Aclaración que envié al periódico La Nación.
MITOS Y FALACIAS DEL DÉFICIT FISCAL
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
Ex
Ministro de Hacienda
Falacia: Engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien.
Hábito de emplear falsedades en daño ajeno. (DRAE)
Con ese mismo título D. Elías Feinzaig publicó un comentario el día
23 de febrero en estas mismas páginas. No voy a referirme a todo su enfoque. Sólo
quiero aclararle a él y a los lectores, el uso equivocado que da a las cifras
del período en que tuve el honor de ser Ministro de Hacienda.
LA FALACIA. La falacia a que me refiero es la siguiente afirmación: “las cifras frías nos dicen que Óscar Arias
recibió el déficit en 1% y lo entregó en un 5%”. ¡Error! diría Misael,
famoso personaje de Pelando el Ojo. D. Elías, las cifras frías dicen otra cosa.
Tomo de referencia una afirmación que hace Feinzaig. “El déficit fiscal amanece en cero el primero
de enero de cada año.” Es un buen
punto de partida. Yo me hice cargo del Ministerio de Hacienda el 8 de mayo del
2006. Entonces, ¿cómo es que usted considera que el resultado de ese año es una
“herencia”? ¿Sería que ese año me pasé
ocho meses vacacionando en el Ministerio sin hacer nada? ¿Sin tomar decisiones?
Viera que no; unas medidas que tomamos en ese lapso nos
permitieron llegar a ese buen resultado de -1.1 % del PIB en el 2006, el que
usted equivocadamente lo atribuye a la anterior administración. De paso le aclaro
que el año 2005, último año fiscal de la Administración Pacheco, el déficit fue
-2,1% del PIB. Un buen resultado también.
Los siguientes años se comportaron así. En 2007 y 2008 tuvimos
superávits. Sí, leyó bien; hubo superávits, aunque a muchos les duela
aceptarlo. Alguna prensa decía que en 50 años no había ocurrido algo como eso.
En el año 2009, último año
fiscal de la Administración Arias, cuando
vivimos los efectos dolorosos de la Gran Recesión, cerramos con un déficit del -3,4% del PIB, cifra levemente
superior a la negociada con el FMI (-3,2%). Porque la crisis nos obligó a negociar un
acuerdo de contingencia con el FMI. Ese acuerdo es público y ahí puede revisar
en detalle la propuesta de Costa Rica ante los organismos financieros internacionales.
Se observa que no se entregó en
-5%, como dice usted. Fue mucho menos; fue -3,4% del PIB, después de dos años
superavitarios y en medio de la crisis.
Ese -5,1% que usted me carga, corresponde al primer año del siguiente
gobierno, que tuvo la responsabilidad de manejar el Ministerio de Hacienda
durante ocho meses de ese 2010. Y ahí también se tomaron decisiones de política
pública que dieron ese resultado final tan alto. Si no aumentan ese gasto,
habrían cerrado en una cifra menor.
Esas son las falacias que usted
al igual que otros colegas repiten permanentemente. Revise las cifras oficiales
y se dará cuenta que tiene que corregir sus apreciaciones.
DEUDA. Como habla algo de la deuda voy a aportar
algunos datos. La medida que uso relaciona la Deuda Pública con respecto
al PIB. En diciembre de 2005 (último año fiscal de la Administración Pacheco)
la Deuda a PIB fue de 55,1% del PIB. Gracias a los buenos resultados que
tuvimos, incluyendo a los superávits, al 2008 pudimos bajarla a 39,4%, casi 16
puntos porcentuales menos. En el año 2009, cerramos en 42,2%. Desde luego este
último incremento se debe a los efectos de la crisis. En todo caso, cuando
dejamos el Gobierno, el monto de la deuda era mucho menor a la cifra que
recibimos (13% menos). Este fue el espacio que nos permitió manejar la crisis y
suavizar los efectos en la población.
Estas
cosas las he aclarado anteriormente en muchas oportunidades. Pero los colegas
tienen la mala costumbre de repetir el mismo error. O quizás lo que les gusta
es repetir falacias.