sábado, 30 de noviembre de 2019

DESCARBONIZACIÓN, UN MUNDO DE OPORTUNIDADES. 30/11/2019

NOTAS AL TEMA

DESCARBONIZACIÓN, UN MUNDO DE OPORTUNIDADES

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Reducir las emisiones de carbono de las economías es un buen negocio que, además,  genera nuevos empleos.  “En todos los guiones que implican la reducción a la mitad del carbono generado por combustión, se aprecia un beneficio derivado en forma de nuevos puestos de trabajo creados por esa transición” (Paul Mason, “Postcapitalismo, Hacia un Nuevo Futuro”; Editorial Paidós, España, 2016; pág. 322)

Mason se refiere a estudios que presentan distintos escenarios sobre cómo manejar la reducción de emisiones de  carbono hacia el 2050, realizados por prestigiosas organizaciones, entre las que cita el Blue Map Scenario de la Agencia Internacional de la Energía y Energy Revolution Scenariode Greenpeace. 

La relación entre descarbonización de la economía, impulso de nuevas áreas de negocios, con crecimiento económico, y disminución del desempleo, es suficiente razón para apoyar el  Plan de Descarbonización de la Economía que presentó el Gobierno a principios de año. He insistido en que esta es una idea ganadora. “…este plan de descarbonización… es …un concepto correcto. Es una idea ganadora y merece nuestro apoyo… este plan significa una hoja ruta para redefinir el modelo de desarrollo…su puesta en marcha puede ayudar a la reactivación económica”.  (Notas al tema, 20 de octubre de 2019)

EL FINANCIAMIENTO. Veo además otra oportunidad alrededor de esta iniciativa. Tiene que ver con la posibilidad de movilizar dinero hacia el país, sea como préstamos o como inversión directa. Puede ser para el sector público, con lo cual se estaría ayudando a levantar parte de los recursos que el Gobierno está solicitando a la Asamblea Legislativa. Pero también puede ayudar a movilizar financiamiento para iniciativas  del sector bancario, proyectos del sector privado, para alianzas público privadas u otras formas de estructuración financiera que permitan echar a caminar este plan. 

PORTAFOLIO DE PROYECTOS. Para buscar estos recursos, es necesario transformar este  Plan en muchos proyectos de inversión. De paso sabríamos de cuánta plata se está hablando, lo que permitiría priorizar y construir una hoja de ruta a largo plazo. No es lo mismo buscar plata para proyectos de transformación del transporte público o privado, que para proyectos  de manejo de desechos, o para impulsar cambios en la agricultura que permita un uso sostenible de los suelos. 

Esos proyectos juntos formarían el portafolio para la descarbonización, lo que le permitiría al país presentarlos en los distintos mercados, incluido el mercado de las finanzas climáticas. De esta forma, Gobierno y empresas podrían hacer uso de algunas facilidades globales que se han ido creando alrededor de los esfuerzos mundiales por atender la amenaza climática. 

BONOS VERDES/CLIMÁTICOS. Por ejemplo, algunos de estos programas se podrían llevar al mercado de bonos verdes/climáticos. Éste ha venido creciendo de manera acelerada en los últimos años. Con datos al año pasado, Climate Bond Initiative estimaba que el universo de bonos alineados con el cambio climático rondaba cerca de US$1,5 trillones de dólares. Y estos recursos seguirán creciendo año con año. 

No se vaya creer que por ser un financiamiento verde/climático las condiciones crediticias son distintas. Los inversionistas siguen tomando en cuenta el riesgo crediticio que las agencias de calificación asignan a los bonos. Eso también se va reflejar en las tasas de interés que se tengan que pagar por los créditos. Pero lo cierto es que son fuentes alternativas para buscar recursos.

Además,  en la “cooperación internacional verde” existen fondos especializados que pueden ayudar a construir “garantías”, con las se logren conseguir tasas mejores a las que hoy se están pagando los mercados internacionales. Vale la pena explorar esos “mejoradores de riesgo”. Hacienda debiera también hacerlo para alguna emisión.  Otras países ya lo han hecho. 

CONCLUYO. Tenemos al frente la amenaza climática, que al mismo tiempo es una gran oportunidad de desarrollo. El futuro del país pasa por profundizar su vocación de desarrollo en armonía con la naturaleza y la descarbonización. Cuanto antes marchemos por esa ruta, mejor. 




sábado, 16 de noviembre de 2019

¡OJO A LOS RESULTADOS! 16/11/209

NOTAS AL TEMA

¡OJO A LOS RESULTADOS!

