sábado, 27 de julio de 2019

URGE PLAN INTEGRAL. 27/7/2019

NOTAS AL TEMA 

URGE PLAN INTEGRAL 

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Esta semana el Banco Central presentó la Revisión del Programa Macroeconómico 2019-2020 (PM) y, con esto, confirmó lo mal que va nuestra economía. El crecimiento esperado para este año es únicamente 2,2%, un punto porcentual por debajo del 3,2% que había anunciado a principios de año. Y para el año entrante reduce el pronóstico a 2,6%, frente a 3,0% que había dicho originalmente. Por ello el desempleo y el subempleo. ¡Esto no pinta bien!

EL INFORME DEL BANCO TIENE UNA GRAN CONTRADICCIÓN. Por una parte dice que con la aprobación de la ley fiscal el mercado financiero local mejoró su confianza, pero al mismo tiempo reconoce que esto no ha sido suficiente  para impulsar la inversión internamente. De hecho, las encuestas siguen mostrando niveles altos de desconfianza, incertidumbre y pesimismo entre los consumidores e inversionistas”(Rodrigo Cubero, Presentación de la Revisión del PM). ¿Hay o no hay confianza?

El consumo de los hogares fue menor este semestre comparado con el primer semestre del año pasado y la inversión fue también mucho más baja. Claramente se redujo el mercado interno. Además, la inversión pública ha estado por debajo de los niveles esperados, por sub ejecución de los proyectos, debido a problemas de gestión. 

Y en el frente externo hay dudas sobre la evolución de la economía global. Ya nuestras  exportaciones fueron menores este semestre comparadas con las del año pasado. Lo que está “sosteniendo la burra” es el ingreso de inversión extranjera que compensa el desbalance externo  y, sobretodo, el endeudamiento externo que se le ha ofrecido a Hacienda (Eurobonos y préstamos con bancos multilaterales), lo que permite proyectar saldos de reservas mayores e induce el tipo de cambio a la baja. 

En estas condiciones, a pesar de los esfuerzos del Central por bajar los intereses, se proyecta  un crecimiento menor del crédito al sector privado para lo que resta de este año y para el 2020.¿Reactivación?

Este cuadro repercute en los resultados fiscales con déficits proyectados del Gobierno Central mayores para este año y el siguiente, y un aumento importante en el endeudamiento que se estima en 62.0% del PIB para el 2020. Esta es una cifra muy alta. ¡Ojo con la calificación de riesgo soberano! 

ZAPOTE REACCIONA.“…el Presidente de la República, le pidió a los costarricenses este martes hacer a un lado el negativismo, sentimiento que asegura no colabora en momentos cuando el crecimiento económico será menor del proyectado para 2019”.  Y anadió: “para hacer un llamado a la paz social, unir esfuerzos para generar confianza y enviar señales positivas a la economía nacional, tarea que no es solo del gobierno, sino también de la población”. (Diario Extra, 24 de julio 2019).

UN PAÍS COMO COSTA RICA REQUIERE IMPULSAR DOS MOTORES. Por una parte, debe ser cuidadoso con el manejo de sus relaciones internacionales,  diplomáticas y económicas, que nos ofrece mercados amplios, tanto por el número de consumidores como por la capacidad de compra de esos consumidores. Por otra debe cuidar el mercado interno, que sigue siendo el destino de buena parte de la producción de las pequeñas y medianas empresas, generadoras importantes de empleo, que impacta la  distribución de ingresos y promueve el desarrollo. 

A lo largo de la historia hemos construido un estado de bienestar que nos ha dado una política social envidiable y una sociedad en armonía. Mantener ese estado de bienestar cuesta plata y es nuestra responsabilidad cuidarlo. La discusión hoy se centra en cómo vamos a hacer para financiarlo ante los nuevos retos que aparecen, garantizando al mismo tiempo la competitividad productiva en todos los sectores. 

RESUMO EL PROBLEMA ECONÓMICO. ¿Cómo mejorar la competitividad nacional, que genere el excedente para financiar el estado de bienestar? Se requiere una propuesta integral desde el Gobierno, más allá del llamado al optimismo. Se evitaría, de esta manera, que cada sector “jale para su saco”, y se podrían canalizar las sugerencias desperdigadas, que a diario aparecen y que, de alguna manera, interrumpen el manejo del Gobierno. Para eso se requiere claridad, liderazgo y voluntad. 

sábado, 13 de julio de 2019

LA REGLA FISCAL NO DEBE APLICARSE A LA CCSS. 13/7/2019

NOTAS AL TEMA

LA REGLA FISCAL NO DEBE APLICARSE A LA CCSS

Guillermo E. Zúñiga Chaves

En mi comentario publicado hace dos semanas en este mismo espacio, sostuve que a los servicios de salud de la CCSS no se le debería aplicar la regla fiscal. Estoy hablando del Seguro de Enfermedad y Maternidad, porque el Régimen de Pensiones de la Caja quedó fuera de la regulación.    

