sábado, 22 de diciembre de 2018

PROS Y CONTRAS. 22/12/2018

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PROS Y CONTRAS
Guillermo E. Zúñiga Chaves

Las acciones tienen sus consecuencias. Hoy voy a revisar tres de ellas y a explicar otras implicaciones que traen. 

1- HACIENDA PUDO PAGAR. Hacienda pudo cumplir con el pago de los salarios de la  primera quincena de diciembre; pagó también el aguinaldo, con un poco de retraso respecto a lo originalmente anunciado,  pero lo pagó. Canceló el préstamo que le había pedido al Banco Central, lo que se conoce como Letras del Tesoro. Y sacará adelante la segunda quincena de diciembre. 

La Tesorería, a través de distintos mecanismos, logró colocar deuda y así recogió suficientes recursos para hacerle frente a sus compromisos más inmediatos. Los pagos de impuestos de diciembre tienen que haber ayudado. 

Claro que para levantar esa enorme cantidad de recursos, la Tesorería tuvo que pagar tasas de interés más altas,  tanto en colones como en dólares.Y los efectos ya se empiezan a sentir en el mercado. Hay una presión al alza en las tasas de interés, afectándose la inversión y lo créditos de las personas. 

También ha habido efectos directos sobre el rendimiento de los fondos de pensiones. Seguramente el lector lo debe haber observado en los reportes que recibe de parte de la operadora de pensiones. Cuando Hacienda paga intereses más altos, el rendimiento de los bonos de Gobierno que tienen los fondos en sus carteras empiezan a perder valor.

Y hacia futuro, estos intereses más altos y esta mayor deuda, obligarán a Hacienda a destinar mayores recursos al pago del servicio de la deuda, en detrimento de otros programas prioritarios. Porque debemos recordar, que incumplir los pagos de la deuda es severamente castigado por los mercados. 

2-EL TIPO DE CAMBIO REDUJO LOS MOVIMIENTOS BRUSCOS. Hubo un momento en que el tipo de cambio empezó a subir  de manera muy rápida. Y el Banco Central estuvo interviniendo para mitigar las alzas y perdió dólares de sus reservas. En  semanas recientes esas presiones disminuyeron y la cotización ha estado entre 600 y 610 por dólar en las ventanillas de los bancos, con oscilaciones “razonables”. No es que no vaya a cambiar; es que hay menos presiones especulativas

En las últimas dos semanas las intervenciones han sido mínimas y por el contrario, el BCCR ha comprado bastantes reservas.El menor uso de reservas se explica en parte porque  los jugadores han estado llevando dólares al mercado. Pero también el BCCR ha hecho compras grandes al mismo Sector Público.  En particular, Hacienda le ha vendido dólares al Central, para hacer sus pagos en colones. Y el Central compra para recomponer sus reservas. 

Entonces tenemos que la mejora en el saldo de las reservas que muestra el Banco Central, así como el mayor sosiego del mercado cambiario, se explican en gran medida por el endeudamiento de Hacienda. Sí, el mismo endeudamiento por el que pagó tasas de interés más altas. 

3. SE APROBÓ EL IVA. Sin ánimo de refrescar la discusión en torno a cuáles bienes y servicios debían ser gravados, lo cierto es que transformar el Impuesto Sobre las Ventas en un Impuesto al Valor Agregado es un paso adelante. La ley No. 9635 crea el IVA., con lo que todos entendimos que la Administración Tributaria podrá hacer controles cruzados, tanto para el IVA como para la renta gravable. 

El balde de agua fría lo dio el informe de la Contraloría General de la República, sobre la escaza capacidad que tiene Tributación para controlar el Impuesto Sobre las Ventas. Aparte de los cálculos sobre el incumplimiento detectado,  que revelan sumas enormes sin cobrar, lo más delicado que señala ese informe es “…las debilidades que presentan los sistemas de información  que se tienen en operación”.Problemas tecnológicos que no los arregla por sí misma la ley recién aprobada. Hay una  brecha enorme en gestión que debe atenderse de inmediato. 

CONCLUYO.Como se observa hay mucho claroscuro de por medio. Sacar adelante los problemas de liquidez que este Gobierno se encontró es un gran mérito, que conlleva sus costos. Con esto no quiero ser pesimista, pero las cifras no engañan. El 2019 será un año apretado para las mayorías. 



sábado, 15 de diciembre de 2018

¿Y LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA? 15/12/2018

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¿Y LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA?

