sábado, 25 de enero de 2020

¿CÓMO VES LA ECONOMÍA? 25/1/2020

NOTAS AL TEMA

¿CÓMO VES LA ECONOMÍA?

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Esta pregunta me la hacen prácticamente todos los días. Al momento de escribir este comentario, ni el Banco Central ha publicado el Programa Macroeconómico de este año, ni el Ministerio de Hacienda ha presentado las cifras de cierre del año pasado.  Ambos documentos son muy útiles para ver los resultados reales del año. Sin embargo, el Banco Central sí ha adelantado algunas cosas.

Hace un año, en enero del año pasado (ya se había aprobado la reforma fiscal) cuando el Banco Central presentó el “Programa Macroeconómico 2019-2020”, estimaba que en el 2019 la producción crecería 3,2%.  Al hacer la revisión de ese programa, a mediados del año, bajó el pronóstico a 2,2%. ¡Mala noticia; pésima! 

Y esa es la cifra que se ha estado usando como cierre del año pasado. Habrá que ver si en los próximos días nos dicen algo distinto, en el tanto el Banco ha insistido en que ha habido “un repunte de la actividad económica  a partir de junio” (Informe de Inflación, Dic. 2019; pág. 9).  En ese informe la califican como  “incipiente recuperación” (pág. 6),  reconociendo que “Sin embargo,la incipiente mejora observada en meses recientes en la actividad económica, todavía no se ha manifestado en el empleo” (pág. 9).  ¡Confesión de parte!

REPUNTE…PERO. ¿Por qué si se habla de recuperación desde junio, la gente sigue sintiendo que las cosas no marchan del todo bien? Una mirada unos años atrás nos puede ayudar a entender esta aparente contradicción. 

Según cifras del BCCR en el año 2016 la producción creció 4,2% respecto al año 2015. El año siguiente, 2017, el crecimiento de la producción bajó a 3,4%; en 2018 el PIB bajó a 2,6% y, si todo sigue igual, el 2019 cerraría cerca de 2,2%. Venimos cayendo año con año.

Lo que se ha dado a partir de junio, y ¡qué dicha que haya sido así!, es que la tendencia a decrecer que traía la economía se paró, y empieza a dar señales, muy débiles aún, “incipientes”, de un retoño productivo. Se detuvo la caída. Y eso sin duda es una buena noticia. 

Pero el conjunto de las cifras nos permiten entender que no hay tal contradicción, por más que nos insistan en que ya tenemos recuperación. Los datos nos dicen que la producción ha venido para atrás;  la economía en los últimos años ha venido de capa caída. Esa es la realidad. Y lo que tenemos hasta ahora, no es suficiente. Por eso no se nota la mejoría. 

EXPORTACIONES. El sector que en buena medida ha sostenido el desempeño del PIB es el sector exportador, pues otros, donde sobresale la construcción, siguen en terrenos negativos. Sin embargo, si vemos el comportamiento de las exportaciones totales también nos llevamos una sorpresa. En el año 2016 las exportaciones crecieron 7,9%; un año después, en 2017,  su crecimiento baja a 6,9%; en 2018  llega a 6,1% y en el 2019 bajó a 1,6%. (Fuente BCCR).  A esto hay que ponerle atención de inmediato. 

CRÉDITO. Este crecimiento débil de la economía explica la caída en el crédito. Cifras del BCCR nos indican que el saldo del crédito al sector privado en diciembre del 2019 fue menor que el saldo en diciembre del 2018. La tasa fue negativa en -3,2%,  Esto a pesar de  que el BCCR ha venido bajando su Tasa de Política Monetaria y de la abundancia de liquidez, por la baja de los encajes bancarios. Hay plata pero no se usa. 

CONCLUYO. Claramente la política que se está siguiendo no es suficiente. Las autoridades deben revisar cuanto antes su propuesta. Poco ganamos con hablar de repunte, si a la hora de las verdades, cuando vemos los resultados en cifras,  es evidente que la cosa no está alcanzando. Un acuerdo con productores, y con grupos sociales, para la reactivación y el empleo es urgente.  Más heterodoxia económica es necesaria. Esperar que a pura política monetaria vamos a salir, es un error. Aunque los monetaristas se lo crean.  ¡Guarden el libro!





sábado, 11 de enero de 2020

Y EL EMPLEO, ¿CUÁNDO? 11/1/2020

NOTAS AL TEMA

Y EL EMPLEO, ¿CUÁNDO?

