sábado, 29 de julio de 2017

RIESGO DE LIQUIDEZ. 29/7/2017

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RIESGO DE LIQUIDEZ

Guillermo E. Zúñiga Chaves

El que emite un bono, sea un banco, una empresa o un gobierno,  se compromete a pagar el principal y los intereses en los términos y plazos pactados. El inversionista les da su dinero, a cambio de lo cual recibe un bono, que el emisor debe honrar a tiempo. Unos tienen dinero para invertir (los inversionistas); otros tienen necesidades y piden prestado ese dinero por tiempos definidos (el emisor).

Por ello los emisores de bonos siempre están administrando la disponibilidad de sus recursos, lo que llamamos la liquidez, para hacer frente al pago oportuno del compromiso adquirido. Esa liquidez debe ser suficiente y debe además contemplar el tipo de moneda en que se debe hacer el pago al inversionista.

ESTRECHEZ DE LIQUIDEZ. Si se empieza a estrechar la liquidez, no solo se puede afectar el pago de los bonos emitidos, sino que se puede afectar el pago de las planillas, el pago de los proveedores de bienes y servicios, de la luz, del agua, de la papelería, de las materias para el trabajo, en fin, el ritmo de la actividad. Y si los gobiernos empiezan a sentir estrechez de liquidez,  esto  también les aplica.

Desde el punto de vista de los gobiernos, la liquidez la adquieren con los impuestos que cobran, con los préstamos externos que consiguen, con los ahorros (si los hay) en el manejo de los gastos presupuestarios o bien emitiendo deuda, sea interna o externa. Algunos gobiernos reciben donaciones que también les sirve como fuente de liquidez para enfrentar sus gastos.

En el caso de Costa Rica el gobierno también puede utilizar las llamadas Letras del Tesoro. Este es un endeudamiento directo con el Banco Central, que es caro, es inflacionario, requiere aprobación de la Junta Directiva del Central, es de corto plazo, no más de 90 días, y en todo caso debe cancelarse a fin de año. Si la memoria no me falla, si se usan las Letras del Tesoro, Hacienda y el Central deben informar a la Asamblea.  Todo esto está detallado en la Ley de Administración Financiera y Presupuestos Públicos y en la Ley Orgánica del Banco Central.

FALTANTES DE PRESUPUESTO Y LIQUIDEZ. Y aquí conviene explicar la diferencia entre faltantes de presupuesto y faltantes de liquidez. Un faltante de presupuesto es cuando un gobierno debe hacer un gasto, pero no tiene la autorización presupuestaria para hacerlo. Por lo general, debe ir al Parlamento a pedir esa autorización.  Por su parte, el faltante de liquidez se da cuando al gobierno se le empieza a disminuir el efectivo aunque tenga autorización presupuestaria.  Lo que no tiene es la plata para pagar, aunque tiene autorizado hacer esos pagos.

ORIGEN DE ESTE COMENTARIO. Hago estos comentarios porque la semana pasada, cuando se informaron los resultados fiscales al mes de junio, desde el Gobierno se nos alertó sobre eventuales problemas de liquidez que podemos enfrentar en el corto plazo.  Estamos al límite del endeudamiento y la ausencia de recursos frescos para enfrentar compromisos ineludibles  nos exigen valorar medidas de emergencia, ante una eventual falta de liquidez, enfatizó, Helio Fallas, primer vicepresidente de la República y ministro de Hacienda” (Comunicado de Prensa del Ministerio de Hacienda,  del 20 de julio de 2017. Tomado del  WEB del Ministerio de Hacienda).

ALERTA A LOS MERCADOS. Esto dibuja una situación muy seria que debe ser presentada con claridad a los ciudadanos y debe ser debidamente atendida. Las consecuencias que se derivan de una situación de iliquidez pueden ser gravísimas. Un anuncio de este tipo alerta a las calificadoras de riesgo y a  los mercados. Las fuerzas políticas deben poner el mayor  cuidado a esta situación y dejar de lado los cálculos electorales.







sábado, 22 de julio de 2017

EL ACUERDO NACIONAL (II): OTROS ACUERDOS CURIOSOS. 22/7/2017

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EL ACUERDO NACIONAL (II): OTROS ACUERDOS CURIOSOS

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Gatopardismo: en el análisis político se usa para señalar procedimientos de “cambiar algo para que nada cambie.”

