Notas al tema
URGE EL ACUERDO SOCIAL
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
Decía el poeta que “nunca se pone más oscuro que cuando va a
amanecer”. Por el bien de todos quisiera
que amaneciera lo más pronto posible. Porque hoy estamos sumidos en un panorama
lleno de nubarrones.
Y no es solo por los asuntos económicos que, sin duda, son motivo
de enormes congojas nacionales. Creo que
el tejido social se está deshilachando. Hay amenazas sobre el colectivo. “Nos ha carcomido la desconfianza entre nosotros”,
escuché de un joven panelista en un evento
organizado por CRUSA la semana pasada.
MOMENTOS DE RUPTURA. En época reciente el “combo del ICE” fue un primer momento de ruptura. El trámite del TLC provocó otra fractura
social que arrastramos hasta nuestros días. Y ahora la discusión y aprobación del
ajuste fiscal que está en conocimiento de la Asamblea Legislativa, se perfila
como otro punto de inflexión.
DESENCUENTRO. Muchos de los sectores que se opusieron al “combo del ICE”, se opusieron también al TLC. Estos grupos
sirvieron de base de apoyo para que el Presidente Solís ganara las elecciones. Muchos
de esos sectores dieron también su apoyo al actual Presidente. Lo nuevo que observo es que hay un desencuentro muy grande entre las expectativas de ese votante
y lo que está leyendo sobre la gestión actual. Muchos de los que votaron
por D. Carlos, hoy son grandes opositores a su gobierno, por lo menos, en lo
fiscal. ¿Hacia dónde pueden girar esos grupos que apoyaron a D. Carlos a llegar
a la Presidencia y hoy muestran su
descontento? Solo el tiempo lo dirá.
Al existir un enorme
debilitamiento del régimen de partidos políticos, falta de liderazgos,
fragmentaciones partidarias, las formas de canalizar las reivindicaciones se
empiezan a salir del marco institucional, cada vez con más frecuencia. Sin duda
ayuda a esta dinámica, los nuevos
mecanismos de comunicación, que permiten a las personas crear redes de intereses
para promover sus iniciativas y movilizar individuos en defensa de los mismos.
A LAS CALLES. Muchas de estas movilizaciones se plasman en protestas en las
calles: los de Uber, los taxistas, los pescadores, los paros sindicales, los agricultores. Han entendido que manifestándose en las calles, son oídos. Y esta forma
de llegar a los acuerdos es nociva, pues empieza a rebasar la institucionalidad,
superando desde luego a las instancias políticas. “Democracia de la calle” se
le ha llamado desde un sector del mundo sindical. Los partidos por su parte, no
han tenido la capacidad de interpretar e incorporar en su ideario esas demandas ciudadanas.
Tampoco ayudan los problemas del Poder Judicial; o los casos denunciados
que no pasan a los estrados judiciales y, en consecuencia, no se resuelven; o los
escándalos que se han presentado en las iglesias, de distinta denominación. Desde los distintos frentes pareciera que
cada día se le hecha gasolina a un barril que en cualquier momento se puede
encender. El tema nicaragüense también gravita y no faltan los revoltosos oportunistas
que promueven las posiciones xenofóbicas. Nada de esto ayuda al clima de
tolerancia y diálogo al que hemos recurrido siempre.
Los asuntos económicos no marchan
bien; y el manejo que se le ha dado al tema
fiscal tiene a la ciudadanía crispada.
Los faltantes presupuestarios para pagar la deuda; la caída en la
recaudación que obliga a un nuevo presupuesto extraordinario y a más déficit y a
más deuda, confunden a la población. Saber, por haberlo dicho la Señora
Contralora, que a finales del año pasado se colocaron más de ₡ 800.000
millones en deuda de corto plazo, y no se alertó sobre su vencimiento,
realmente molesta. Y tampoco colabora con la discusión fiscal.
CONCLUYO. Mucho de todo este descontento variopinto está contaminando la
discusión fiscal. Mandar las presiones a la Asamblea Legislativa es un procedimiento
viejo y poco efectivo. Lo que conviene
es hacer un alto, respirar con calma, convocar a todas fuerzas sociales y
entender que esto lo arreglamos entre todos o nos hundimos todos. La
Costa Rica del Bicentenario debe refundar el Pacto Social, por medio del diálogo
amplio e inclusivo. Ojalá que la luz que anuncia el poeta llegue pronto.
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