Guillermo E. Zúñiga Chaves


“En este mundo traidor 
nada es verdad ni mentira, 
todo es según el color 
del cristal con que se mira”  
(Del escritor español Ramón de Campoamor)

Cuando trabajaba la tesis de posgrado, mi querido profesor el Maestro Pedro Paz, siempre me insistió que para analizar la política económica, si bien hay que revisar las propuestas, los documentos, los discursos, lo importante es estudiar y examinar en detalle el “movimiento real de la economía”. Esto se logra a través de los resultados que las estadísticas revelan. “El discurso puede ir por un lado; los resultados te pueden mostrar otra cosa”.

En esta Costa Rica, donde cada vez observamos menos comunicación entre los sectores,  menos diálogo político constructivo, aparecen muchos “análisis interesados” en hacernos creer una determinada verdad. Y esto nos lleva a una gran confusión. Veamos unos ejemplos. 

COMPORTAMIENTO RECIENTE DEL IMAE. Como se sabe este índice da una medición mensual del comportamiento de la economía. Esta semana el BCCR anunció el dato a setiembre y dijo que con éste, teníamos el cuarto mes de recuperación que inició en junio. Algunos señalaron que ya se ven signos de reactivación, pequeños pero alentadores. Otros salieron a decir que hablar de reactivación económica es prematuro. 

D. Rodrigo Cubero, con prudencia dijo “… que la economía empieza a dar señales de reactivación, sin embargo duda de su sostenibilidad en el tiempo” ya que  “…se trata de indicadores que pueden ser muy volátiles, cuyo comportamiento depende de muchos factores”. (Diario Extra, miércoles 13 de noviembre de 2019, pág. 15). 

Lo cierto es que el IMAE deja de caer, especialmente por la actividad de las empresas de zonas francas. El comercio y la construcción siguen con signos negativos. Es posible que falte tiempo y más fuerza para que hablemos de un cambio claro de tendencia.

RESULTADO FISCAL. En setiembre de este año, hubo superávit primario. (Al momento de escribir esto no están publicadas las cifras de octubre). Se empezó a hablar del éxito de la reforma del año pasado y otros plantearon que empezaba la solución del problema fiscal. Pero resulta que el resultado acumulado en lo que va del año, es decir entre enero y  setiembre, refleja un déficit financiero de -4,7% del PIB, cifra que es mayor a la año pasado y a la del antepasado. En otras palabras falta mucho esfuerzo que hacer. 

COLOCACIÓN DE LOS EUROBONOS. Esta semana el Gobierno colocó los US $1.500 millones de los eurobonos.  Las ofertas por esos títulos fueron 5 veces mayores. Unos vieron esto como una “señal de avance”; Hacienda destaca “la venta más grande hecha por el país en mercados internacionales”. 

Se pagó un premio alto (la diferencia entre el bono nuestro y el bono del Tesoro estadounidense), entre 4,33% y 4,85% dependiendo del plazo, como corresponde al nivel de riesgo que tenemos. Lo que vemos es que hay apetito en el mercado por bonos riesgosos; siempre y cuando se les pague un adicional por ese riesgo.

ENTONCES, ¿CÓMO ANDAMOS?  Creo que la mejor descripción la da el 25 Informe del Estado de la Nación hecho público esta semana. El país está en una situación frágil por lo que debemos tratarlo con mucho cuidado. “Costa Rica atraviesa una coyuntura crítica cuyo desenlace es, hoy por hoy, de pronóstico reservado” (Resumen Estado de la Nación, pág. 21).  No es una “conclusión derrotista”, dice. Ni es una “autopsia sobre lo mal que estamos ni una profecía de lo mal que estaremos”.  (pág. 21). 

De nuevo, el cristal dirá si está oscuro o está claro. 

El Estado de la Nación señala otro hecho que me resulta particularmente delicado: observan que hay un “… creciente escepticismo ciudadano hacia la democracia…”. (Pág. 52); esto es que el apoyo al sistema democrático es cada vez menos firme.  

