NOTAS AL TEMA
¿A REESCRIBIR LOS LIBROS DE ECONOMÍA? (II PARTE)
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
Decía la semana pasada que me quedé esperando cuáles hechos
económicos iba a presentar Hacienda que, a
decir del Presidente Solís, justificaría
reescribir los libros de Economía. Lo que concluía en aquel momento era que,
por una parte, la situación internacional nos ha ayudado y, por otro lado,
también registraba que el Banco Central había arrimado el hombro.
Adelanté, asimismo, que en esta segunda parte revisaría el
comunicado de la misión del Fondo Monetario Internacional en su reciente visita
al país.
EL COMUNICADO DE LA
MISIÓN DEL FONDO. La misión reconoce los buenos resultados
en el crecimiento de la producción, en el manejo de la inflación y en el comportamiento
de las tasas de interés. Y explica así
este fenómeno: “El buen desempeño de la
economía costarricense en el 2016 ha
sido ayudado por condiciones globales muy favorables, principalmente la
continuación de los precios bajos de las materias primas y la amplia liquidez
en los mercados financieros. Esto, en
conjunto con el estímulo monetario del Banco Central, ha permitido el
financiamiento doméstico del déficit sin ejercer presiones alcistas en las
tasas de interés”.
Más claro no canta un gallo. Recalco: las condiciones globales han sido muy
favorables, es decir, el “bono internacional” de los precios del petróleo y la
liquidez de los mercados globales. Además,
expresamente el FMI señala al “estímulo monetario” del Central, lo cual, dice, permitió financiar el déficit fiscal creciente.
No hay ningún libro nuevo que escribir. El Banco Central, “haciendo
uso de su autonomía”, se echó a la espalda parte del ajuste, facilitando
espacio para un “financiamiento barato”. Y la Tesorería Nacional hizo su
trabajo; incluido el uso de Tesoro Directo. ¡Bien por la Tesorería! Hacienda lo había reconocido, cuando dijo que
la coordinación entre Hacienda y el Banco Central había ayudado a los
resultados.
Si hay liquidez
amplia en los mercados internacionales, con lo que las tasas de interés son
bajas en los mercados internacionales y si además, el Banco Central da un estímulo monetario suficiente,
pues se abre el espacio para que Hacienda tenga el financiamiento interno sin
presionar las tasas de interés. Un libro
introductorio de macroeconomía para escomías pequeñas y abiertas nos ayuda a
entender esto. No hay que escribir nueva teoría económica. Presumir de ello es
poco serio. Aunque debo reconocer que el Ministro de Hacienda nunca habló
de nuevos aportes teóricos.
ENDEUDAMIENTO INTERNO CRECE. ¿Sabe usted cuánto
creció el endeudamiento interno del Gobierno Central entre noviembre del año
pasado y noviembre este año? Según datos de la Autoridad Presupuestaria creció
49,8%. Sí, leyó bien. El endeudamiento
interno creció casi un 50% en un año. Esto
es 440.000 millones de colones adicionales. Y sin la menor duda, el Banco
Central ayudó a crear ese espacio de liquidez.
Como esa plata
volvió al circuito económico como gasto de Gobierno, en algún momento el mismo
Banco Central tendrá que empezar a recogerla. O ya empezó. ¿Cómo lo hace? Vendiendo bonos, por los que tendrá
que pagar intereses. Entonces, no se engañe. Este “estímulo monetario” nos va a costar a todos un poco de plata,
aunque se refleje como “pérdidas del Banco Central”.
¡OJO CON EL ENDEUDAMIENTO! Muchas veces he
llamado la atención sobre este tema.
Mientras dicen que van a escribir nuevos libros de economía, dejan que la deuda
siga creciendo. Cito de nuevo al FMI: “… la persistencia de elevados déficits
fiscales y el crecimiento continuo de la razón deuda/PIB hacen a Costa Rica muy
vulnerable a cambios repentinos en las condiciones financieras internacionales,
cuyos riesgos han aumentado más recientemente”.
CONCLUYO. Tenemos al frente una
situación interna muy delicada, que se puede complicar por cambios en la condiciones
financieras internacionales. Estos cambios ya se empiezan a observar, lo cual
aumenta los riesgos. Con “dorar la
píldora no se arregla nada”. Enderezar esto requiere el concurso de todos,
una gran humildad del Ejecutivo y compromiso del Legislativo.
A los lectores: ¡Feliz Año Nuevo!