sábado, 21 de marzo de 2020

A REMAR PAREJO. 21/3/2020

NOTAS AL TEMA

A REMAR PAREJO

Guillermo E. Zúñiga Chaves

El país está en emergencia. Así lo declaró el Gobierno desde el lunes de esta semana. Y en buena hora lo hizo. Con esto tiene más flexibilidad para manejar las instituciones; para movilizar recursos; para atender las urgencias que ya se están presentando y para lo que se vendrá a corto plazo. 

La principal y más inmediata es la atención de la emergencia sanitaria. La otra, no menos importante, es enfrentar los efectos económicos que ha provocado la pandemia. En los dos frentes, hay seres humanos de por medio. En uno, la amenaza directa sobre la vida; en otro, la supervivencia económica.

LA EMERGENCIA SANITARIA HA SIDO MUY BIEN MANEJADA. Las autoridades médicas, lideradas por el Ministro de Salud, nos han ido informando sobre la evolución, los riesgos, los cuidados que debemos tener. Han hablado con claridad y responsabilidad. Se nota una institucionalidad actuando.

El sistema de salud, construido a lo largo de tantos años, ha sacado la cara. Sobresale la Caja Costarricense de Seguro Social. Nos avisan que están preparados y toman las acciones para enfrentar lo que viene. Han sido muy claros en decirnos que, si nosotros no ayudamos, el sistema puede ser excedido. “Ticos, ¡reaccionen!” dijo el Ministro. Hay que hacer caso; esto es muy serio. 

La respuesta de la Caja la dan los hombres y mujeres que todos los días nos brindan los servicios. Ahí están “jugándosela” para atender los casos de esta emergencia, pero también para seguir dando las medicinas en las farmacias, atendiendo cirugías, otras emergencias, partos, en fin, cuidando nuestra salud. Todos los trabajadores de la salud deben recibir nuestra gratitud y aplauso. 

Como también hay que reconocer a toda la fuerza laboral que sigue brindando su trabajo para que el país trate de vivir normalmente en momento excepcionales. Y los empresarios, de todos los tamaños, que se esfuerzan con sus negocios para suplir las necesidades del país en bienes y servicios, y también “se la están jugando”, pues el virus anda por ahí a la caza de seres humanos, sin importar si usted es patrono o trabajador, público o privado. 

SOLIDARIDAD FRENTE A LA ADVERSIDADNo es el momento para “el vivillo”.  Acatar los consejos sanitarios con rigor; no acaparar mercancías, no aprovechar el momento para pasar leyes que siempre hemos querido meter. Nada de esto es permitido. Que nadie pretenda aprovechar la emergencia para jalar agua a su molino. 

LOS EFECTOS ECONÓMICOS VAN A SER ENORMES. Ya se están sintiendo. Y vendrán más.  En algunos sectores se están viendo muy rápido. Pero la “contaminación económica” puede ser general. Si nuestra economía venía lenta, este fenómeno nos golpeará más.  A nivel internacional ya se está corrigiendo el crecimiento global hacia la baja, y eso nos va a afectar. Se hace bien en avanzar en iniciativas que pretenden mitigar los impactos económicos y el golpe que pueda sufrir el empresariado y los trabajadores. 

CUATRO COMENTARIOS BREVES.  1- Hay que ser generosos con los fondos que pueda requerir la emergencia médica: que las finanzas no atenten contra la salud. En honor a la verdad, el volumen de recursos que vamos a necesitar no los conocemos con certeza. 

2- Se debe tener presente que las medidas que se están tomando son por el plazo de la emergencia.  Una vez superada esta etapa, habrá que revisar cuál legislación aprobada se queda, y cuál se modifica. 

3- Debe estar claro que, ante la flexibilización que se está dando en las condiciones bancarias, los impuestos y otras medidas financieras, “cuando el mundo se normalice”, los resultados se deben juzgar (incluidas las evaluaciones regulatorias y las auditorías) teniendo presente las excepciones que se dieron. A la vuelta del tiempo, empiezan a alzarse las voces que quieren resultados “normales” en “condiciones extraordinarias”. 

4- Conviene conversar cuanto antes con los organismos internacionales. Podría ser que se necesiten recursos en el corto plazo. Pero, sobre todo, para la etapa “post virus”, que será de reactivación.  