Guillermo E. Zúñiga Chaves

¿Cuándo va a ser la creación de empleo una prioridad nacional? A este Gobierno no parece interesarle; aunque en setiembre del año pasado presentó una propuesta que llamó Estrategia Nacional de Crecimiento, Empleo y Bienestar. 

POLÍTICA RECESIVA. Si hizo esa propuesta, ¿por qué hago la afirmación anterior? Porque la política económica va por otro lado; el ajuste que se ha aplicado es recesivo y privilegia los equilibrios financieros y el control de la inflación, sobre cualquier otra prioridad. Toda la economía se acomoda a ese ajuste. Muy distinto sería el manejo si se pone como centro de atención la generación de empleo. El resto de la política económica se tendría que ajustar a ese objetivo. 

La principal preocupación de los  hogares costarricenses es el desempleo. Esto lo muestra los resultados de la encuesta del CID publicada por Diario Extra el jueves de esta semana. (Diario Extra, “82% de los ticos cree que economía estará igual o peor en 2020”, 9-1-2020, pág.2). 

HACE SEIS AÑOS. Y no es por esta encuesta que hago este comentario. Déjeme recordarles que desde enero de 2014, hace 6 años, ya lo había advertido. Pocos días antes de las elecciones, ante la pregunta hipotética que me hacía D. José María Penabad  en el Periódico OJO, ¿cuál sería su primera disposición, que el país urge?” le contesté:  “Quien llegue en mayo a Zapote debe tener como meta principal la generación de empleo. Los niveles de desempleo abierto y de subempleo que tenemos, son dolorosos e inaceptablesLa política económica del próximo gobierno debe tener como objetivo central la generación de empleo, y más empleo.”  

PARA ATRÁS COMO EL CANGREJO. En aquel momento, el dato al cierre del 2013,  daba un nivel de desempleo del 8,3% y el subempleo era 12,2%. Hoy, con información al tercer trimestre del 2019, el desempleo es 11,4% y el subempleo es 11,6%. Todas estas cifras son tomadas del Banco Central. Ante esta realidad, con más razón la prioridad nacional debe ser la creación de empleo. 

EL MERCADO INTERNO TAMBIÉN ES IMPORTANTE. Como lo hemos advertido aquí, el mercado interno está de capa caída. La política salarial ha sido restrictiva, el gasto público (excepto el gasto en intereses) ha sido limitado y los nuevos impuestos nos han quitado capacidad de compra. El frente externo ha ido sosteniendo la burra, pero se observa que a pesar de los buenos resultados de las zonas francas, el motor externo no es suficiente.  Hay que activar el motor interno también. 

Una política de empleo debe contemplar aspectos de la demanda. Ahí es crucial la reactivación de la producción, lo cual pasa por impulsar políticas sectoriales de largo plazo, negociadas con los actores, como se tiene por ejemplo para el sector exportador (incluido el turismo) y para la atracción de inversiones.  También debe incorporar el manejo de la oferta de empleo, con cálculos de las nuevas entradas esperadas, calidad del recurso humano disponible y los ajustes necesarios en cuanto a la calidad de esa mano de obra. Desde ya se debe incorporar cómo será la formación de nuestra población frente a la revolución industrial y el mundo de la inteligencia artificial, temas que marcan el inicio de este siglo XXI.  Nada de esto veo claro.  El discurso del “cierre de brechas” del Presidente no es suficiente. 

CONCLUYO. La prioridad que debe darse al empleo no es solo por la inaceptable situación actual, sino por lo que se nos viene encima. Veo al Presidente muy optimista hablando que los tragos amargos ya pasaron y que se nos avecina un mundo mejor. Adelanto que ni la mano invisible, ni el derrame de ese mundo, van a resolver los temas de reactivación y empleo. Es necesario fijarles la prioridad correspondiente y actuar en consecuencia.