Decía la semana pasada que mi entusiasmo por el Acuerdo Nacional en 59 temas empezó a disminuir  cuando vi el detalle de algunos de ellos. Comenté el caso del Acuerdo 59, donde los partidos políticos por unanimidad se comprometen a impulsar  una reforma hacendaria progresiva y sostenible, pero a la hora de discutir sobre impuestos, le zafan la tabla.  ¿Cómo quieren aumentar progresividad impositiva si  a la hora de la verdad no quieren tocar los impuestos? Una gran contradicción, que raya en el cinismo político.

DEL Capítulo de Infraestructura. El Acuerdo 21 sobre la modernización de la infraestructura y el transporte público dice lo siguiente. Reformar el Conavi y el CTP para garantizar plazos razonables en la construcción de obra y el ordenamiento del transporte público de la GAM, mediante la eliminación de sus juntas directivas, y la transformación de los entes en direcciones del MOPT”.

La idea es convertir al CONAVI y al CTP en órganos de desconcentración mínima para que sea mas fácil alinear sus acciones con las políticas del MOPT. De paso se pretende  eliminar las juntas directivas. Esto se acordó por unanimidad. Recoge en mucho la discusión que en los últimos años se ha venido dando en torno a estas instituciones.
Ahora bien, si todos los partidos políticos están de acuerdo en estos acomodos, ¿qué ha ocurrido con el proyecto de ley 19.900 que el Ejecutivo presentó a la Asamblea Legislativa desde  principios del año pasado?  El texto base incluye propuestas relacionadas con este tema. De acuerdo al WEB de la Asamblea ese proyecto no se ha movido en más de un año. ¿Qué ganamos con que en el “Acuerdo Nacional” todos los partidos  políticos digan que están a favor de hacerle reformas a estas instituciones, si ya tienen un proyecto en la Asamblea y las cosas no avanzan?
Este caso muestra otro ángulo de estos “acuerdos”. En los temas fiscales decían estar de acuerdo con un concepto de reforma, pero después no apoyan  y dejan por fuera una parte importantísima, valga decir los impuestos. En este otro caso, todos los partidos dicen estar de acuerdo con reformar al Conavi y al CTP, pero un proyecto presentado sobre este tema no lo mueven. Si la firma estampada en el  Acuerdo Nacional fuera realmente para poner en marcha lo acordado, ya ese proyecto debería haberse votado. Otra inconsistencia. Firman acuerdos, pero no existe la voluntad política real para implementarlos.
Capítulo sobre Reforma Administrativa del Estado y Simplificación de Trámites. Aquí encontramos otro ejemplo curioso. El Acuerdo 52 dice lo siguiente: Instar a los ministerios a revisar la conveniencia de reorganizar sus órganos desconcentrados a órganos de desconcentración mínima o dependencias internas, cuando así convenga a nivel estratégico y de eficiencia institucional”.
Este es otro acuerdo aprobado por unanimidad.  Ahora bien, el acuerdo es hacer una instancia al poder ejecutivo para que estudie la conveniencia de hacer cambios para que se mejore la eficiencia de las instituciones. Por Dios, ¿hacer un “acuerdo nacional” para pedir eso? No se necesita ningún acuerdo para que el Ejecutivo promueva las reformas administrativas que hagan más eficiente su trabajo. ¡Simplemente debe hacerlo!
Otra cosa sería si el acuerdo fuera el compromiso de pasar las modificaciones legales que hagan más eficiente el aparato del Estado. Claro, siempre que hagan real ese apoyo y no vaya a ser que a las iniciativas les ocurra lo del proyecto sobre CONAVI.
MALICIA INDÍGENA. Lanzar las campanas al vuelo porque se han logrado 59 acuerdos, me parece ingenuo. Algunos no son sustantivos, y otros no tienen apoyo político real. Ojalá no estemos en presencia del gatopardismo político, esto es, cambiemos para que nada cambie.