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Fijemos el año 2009 como aquel en que la Gran Recesión se manifestó con mayor crudeza en el país. Lo digo, porque ese año la economía nacional cayó en -1% y el desempleo subió a 7,8%. 

Durante los ocho años anteriores (entre 2001 y 2008), el promedio del crecimiento anual del PIB fue 4,92%, “medido en términos de volumen”, es decir, quitando el efecto de la inflación. Los ocho años posteriores (entre 2010 y 2017), el promedio anual de crecimiento ha sido 3.88%. Después de la crisis, la economía se aflojó; empezó a crecer más lentamente.

DESDE LUEGO ESTO HA TENIDO EFECTOS EN LA GENERACIÓN DE EMPLEO.En los años anteriores a la crisis, el desempleo abierto andaba en torno al 6% anual. Los años 2007 y 2008 fueron excepcionales, pues la tasa de desempleo bajó a 4,6% y 4.9%.Lamentablemente,  como cité arriba, en el 2009 se nos devolvió y fue superior al promedio anual que traíamos. Si eso fue malo, lo peor es que posterior a la crisis, el desempleo se nos ha pegado en torno al 9,3% como promedio anual.

El menor crecimiento económico posterior a la Recesión explica en buena medida estos resultados en el desempleo. Como también lo deben explicar los cambios en el mercado laboral. Pero no hay la menor duda que un buen crecimiento económico ayudará en mucho a corregir esa lamentable tenencia en el desempleo.

ECONOMÍA ROBUSTA.Es más, conviene recordar que una economía pujante es un gran aliado de la recaudación de impuestos. En los años 2007 y 2008 logramos llevar la carga tributaria a cifras cercanas al 15% del PIB, sin poner impuestos nuevos, superando el histórico 13% que teníamos. Pero claro, el año 2006 el PIB creció 7,2%, en el 2007 el PIB creció en 8,2% y aún en el 2008 (cuando ya se sentían los primeros efectos de la Recesión) el PIB creció 4.6%. 

Por ello, todo esfuerzo que se haga para reactivar la economía nacional es poco.El foco de atención hacia adelante debe estar en los esfuerzos nacionales para hacer crecer el PIB y generar empleo bien remunerado.  

PRODUCCIÓN A LA BAJA. Desgraciadamente, esta semana el Fondo Monetario, después de una reciente visita que hizo al país, anunció que para este año 2018 estima que el PIB crecerá únicamente 2,6%. Es una corrección hacia a la baja muy fuerte y bastante apartada del 3,2% que anunciaba el Banco Central. Debe decirse, además, que el último informe del BCCR muestra que el Índice Mensual de Actividad Econnómica se ha desacelerado. 

EL PLAN NACIONAL DE DESARROLLO.Este martes MIDEPLAN presentó el “Plan Nacional de Desarrollo y de Inversión Pública del Bicentenario, 2019-2022”. Las proyecciones de crecimiento que presenta no son muy optimistas.  El gráfico 32 (pág. 86) muestra los distintos escenarios que propone el Plan. Visto el gráfico en su conjunto, no se pronostica un crecimiento significativo, comparado con los flojos resultados observados recientemente. 

Frente a estos escenarios, el esfuerzo nacional que propone el Plan de Desarrollo para bajar la tasa de desempleo en cerca de 2%, se muestra como un camino muy difícil. El Plan identifica 16 intervenciones desde el Estado a favor del empleo para obtener esa meta. (Págs. 89 a 91). Ojalá que a estos programas no se les reduzcan sus asignaciones presupuestarias cuando más adelante vengan los recortes. 

LO QUE TENEMOS AL FRENTE ES MUY COMPLEJO. La aplicación de nuevos impuestos, la política salarial restrictiva en el sector público, el recorte de gasto público, la menor demanda estatal por bienes y servicios, serán factores que afectarán el desempeño económico. El endeudamiento adicional que el Gobierno Central necesita, va a significar más pago de intereses hacia futuro, con lo que quedarán menos recursos para los programas de desarrollo. 