En ese momento los diputados tramitaban un proyecto de ley para sacar a las municipalidades de esa regla. Afirmé que los diputados …harían muy bien en incorporar de inmediato una excepción parecida para los servicios médicos de la Caja….”(Notas al Tema, “Para verdades el tiempo”, Junio 29 de 2019). Hoy voy a explicar mis razones. 

REFRESCANDO UN POCO. Hay que recordar que la regla fiscal es un criterio que fija cuánto puede crecer el gasto corriente del Gobierno tomando en consideración el crecimiento de la producción nacional y el nivel de deuda del Gobierno Central.

La idea es que si la deuda del Gobierno Central respecto al PIB es muy alta,  hay que definir un mecanismo que limite el crecimiento del gasto corriente para evitar que la deuda del Gobierno Central siga creciendo. De paso señalo que esto se puede lograr sin necesidad de la regla aprobada y que el artículo 176 de la Constitución Política ha tenido una regla desde siempre. Pero ¡ojo! El mecanismo es para atender el tema de la deuda del Gobierno Central, que es la que está altísima y es un gran problema hoy.

¿QUÉ ENTRA EN EL GOBIERNO CENTRAL? De acuerdo con “el Clasificador Institucional” del Ministerio de Hacienda, desde el punto de vista contable el Gobierno Central está conformado por el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y sus órganos auxiliares (como la Contraloría y la Defensoría), el Poder Judicial y el Tribunal Supremo de Elecciones. En términos presupuestarios, sus ingresos y gastos son los del Presupuesto Nacional, que es el que muestra los déficits de Hacienda y la gran deuda.   Por tanto, aquí no entra el presupuesto de la Caja Costarricense del Seguro Social y otro montón de instituciones. Este es el punto que le debe quedar claro a los habitantes del país.

LA CAJA TIENE SUS PROPIOS INGRESOS. Me refiero a las cuotas que pagamos trabajadores,  patronos y el Estado en su doble condición, como patrono que es y como Estado. Por otro lado, el resultado financiero de la Caja, como ya se explicó, no va a aparecer en el déficit o superávit del Gobierno Central. En consecuencia, es fácil concluir que no hay ninguna razón para aplicar esta regla fiscal a la CCSS.

Si al Gobierno Central no le alcanza la plata, ¿por qué van a limitarle a la Caja usar su propia plata? Lo que le pagamos a la  CCSS por el Seguro de Enfermedad y Maternidad debe utilizarse en los servicios de salud. ¡Punto! Ese dinero no puede usarse para otras cosas. La plata de la Caja no puede ir a parar a Hacienda, por lo que prohibirle gastar no le ayuda en nada al resultado del Gobierno Central.  Limitarle el crecimiento del gasto corriente (medicinas, electricidad, gasolina, reactivos, gasas, papelería, vacunas, servicios de aseo, personal y un gran etcétera),  como lo hace la ley que creó la regla fiscal, es la cosa más sinsentido que se puede haber aprobado. 

AHORA BIEN. Si la Caja no tuviera listas de espera, si le sobrara espacio en los hospitales, si los servicios médicos no estuvieran saturados, si hubiera suficiente personal, si todos los medicamentos que la población asegurada necesita estuvieran disponibles, pues no se necesitaría aumentar el gasto.  Pero con  las necesidades no satisfechas que existen al día de hoy, a pesar de los enormes esfuerzos que hace la institución, el venir a amarrarle las manos lo único que lograría es hacer mayores estos problemas. Y con ello, el aumento del descontento. 

CONCLUYO. Como es común en nuestro país ya se han presentado consultas sobre la “legalidad” de esta regulación. Para evitar confusiones, y no estar sujetos a interpretaciones, batallas legales o decretos antojadizos, los diputados deben aprobar cuanto antes una ley que saque de inmediato a la Caja de la aplicación de la regla fiscal. Asuman la responsabilidad política.  No atenten más contra los derechos de los habitantes. La plata de la Caja se debe gastar en los servicios de salud.