NOTAS AL TEMA
El mensaje del Arzobispo.
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
Esta semana, durante la
celebración del Día de San José, el
arzobispo José Rafael Quirós señaló que “se
requiere de una política social que atienda la pobreza reflejada en la desigualdad
social, el desempleo, la indigencia y las necesidades básicas de la población,
como las familias en extrema pobreza”.
(Diario Extra, 20 de marzo de 2018, pág. 7). Algo hemos venido haciendo
mal, pues a pesar de los enormes recursos que se destinan a los “programas
sociales”, no hemos sacado la tarea. Y esto hay que corregirlo.
El asunto de la pobreza
es un tema complejo. Es un “tema social”, pero es
sobretodo un “tema económico”. Una buena
política económica, será aquella que ayude a resolver los problemas de la
gente.
Las personas no comen macroeconomía; aunque se necesita una
macroeconomía sana. Las personas no comen política monetaria o cambiaria,
aunque se necesita un manejo prudente de estos componentes. Las personas no
comen política fiscal, aunque los efectos de una buena gestión hacendaria
pueden mejorarle la vida. Este es el dilema central en el diseño de cualquier estrategia
de gobierno. Si se logra ese ligamen
entre un buen desempeño económico, una buena macroeconomía , y la mejora de las condiciones de vida del pueblo, la desconfianza
y el desencanto dejarán lugar a la esperanza y a la construcción de una patria
inclusiva.
Lo que alimenta la pobreza es el desempleo. Personas desempleadas serán pobres. En la población juvenil, donde
hay mayores tasas de desempleo, la pobreza es grande. La pregunta es entonces, ¿por qué las personas no encuentran trabajo?
Me atrevo a señalar dos razones principales.
1- En primer lugar, porque no tienen educación, o porque la que recibieron es de
mala calidad, o porque no hay asocio con
el mercado laboral. No hay duda que en
el tema educativo se debe hacer una revolución. Nosotros gastamos muchos
recursos en educación; pero nuestros muchachos, por distintas razones,
abandonan las aulas. Los que no se
forman, están en desventaja. Cualquier esfuerzo que se haga para resolver
este asunto, es poco, y sin duda ayudará a enfrentar los problemas de pobreza y
distribución. A mejor educación, mejores remuneraciones, mejores oportunidades para asumir emprendimientos y, por supuesto, mejor calidad de vida.
Los contenidos de la educación deben formar a los muchachos para el
mundo del trabajo, en una sociedad cambiante. Los maestros y profesores, deben capacitarse
de manera continua para enfrentar los cambios permanentes de la sociedad, de la
tecnología y de las comunicaciones. ¡Ojo con esto!
2- El otro aspecto, tiene que ver con la demanda por trabajo, sea asalariado, o por
cuenta propia. Y esto se asocia con el crecimiento económico. Tasas de
crecimiento del 6% anual impulsarían una demanda de trabajo dinámica y alta. Y
para que haya buen crecimiento económico, la política macroeconómica debe ser bien diseñada, teniendo como centro, como
lo he dicho reiteradamente, la satisfacción de empleo de los costarricenses.
Los programas asistenciales son
muy importantes, como mecanismo transitorio de
apoyo a las personas para que estudien y se preparen. Por eso defiendo el programa
Avancemos, que nació en la Administración Arias, y se ha mantenido y reforzado
en las siguientes dos administraciones. O los programas de becas, o la Red de
Cuido. El programa Puente al Desarrollo ha sido una mejora en la integración de
esfuerzos.
SE TRATA DE PERSONAS. En algunas comparecencias que han tenido los señores Alvarado en
estos días, muchas de las discusiones se han centrado en si los números han
bajado o han subido. Esto me resulta tedioso; pues no se trata de estadísticas.
La exigencia de desarrollar una “política social” exitosa tiene que ver con resolver
necesidades de la gente; se trata de personas, de seres humanos que no han
encontrado respuestas a sus carencias. No son simples cifras.
Concluyo. En buena hora el llamado de la Iglesia Católica. Educación de
calidad, empleo, buenas remuneraciones, mayor crecimiento económico. Estos son
los énfasis que debe tener la política del gobierno si queremos avanzar. Religión
inspirando a la política, al mejor estilo del Papa Francisco.