sábado, 15 de julio de 2017

EL ACUERDO NACIONAL (I). 15/7/2017

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EL ACUERDO NACIONAL (I)

  Guillermo E. Zúñiga Chaves

Es meritorio que se haga un nuevo esfuerzo por lograr acuerdos nacionales que conduzcan a destrabar el país. Son muchos años donde la desconfianza nos ha carcomido. Se ha usado el obstruccionismo, frente a la propuesta. Ha prevalecido la visión de corto plazo y, en muchísimos casos, la miopía politiquera, frente a los retos nacionales.  Los más optimistas han insistido en que hay acuerdos sobre 59 temas.  Fui a ver detalles y perdí el optimismo

Este es un acuerdo político. Es un acuerdo entre los nueve partidos políticos que hoy tienen representación legislativa. Esto lo lleva a uno a pensar que lo que se haya acordado ahí, que necesite pasar por la Asamblea, debiera presentarse y aprobarse de forma rápida.

DOCUMENTOS. A  solicitud mía, D. Miguel Gutiérrez me facilitó, en forma diligente, dos documentos en torno al Acuerdo Nacional, que he empezado a revisar. Uno se llama “Acuerdo Nacional”, que es un informe  donde se presentan resúmenes de las propuestas, y se registran los resultados de las votaciones. El otro se llama “Acuerdo Nacional. Fundamentos Técnicos”, que muestra el material de soporte del que salieron las propuestas discutidas. Cada una de estos “fundamentos técnicos” tuvo un responsable que los elaboró.

ASPECTOS FISCALES. Por interés profesional me fui directamente a revisar los temas fiscales que ahí se tratan. El capítulo se llama Reforma Fiscal Progresiva. Conté 17 propuestas en este capítulo.  De ellas 7 fueron aprobadas y 10 fueron rechazadas. De esta forma, 59% de las propuestas en el campo de la “reforma fiscal progresiva” se rechazaron.

La visión para desarrollar este tema dice: Un sistema fiscal progresivo e integral, que permita dar sostenibilidad financiera al modelo de desarrollo costarricense propiciando el crecimiento, el empleo, el progreso social y la sostenibilidad que lo han caracterizado a través de la historia”· No es cualquier tipo de reforma; es una reforma progresiva, integral, que incluya sostenibilidad financiera, desarrollo, empleo y progreso social.
En línea con lo anterior, por unanimidad los partidos políticos acordaron la primera propuesta de este bloque:  Acuerdo 59: Los partidos políticos acuerdan declarar e impulsar las reformas correspondientes para resolver el tema fiscal mediante un acuerdo político sobre temas de ingreso y gasto público así como en la gobernanza fiscal, incluyendo aspectos de transparencia y rendición de cuentas y aspectos relacionados con la reactivación del crecimiento económico, elemento fundamental para la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo”.
Al leer este acuerdo sentí que por fin estábamos en las puertas de una solución. Léase bien: se incluyen  gastos,  ingresos, reactivación económica, gobernanza fiscal, transparencia y rendición de cuentas. ¡Y se aprobó por unanimidad! ¿Qué más se puede pedir?  Todos los partidos de acuerdo en esto. Pero están de acuerdo solo en la declaración. Porque a la hora de avanzar con algunas acciones, la cosa cambia.
HACER CHOCOLATE SIN CACAO. De las 10 propuestas rechazadas en este bloque,  8 están relacionadas con los temas de impuestos: no quieren la renta global (la rechazan todos), ni aceptan la renta mundial (pocos la apoyan). Pero dicen que quieren una reforma progresiva. ¡Qué contradicción! No  aceptan cambios en el IVA ni en el impuesto sobre la renta. Entonces no quieren modificar el régimen de impuestos que tenemos.   
CONCLUSIÓN. Hay una gran incongruencia de los partidos firmantes, que raya en el cinismo. Declaran estar de acuerdo en un concepto general de una reforma progresiva, con desarrollo inclusivo y  sostenido, pero no quieren dar los recursos para que esto se logre. No es el número de acuerdos lo que cuenta, sino la calidad de los mismos. Seguiré con este tema.