CONCLUYO. Debemos mantener la disciplina que nos solicitan las autoridades del país. Esto lo tenemos que sacar adelante entre todos. 

sábado, 7 de marzo de 2020

NO MÁS CHAMBONADAS. 7/3/2020

NOTAS AL TEMA

NO MÁS CHAMBONADAS

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Una misión del Fondo Monetario Internacional visitó hace poco el país para realizar lo que se conoce como revisión del Artículo IV. Estas visitas las hacen para explorar cómo andan las cosas. Valoran que las condiciones económicas se mantienen estables en términos generales, reconocen el esfuerzo por mantener baja la inflación, ven bien la política monetaria de apoyo a la reactivación económica y se sienten cómodos con el manejo del tipo de cambio. (Departamento de Comunicaciones del FMI, “Personal técnico del FMI concluye visita a Costa Rica”, 24 de febrero de 2020).

Sin embargo, llaman la atención sobre el tema de la reactivación económica. “El crecimiento económico se mantiene con bajo dinamismo”.  Y sobre el 2,5% de aumento del PIB proyectado para el 2020, lo califican como “moderado”. No lo dicen, pero se entiende que los esfuerzos de reactivación han sido insuficientes, sobretodo para enfrentar las necesidades de generación de empleo y para mejorar el clima de negocios. 
Entre los riesgos que nos pueden impactar dicen “…el crecimiento sigue susceptible a choques que afecten el crecimiento mundial, a las tensiones económicas y sociopolíticas en Nicaragua, a un debilitamiento de la confianza de consumidores y empresarios, y a incertidumbre en torno a la implementación de la reforma fiscal”.
CONFIANZA. Precisamente sobre la confianza de los consumidores, el Banco Central en el “Comentario sobre la Economía Nacional” (2 de marzo de 2020) señala que hay una “…mejora en la percepción de los agentes económicos registrada en el cuarto trimestre de 2019, y aunque se mantienen en niveles de pesimismo relativo, sugieren que ese pesimismo ha disminuido”. Mejora, pero no suficiente. El pesimismo es menor. 

Cualquier cosa que se haga para mantener la confianza de los agentes económicos es poca. Por eso la crisis política que hemos vivido en los últimos días a raíz de la Unidad Presidencial de Análisis de Datos (UPAD) no ayuda en nada. La renuncia del Ministro de la Presidencia y de dos viceministros vinculados con el área económica, deja mucho que pensar. En Hacienda se va precisamente el encargado de los ingresos, en medio de la implementación de la nueva reforma fiscal.

La comunicación en torno a este lamentable caso denota una gran descoordinación entre las autoridades.  Sin la menor duda se cometieron errores políticos de bulto. Nadie tuvo el cuidado de filtrar los procesos que llevaron a la firma del desafortunado decreto. Además, algunas pretensiones que tenía ese decreto (en lo que tiene que ver con vulnerar nuestra privacidad) son inaceptables.  Afortunadamente la institucionalidad está operando y solo nos falta esperar los resultados que aparezcan en las investigaciones judiciales y, por qué no, lo que revele la comisión legislativa 

PERO EL DAÑO ESTÁ HECHO, tanto a nivel local como internacional. Y se debe recordar que ya nos habían bajado la calificación de riesgo hace unos días, lo cual da señales negativas a los inversionistas y encarece el endeudamiento. A esto se debe sumar que “… aumentó la incertidumbre sobre la recuperación del crecimiento mundial…” por el coronavirus, señalado por el Banco Central en su reporte. 

Siendo que uno de los componentes esenciales es la consolidación fiscal déjenme contarles que sobre las medidas anunciadas por Hacienda el Fondo Monetario valora los esfuerzos “…aunque considera que los beneficios esperados de algunas de las medidas pueden tomar tiempo en materializarse”. Entonces tampoco ayuda en nada que el Ministro Chaves salga diciendo “o se alinean ellos o me voy yo” refiriéndose a los funcionarios del Ministerio que dirige. (Diario Extra, 5 de marzo de 2020, pág. 13). Esta es una noticia que también se leyó a nivel internacional. 

EN CONCLUSIÓN. En medio de un ambiente incertidumbre económica, con crecimiento local moderado, con una frágil recuperación en la confianza de los agentes económicos, con un nivel de desempleo tan alto, con reducciones en la calificación del riesgo soberano, con dudas sobre los impactos de las propuestas hacendarias, lo ocurrido en estos días lo que viene es a sumar desesperanza. La política es una actividad muy seria; improvisar sale caro.