CONCLUYO.Urge construir el camino de la reactivación en conjunto con el empresariado nacional, con las pequeñas y medianas empresas, con el sector cooperativo, con el resto de la economía social y, desde luego, con el sector laboral. Las señales al inversionista internacional deben ser claras. El bloque que se conformó para pasar la ley fiscal,  no es suficiente para llevar adelante los ajustes pendientes. 

sábado, 8 de diciembre de 2018

LAS COSAS POR SU NOMBRE. 8/12/2018

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LAS COSAS POR SU NOMBRE

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Esta semana la calificadora internacional Moody´s nos bajó la calificación de riesgo. Nos puso en una categoría que es considerada especulativa y con un riesgo crediticio alto. Es una pésima noticia. Después de toda la discusión que hemos tenido en el país sobre el proyecto recién aprobado, ojos del exterior nos ven como un país más riesgoso.

Esto no afecta sólo al Gobierno de República como ya lo hemos explicado. Esto incide en la percepción general que se tiene sobre el  país, tanto por parte de aquellos que nos prestan plata, como de los que hacen inversión extranjera directa. La calificación  es una opinión y como tal, si usted quiere la comparte o no.

Durante la discusión del proyecto 20.580 un argumento utilizado a su favor, fue que si se aprobaba, la percepción sobre el riesgo soberano mejoraría en los mercados internacionales. La opinión expresada por Moody’s viene a contradecir esas afirmaciones.

18 de OCTUBRE. Posterior a la aprobación del proyecto en primer debate (hecho que se dio el 5 de octubre) la calificadora anunció el 18 de octubre que ponía a Costa rica en revisión hacia la baja. En ese momento Moody´s ya anunciaba que lo que generaba la reforma no era suficiente; también señalaba que estaría observando la capacidad Gobierno para obtener financiamiento y el comportamiento de las tasas de interés.

5 DE DICIEMBRE. Esta semana, el miércoles 5 de diciembre, cuando ya la ley 9.635 Fortalecimiento de las Finanzas Públicas estaba publicada, la calificadora nos baja la nota y dice que ve a Costa Rica como un país más riesgoso. Expresamente en el comunicado menciona la aprobación de la ley por parte de la Asamblea Legislativa.

UN JALÓN DE OREJAS. Moody´s dice que a pesar de la nueva ley que se aprobó el 3 de diciembre, el déficit presupuestario seguirá subiendo en los próximos años y que con la reforma se espera reducir el déficit a menos del 4% del PIB para el 2023. Y el endeudamiento seguirá al alza.  La reducción del déficit tomará tiempo, y el impacto pleno de la reforma se verá hasta el 2022. Señala además, que mucho del ajuste se deberá hacer por medio del recorte del  gasto, cosa que considera difícil por la gran oposición popular que puede enfrentar. Se ha dado un  aumento de las tasas de interés para el financiamiento del Gobierno y hace mención que el uso de las Letras del Tesoro es una señal de la estrechez de acceso por la liquidez. Toma en cuenta también la solicitud de aumento del endeudamiento por US$ 6.000 millones. En otras palabras, consideró toda la estrategia presentada por el Gobierno y aprecia un mayor riesgo.

NINGÚN CARNICERO… Sí, dice que su carne es mala. Por lo general, cuando los emisores reciben una calificación mala, tratan de desvirtuar los argumentos. El Gobierno no es una excepción. Ya lo hizo. Aunque en el pasado sí aceptó lo que decía Moody´s y otras agencias. Los inversionistas serán los que finalmente leerán la información disponible y decidirán a quién le hacen caso. Por lo pronto sabemos que con los contratos de colocación, el Gobierno pagó 10.13% por bonos a tres años en dólares, pagando una tasa más alta que la anterior ocasión. Bien pudiera ser que en esa transacción, el mercado ya estuviera descontando este mayor riesgo. Habrá que ver cómo se comporta el mercado hacia futuro.


Concluyo. Como le consta al lector, he venido dándole seguimiento a las opiniones de las calificadoras a lo largo del tiempo. Me parece que son opiniones externas,  a las que no se le pueden achacar sesgos políticos. Estas opiniones se pueden compartir o no. Cada quien sabrá. El criterio de Moody´s señala el largo y difícil camino que tenemos al frente. Ante esta llamada bien vale la pena “volver a la mesa” cuanto antes.  No me cansaré de insistir en esta sugerencia, pues la situación exige que la arreglemos entre todos. Que los sectores sociales y las autoridades retomen cuanto antes el diálogo social.  El tiempo se acorta cada vez más.

sábado, 1 de diciembre de 2018

(DES) CONFIANZA. 1/12/2018

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(DES) CONFIANZA

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Confianza: Esperanza firme que se tiene de alguien o algo. (Diccionario de la Real Academia).

