NOTAS AL TEMA
Fitch baja la calificación de
riesgo a Costa Rica
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
La semana pasada la calificadora de riesgo internacional Fitch
bajó la calificación de riesgo de la deuda soberana de BB+ a BB, con perspectiva estable. Bajó también el “Techo Soberano” (Country
Ceiling) de BBB- (grado de inversión) a BB+ (grado especulativo). Desde finales del año pasado advertía que
este ajuste se veía venir.
El problema principal se asocia a los recurrentes déficits
fiscales que hemos observado en años recientes y al crecimiento de la
deuda que trae aparejado. En palabras de
Fitch: “como resultado de los grandes
desbalances fiscales, la carga de la
deuda ha crecido rápidamente a lo largo de la última década. El crecimiento de la deuda del Gobierno
General se duplicó a un estimado de 41% del PIB en el 2016 desde un 20% del PIB
en el 2008”. (Esta y todas las citas de Fitch son una traducción libre).
Hay que recordar que estas calificaciones son opiniones que dan
estas agencias sobre la capacidad de pago, en este caso del Gobierno, para atender
sus obligaciones. Por eso también se afecta el “Techo Soberano”. Conviene
repasar lo que significan estas categor ías.
BB: Especulativo. “Las calificaciones 'BB' indican una vulnerabilidad elevada en el riesgo de incumplimiento, particularmente
si se presentan cambios adversos en las condiciones económicas o comerciales a
lo largo del tiempo; sin embargo, existe flexibilidad operativa o financiera
que apoya el servicio de los compromisos financieros”.
(Fitch). Desde luego, cuando los inversionistas
revisan esta calificación notan que la señal que el país está mandando es que hay un riesgo elevado de que se
incumpla con los pagos en los términos y plazos pactados. Por ello, es una
categoría que se considera especulativa.
Perspectiva estable. Si bien
nos bajaron en la escala, ahora la perspectiva es estable. Esto quiere decir que
no se esperan cambios en la calificación
en el corto plazo. Fith lo explica de esta manera: “La Perspectiva Estable refleja el crecimiento resiliente de Costa Rica
y la flexibilidad de financiamiento en
el mercado local cautivo, que ha sido capaz de acomodar los grandes déficit
fiscales, mitigando las anteriores preocupaciones de Fitch sobre la
flexibilidad de financiamiento del soberano”. (Fitch)
Días
atrás había explicado que en el 2016 el Banco Central se había “echado a la espalda”
parte del ajuste, pero que el mismo Banco Central en su Programa Macroeconómico
2017-2018 había explicado que este espacio se le estaba reduciendo. Es más, el
BCCR afirma que el mayor financiamiento del Gobierno vendrá de las mismas instituciones
públicas. (Notas al Tema, 14 de enero de
2017). Me da la impresión de que Fitch no consideró esta restricción en su análisis,
pues la “perspectiva estable” la otorga precisamente por “el financiamiento en el mercado local cautivo”, siendo que las condiciones
van a ser distintas este año. Veremos qué sucede.
El TECHO SOBERANO “refleja el criterio de la agencia en
cuanto al riesgo de imponer controles de capital y de cambio por parte de las
autoridades de gobierno que impidan la capacidad del sector privado para convertir
moneda local en moneda extranjera y transferirla a los acreedores no residentes
(riesgo de transferencia y riesgo de convertibilidad). Como tales, no son
calificaciones, sino expresiones de un límite máximo para las calificaciones de
un emisor en moneda extranjera de la mayoría de los emisores, aunque no de
todos, en un país determinado”. (Fitch)
Desde
luego, esta opinión va a impactar la
capacidad del sector privado para acceder a créditos internacionales, o les va
a afectar las condiciones de los créditos de proveedores. Habrá un endurecimiento de la condiciones
crediticias, en plazos y en costo, que muy posiblemente afectará también a los consumidores
locales.
CONCLUYO. Por donde se vea, ésta es una pésima noticia
para el país. No me extrañaría nada que las otras agencias muy pronto se
pronuncien en sentido similar. Un país al que Moody´s a mediados del 2010
le había dado “grado de inversión”,
hoy se debate en los rangos
especulativos de las calificaciones. Muy lamentable.