB.

Durante ese año, únicamente envié a la Asamblea un pequeño presupuesto extraordinario al final del año. El buen cobro de impuestos y la marcha de  la economía permitieron que recaudáramos mucho más que lo que originalmente se había estimado.  La Contraloría me insistió en que presupuestara ese nuevo monto. En la tercera carta que me envió indicaba que le había mandado copia a los diputados de la Comisión de Ingreso y Gasto Público.

Imagínense ustedes, los diputados llegaron a saber que había más plata. ¡Qué tentación! Pero no autoricé ningún gasto adicional con esos ingresos de más. Por el contrario, se usaron para bajar la deuda.  Esas decisiones,  que se tomaron en mi periodo, fueron las que permitieron que de un déficit estimado de -2,9% del PIB, cerrara al final del año en -1,1% del PIB.

Los resultados fiscales del 2010. Cuando se aprobó el presupuesto para ese año, el déficit estimado que llevaba era -5,0% del PIB. Ese presupuesto se preparó mientras era Ministro. No es que borramos con el codo lo que habíamos hecho. ¡Es la crisis! Y en condiciones extraordinarias, se aplican medidas extraordinarias. Porque efectivamente el mundo vivió una Gran Recesión de efectos devastadores. Muchas veces este hecho, maliciosamente, también se omite.
La ejecución real de ese año llevó a un déficit de -5,1% del PIB. Esto puede llevar a pensar que la ejecución fue tan precisa, que se llegó justo a la cifra original.  Pero no fue así.
Paso a explicar. En el último trimestre del 2010, bajo la responsabilidad de la nueva Administración,  el Ministerio de Hacienda autorizó gastos adicionales por un monto cercano al 1% del PIB y  eso fue directamente a ensanchar el déficit, que les cerró en -5.1% del PIB. Se registró como gasto y quedó en cuentas de Caja Única. Desde luego no lo podían gastar en tres meses; quedó “parqueado” en la Caja Única para usarse después. Pero sí cuenta como déficit de ese año.
De la Memoria Anual de la  Contraloría del 2010 cito: “Se observa un crecimiento muy pronunciado en el saldo de la caja única en colones al 31 de diciembre del 2010 (93.3% mayor que en el 2009) el cual contrasta con el modesto crecimiento experimentado en 2009 (8,2% respecto a 2008). Al respecto, explica la Tesorería Nacional que una buena parte de este crecimiento obedece a la gran cantidad de recursos de transferencias incluidos en el último presupuesto extraordinario, que se ejecutaron y se acreditaron en la caja única al final del periodo presupuestario”. La explicación de la Tesorería confirma lo que estoy explicando.
Si no hacen ese gasto extra, hubieran terminado el 2010 con un déficit del -4% del PIB, en línea con lo que habíamos negociado con el FMI.  ¿Por qué se cerró en -5,1%? Porque al final del 2010 se gastó de más. Así de sencillo. ¿Quién autorizó ese gasto? La nueva administración.

Concluyo. Llegamos a ese resultado del 2010 por decisiones de la nueva administración, de la misma manera que llegamos al resultado del 2006 por decisiones mías. Ese es el punto que siempre he defendido. Porque en los ocho meses del año de la transición, las nuevas autoridades pueden y deben tomar muchas decisiones. Así de claro.


sábado, 10 de marzo de 2018

BUENAS NOTICIAS AMBIENTALES. 10/3/2018

NOTAS AL TEMA

BUENAS NOTICIAS AMBIENTALES

Guillermo E. Zúñiga Chaves

La semana pasada se publicó una estimación del Gasto Público en Protección Ambiental en Costa Rica. Este es un esfuerzo del Gobierno de la República que contó con el apoyo técnico de la CEPAL. De esta manera se usaron metodologías de nivel internacional, que Naciones Unidas ha desarrollado junto a otros socios.

El cálculo se hizo para el año 2015. Con este ejercicio terminado, el país podrá seguir calculando esta cifra año con año, de manera que podamos tener series a lo largo del  tiempo, que  nos permitan ver tendencias. Este estudio se llevó adelante por una gestión que en el año 2016 el Ministerio de Hacienda realizó ante CEPAL.

LIMITACIONES. Estos primeros cálculos se refieren únicamente a lo que llamamos Gobierno Central; esto es, los datos  se circunscriben a los Ministerios, a la Presidencia de la República, a la Contraloría General de la República y a las partidas específicas.

En consecuencia otra gran cantidad de instituciones  que hacen gastos e inversiones en el ambiente no aparecen, tales como las municipalidades, las instituciones autónomas, los órganos adscritos a las autónomas, entre otras.

Entonces las cifras que se publicaron están subvaluadas, pues reflejan solo una parte.  Pero este es un punto de arranque;  lo importante es que se tomó la iniciativa de empezar a construir estadísticas oficiales sobre el gasto público ambiental.

CUENTAS AMBIENTALES. Hay que recordar que el Banco Central ha venido trabajando en la construcción de las cuentas nacionales ambientales y al día de hoy tienen  publicadas la cuenta de agua, la cuenta de bosque y la cuenta de energía.  Estas cuentas del Banco Central sirven para medir el valor económico de los recursos naturales, lo cual nos permite conocer su importancia  en la riqueza nacional.

Estas cuentas vienen a ser una medida del valor del capital natural del país.  Estos cálculos nos permiten conocer  cómo se comporta este tipo de capital. Otros sectores del ámbito de los recursos naturales tendrán que irse incorporando a estas mediciones. Por ejemplo, el BCCR ya está trabajando en el valor de los servicios eco sistémicos.

USO. Tener estas mediciones, son de gran utilidad para el diseño de las políticas de desarrollo del país. No es solo para la políticas ambientales, como se podría pensar. Se trata de reconocer que el capital natural participa en el desarrollo nacional. Esto empieza a generar espacios para entender que “el ambiente”, no es un sector en sí mismo, sino que “el ambiente” es un componente más del desarrollo económico nacional.

Entendido de esta forma, la política pública está obligada a reconocer que por ese capital natural se debe pagar; pues al igual que cualquier  otro tipo de capital se deprecia, hay que renovarlo, hay que invertir en él, y aporta a la producción de bienes y  servicios.

Junto a esta noticia, también se dio a conocer que se conformó el Consejo Nacional de Cuentas Ambientales.  Está compuesto por el Ministerio de Hacienda, por el Ministerio de Planificación, por el Instituto Nacional de Estadística  y Censos, y por el Banco Central. La secretaría de este Consejo la lleva adelante el Banco Central.

De esa forma, el sector económico del Gobierno está en condiciones de vincular lo “ambiental” con la política de desarrollo. Falta mucho trabajo por hacer, pero estos pasos van en la dirección correcta y deben ser reconocidos. Algunos de estos esfuerzos vienen de años anteriores. Pero este Gobierno no solo los apoyó, sino que impulsó nuevas iniciativas.


EN CONCLUSIÓN. Ojalá que con el cambio de gobierno estas cosas no se echen para atrás. Y ojalá que el tema ambiental, sea un verdadero compromiso en los programas de los candidatos que hoy disputan la segunda vuelta. Que lo ambiental no se vea como un sector separado del desarrollo. Por el contrario, que se entienda que es un gran negocio para el país invertir en nuestro capital natural. Sobretodo en estos tiempos en que se anuncia que vienen grandes recortes de recursos para los programas púbicos. Mucho cuidado. No matemos la gallina de los huevos de oro.