Las expectativas son fundamentales para el manejo de los temas  económicos. Responden a un mundo de percepciones, intuiciones y sentimientos. Son profundamente afectadas por las noticias que reciben las personas. Bien conducido,  el ideario colectivo se convierte en un extraordinario aliado para la implementación de las políticas económicas. Claro,  eso exige que las políticas generen confianza en la sociedad.

EXCESO DE NOTICIA NEGATIVA. Se ha utilizado tanto la noticia negativa como mecanismo para pasar el famoso proyecto 20.580,  que ha  llegado a  permear el ánimo de los ciudadanos. En torno a la discusión y  al proceso de aprobación del proyecto de reforma fiscal, se plantearon muchas cosas que golpearon en forma negativa la percepción de los ciudadanos, sobre el comportamiento económico  y sobre los resultados esperados. 

El Informe sobre la Confianza de los  Consumidores que se publicó esta semana, es un reflejo de lo que acabo de decir. El desplome que se observa en las opiniones favorables y en la confianza desde mayo a la fecha es muy fuerte. Eso no me preocupa tanto y más bien es comprensible,  pues bien sabemos que vender impuestos afecta la imagen de cualquier gobierno.

Pero lo que más me preocupa es la percepción que describe ese estudio para los tiempos venideros. El Índice de Expectativas Económicas muestra un gran pesimismo.  Ante la pregunta ¿cómo va a estar dentro de un año? Un 49.5% dice que peor, frente a un 25,6% en mayo de 2018. (Gráfico 11). Y ante la consulta sobre cómo será la situación de las empresas o negocios en los próximos 12 meses, un 59,5% dice hoy que estarán peor frente a 30,4% en mayo de este año.  (Gráfico 13). Y un 64,3% cree que en los próximos 5 años el país tendrá períodos de crisis, frente a 47,1% que era el dato para mayo de 2018. (Gráfico 14).

Percibo desesperanza en estas cifras. El ciudadano no tiene claro a qué nos va a llevar el sacrificio que se nos pide. El desgate que ya tuvo el discurso oficial es historia. La construcción de una propuesta esperanzadora es urgente.  ¿Cómo es que esta reforma y el “apretón de faja” que trae va a significar que viviremos tiempos mejores? ¿Cómo revertir la enorme precepción negativa hacia el futuro?

EL FRENTE INTERNACIONAL. Y estas respuestas no son solo urgentes para los que vivimos aquí, sino también para los que nos ven desde afuera, que entienden que los recursos frescos que esta reforma trae son limitados y que se requieren ejercicios más profundos de reestructuración del Estado y del manejo del gasto, para garantizar la sostenibilidad del endeudamiento. Y esto último así dicho es fácil, pero la puesta en práctica requerirá de mucha negociación y mucho acuerdo.

Tanto Fitch como Moody´s pusieron al país en revisión a la baja después de haberse dado la aprobación del proyecto en primer debate y antes del fallo de la Sala Constitucional. “…incluso si la reforma se aprueba, puede resultar en altos déficits y ser insuficiente para detener el deterioro en los indicadores fiscales y de deuda. (Moody´s, 18 octubre 2018).  
 
O bien: “Fitch espera la aprobación de la reforma fiscal antes de fin de año. Sin embargo, es probable que la reforma contribuya con una parte relativamente pequeña del ajuste fiscal que se necesitaría para estabilizar el aumento de la deuda pública….El plan del gobierno para cumplir con el límite de gasto aún no está claro….Además, Fitch ve un riesgo de fatiga por la reforma luego de las difíciles negociaciones políticas y la reacción social que enfrentó la reforma pendiente”. (Fitch, 15 noviembre de 2018).

CONCLUYO. El Gobierno debe tomar en cuenta los recientes estudios que se han publicado y entender que debe dar pasos para recobrar la confianza de las mayorías, que hoy expresan pesimismo. Es muy difícil construir una política económica sostenible en estas condiciones. Urge construir esa esperanza firme en el futuro. El único camino es ampliar el diálogo constructivo con todos los sectores.