CONCLUYO. Las fuerzas políticas y los sectores interesados deben entender que no estamos para análisis  autocomplacientes. Tratar de influenciar a una población sin que el discurso corresponda al movimiento real de la economía, es más bien contraproducente. Cifras como el desempleo, la pobreza, la exclusión social, están ahí, y objetivamente atentan contra la vida en armonía.



sábado, 2 de noviembre de 2019

ASÍ NOS VEN DESDE AFUERA. 2/11/2019

NOTAS AL TEMAS

ASÍ NOS VEN DESDE AFUERA

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Esta semana la calificadora de riesgo internacional Fitch publicó la revisión de la calificación de Costa Rica. Nos fue bien; se mantuvo en B+, con perspectiva negativa.  Esta es realmente una calificación muy mala. Pero, como desde principios de año teníamos perspectiva negativa, esto es, que cualquier ajuste que se hiciera a esa opinión sería a la baja, el que nos hayan dejado quietos,  es una buena noticia. 

LAS CALIFICADORAS SON REALES. Uno puede estar de acuerdo o no con las opiniones que dan la calificadoras. Pero lo cierto es que ellas existen y hacen su trabajo. Y los inversionistas internacionales sí les ponen atención; aquellos que nos van a prestar plata, o nos van a comprar los bonos (muy pronto los eurobonos) sí revisan esos reportes.

NO AFECTA SOLO AL GOBIERNO. Esos informes también afectan las relaciones que se establecen entre los financistas internacionales y los empresarios locales, sean bancos o establecimientos no bancarios. Es decir, una calificación de la deuda del país, calificación soberana como se le conoce,  no afecta solo al Gobierno. Así, por ejemplo, si una empresa necesita un préstamo para pagar sus compras internacionales, le van a cobrar una tasa de interés más alta por el riesgo del país, o le pueden reducir los plazos de los créditos. Igual puede suceder si los bancos locales van a gestionar líneas de crédito. También se pueden ver afectados los llamados créditos de proveedores, aquellos que da una empresa internacional a una local. 

DE FORMA QUE ESTAS CALIFICACIONES HAY QUE CUIDARLAS. No ganamos nada con desconocer lo que esas empresas anuncian al mercado financiero internacional. Es mejor tomar debida nota de cómo nos ven, evaluar la manera en que nos puede impactar y tomar las previsiones  y acciones del caso para mejorar lo que se nos señala. 

Internamente sabemos que al Gobierno no le han gustado algunas de estas calificaciones. Ya en una oportunidad, a finales del año pasado, el Presidente había externado su desacuerdo cuando Moody´s  (otra calificadora) le bajó la letra a nuestra deuda soberana y nos dio también perspectiva negativa, a pesar de la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas. Calificó el trabajo como equivocado e "injusto". 

La semana pasada cuando la misma Moody´s hizo algunos señalamientos, no muy favorables, sobre el posible  impacto que puede tener en los bancos estatales la aplicación del Programa de Salvamento para Personas Altamente Endeudadas, los rechazó diciendo   “no deposito mi confianza en calificadoras”

Lo grave es que Moody´s no se lo dice al Gobierno de Costa Rica. Insisto, se lo dice al mercado internacional. Y lo que es peor, nuestros bancos públicos tienen calificaciones de riesgo, que eventualmente se podrían afectar. Cierto que dicen que hoy los bancos están llenos de plata. Sin embargo, en la de menos por sus estrategias o necesidades financieras (calce de monedas, calce de plazos, por ejemplo) necesiten ir a fondearse al exterior y entonces ahí sí les van a preguntar por este tema. 

El ANUNCIO DE FITCH. Algunos de los señalamientos que hizo la calificadora esta semana para mantenernos la letra son: las debilidades que advierte en las finanzas públicas, las dificultades políticas que observa, que la regla fiscal no se ha probado, y que la Asamblea haya restringido el financiamiento externo  a aprobaciones parciales. La perspectiva negativa refleja los altos déficits fiscales  y los compromisos de amortización de deuda, en un entorno de desaceleración económica.  Entonces, si se diera un aumento el costo (tasa de interés) de la deuda, puede llevar a un mayor endeudamiento. 

Fitch estima que los déficits fiscales se mantendrán por encima de 5% del PIB hasta el 2023, aunque se aplique la regla fiscal, lo cual llevará la deuda del Gobierno Central  a una cifra superior al 70% del PIB en el 2023. Por eso dije que nos fue bien. 

CONCLUYO. Estas evaluaciones externas, bien entendidas, pueden servir de autocrítica para mejorar el manejo de los temas públicos. El cuadro que dibuja Fitch es delicado. Es parte de la herencia que le dejaron al nuevo Ministro de Hacienda.