sábado, 8 de julio de 2017

“EL EMPLEO EN EL CORAZÓN DEL DESARROLLO”. 8/7/2017

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“EL EMPLEO EN EL CORAZÓN DEL DESARROLLO”

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Decía la semana pasada que la generación de empleo sigue siendo la principal prioridad que tiene el país. Indiqué también que en el tanto se sigan privilegiando las políticas de estabilización frente a las políticas de crecimiento económico, la demanda por empleo va a ser baja y, en consecuencia, será difícil disminuir el desempleo

ADMINISTRACIÓN SOLÍS. A mediados de agosto del 2014, empezando la actual Administración, se presentó la Estrategia Nacional de Empleo y Producción. Y el documento agregaba un subtítulo: “El empleo en el corazón del desarrollo”. Este material fue presentado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Ministerio de Economía, Industria y Comercio. Contó con el apoyo de la Organización Internacional del Trabajo.

Me llamó la atención que le encargaran a esos dos ministerios la formulación de esta estrategia y su seguimiento, siendo que los hilos de la política económica se manejan por otro lado. “El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y el Ministerio de Economía, Industria y Comercio, establecerán una Unidad Ejecutora de la Estrategia Nacional de Empleo y Producción, la cual contará con el acompañamiento de la Organización Internacional de Trabajo”.  Y se le encargaba a esa Unidad Ejecutora que coordinara “…con las diferentes instituciones públicas y privadas que participan en la Estrategia….para dar seguimiento a la ejecución de las acciones de la Estrategia”. (Página 30 del documento).
CONCEPCIÓN EQUIVOCADA. Claramente hay un error de concepción en el diseño de esta política. Dos instituciones de poca incidencia en el manejo de la política económica las encargan de semejante tarea. La verdad es que en materia de política económica la procesión va por otro lado:  la estabilidad macroeconómica (muy necesaria, por cierto) sigue gravitando fuertemente  en el diseño y prevalece sobre cualquier objetivo.   Como la situación fiscal está muy comprometida, entonces del Banco Central hace su tarea y se hecha a la espalda todo el ajuste. Aunque el desempleo sigue siendo alto. 
Recuerdo que en aquellos días el sector empresarial, el que demanda empleo en base al crecimiento de su producción, se quejaba de que no habían sido consultados sobre esa estrategia. Y la propuesta ni siquiera hacía estimaciones del crecimiento económico esperado. No había mandatos claros sobre las políticas monetarias, cambiarias o hacendarias. Un ejercicio de muy buena voluntad, sin la menor duda, pero desprovisto de mecanismos reales de aplicación;  valga decir, sin dientes para echarla a andar.  
El informe semestral que la Unidad Ejecutora debía publicar, nunca lo he visto. Y lo cierto es que con esa Unidad o sin ella, no es por ahí por donde camina enfrentar el desempleo.
OTROS FACTORES. Ya he mencionado el lado del crecimiento económico, valga decir la demanda de trabajo. Pero también se debe poner interés al  lado de la oferta de trabajo. En particular llamo la atención sobre  la formación de nuestra mano de obra. Se ha insistido en que la capacitación que se recibe en los sistemas formales no compaginan con las necesidades reales de la economía. Y el país invierte miles de millones en su sistema educativo. Esto se debe revisar y cuanto antes mejor.
El otro aspecto que no se ha medido con claridad, es el efecto que tiene la población migrante sobre las tasas de desempleo. Muchos de estos migrantes realizan tareas productivas de gran valor para la sociedad, pero su número gravita como parte del exceso de oferta que el mercado tampoco puede absorber.
Obligado es referirse al emprendedurismo, como salida al problema. Pero tampoco se dan las condiciones para que los jóvenes y otros emprendedores, accedan a los mecanismos financieros y no financieros para desarrollar sus proyectos.
Concluyo. Ojalá que los candidatos presidenciales y los partidos nos expliquen cómo enfrentarán este reto. Ya es hora de definiciones.