NOTAS AL TEMA
¡OJO AL
CRISTO!
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
En materia de política económica estamos tan enfocados en la discusión
fiscal, en ver cómo se cierran esas cuentas tan deficitarias, que corremos el
riesgo de dejar por fuera otros temas que son fundamentales. En particular hay
que retomar los temas del crecimiento económico
y la generación del empleo y considerar factores internacionales que se están
presentando.
Hace tiempo he planteado que el país no ha tenido la capacidad de
enfrentar la Gran Recesión que estalló hace ya una década y tuvo su manifestación
más cruda en el año 2009. Todavía en el 2008 el PIB de Costa Rica creció en
2,7% (aunque en los años previos habíamos tenido crecimientos más robustos). En el 2009 el PIB decreció. Sí, el resultado
ese año fue -1.1%. Leyó bien; el signo fue negativo. Es decir, la producción
fue menor que el año 2008.
Esto tuvo un efecto directo en la
capacidad de generar empleo. El desempleo fue en
2008 de 4,9% ; pero el año 2009 esa tasa subió a 7,8%. Y a partir de ahí, no hemos
sido capaces de revertir esos valores, al punto que en el primer trimestre de
este año 2018, el desempleo ronda el 10%. Por
eso es que digo que no hemos superado los estragos que causó la crisis,
pues a pesar de que hemos tenido crecimientos del PIB, digamos de entre 3% y el
4% anual, el desempleo sigue pegado en cifras
dolorosas.
No solo nos hemos acostumbrado a tener niveles de pobreza del 20%;
sino que ahora no nos sorprende que el desempleo sea del 9% o más. Por este
camino, vamos mal. Por ello es necesario
incorporar en la discusión económica nacional los temas de creación de empleo y
el crecimiento productivo. Desde luego, la manera en que se aborde el asunto
fiscal tendrá consecuencias en estos otros campos.
Lo anterior no significa que no se graven las actividades productivas. Siempre he defendido que el empresariado
nacional y extranjero “haga toda la plata del mundo”, pero que al mismo tiempo
debe cooperar con el desarrollo nacional. Al fin y al cabo se beneficia de
una buena infraestructura; se beneficia de una buena educación de nuestra mano
de obra, o de una buena atención médica de sus trabajadores. Son gastos sociales o de inversión pública
cuyo financiamiento se socializa, hecho que se refleja en los balances de
las empresas. Esta es una tesis conocida,
pero conviene recordarla.
Tasas de interés EN USA. El miércoles de esta
semana la Reserva Federal de los Estados Unidos hizo un nuevo ajuste en la
tasas de interés de los fondos federales. De 1,75% los subió a 2%. Y anuncia
nuevos ajustes al alza en lo que resta del año. Se estima que a finales del año
esa tasa será 2,4%. Y en información que
hace pública indica que en el 2019 y en el 2020 seguirá subiendo, pudiendo
llegar a ser 3,4% en el 2020. Esto encarecerá el financiamiento, no solo
del gobierno, sino de las empresas. Afectará las tasas de interés locales,
con lo que los deudores de los bancos verán su pagos mensuales aumentados, sea
en dólares o en colones. Mucho cuidado con esto; puede afectar los balances de
los bancos y sin duda, afectará la capacidad de compra de los consumidores. Afectará asimismo, las decisiones de inversión
del empresariado.
Los precios del petróleo. Aquí también se han dado alzas a partir del 2016, que fue el
momento en que tuvimos los precios más bajos en años recientes. A partir de ahí
y hasta la fecha, el precio del “coctel” ha venido subiendo. Se sabe la asociación tan grande que hay
entre el precio del petróleo y la inflación local. A mayor aumento de los precios menor capacidad de compra
tienen las personas. Por otro lado, a mayor precio del petróleo, más dólares
habrá que usar para importarlo.
CONCLUYO. El desempleo y el crecimiento productivo no pueden dejarse de
atender. Las solución hacendaria debe considerar estos temas en la propuesta.
Lo hacendario va más allá de la suma y resta en el balance fiscal. El entorno internacional
se muestra más agresivo y esto también debe ser atendido. Son varios frentes;
todos importantes.
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