sábado, 3 de noviembre de 2018

PROBREZA Y DESEMPLEO. 3/11/2018

NOTAS AL TEMA

PROBREZA Y DESEMPLEO

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Dos estudios recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) nos informan sobre la evolución de la pobreza y el desempleo, temas claves del desarrollo.

DESEMPLEO. Esta semana el INEC publicó la Encuesta Continua de Empleo al Tercer Trimestre del año 2018. Nos dice que el desempleo abierto en este trimestre fue 10,2%. Esto representa un total de 242.228 personas desempleadas.  Hace un año, en el tercer trimestre de 2017,  la tasa de desempleo fue 9,4%, que equivalía a 213.816 personas desempleadas. Con esto, en un año hubo un aumento de 28,412 personas desempleadas. Si comparamos el dato de este trimestre, con el dato del trimestre anterior (el que terminó en junio del 2018), hay como 37.000 desempleados más. Estas cifras son vergonzosas.

POBREZA. Otra encuesta, la Encuesta Nacional de Hogares que se publicó a mediados del mes pasado, nos indica que los niveles de pobreza aumentaron en el país. Efectivamente, el dato para 2018 muestra que el 21,1% de los hogares del país se encuentran por debajo de la línea de pobreza; esto equivale a 328.848 hogares. El año pasado esa cifra se estimó en 20% . Esto significa que este año hay 23.617 hogares  más que cayeron en pobreza. Estas cifras también son vergonzosas.

ACOSTUMBRADOS. Es muy lamentable que nos estemos acostumbrando a estos resultados.  El país no puede “darse el lujo” de mostrar estas estadísticas. Estamos tan concentrados en temas de estabilización y ahora ahogados por la situación fiscal y preocupados por el valor del dólar, que no estamos atendiendo la actividad productiva. La máquina económica no está jalando con suficiente fuerza  para absorber a la población que cada año se incorpora al mercado laboral y para garantizarles ingresos plenos.

NO SON CIFRAS FRÍAS. Y es que no se trata únicamente de cifras frías que se revelan en los informes. Detrás de cada uno de estos números hay personas, hay familias, con necesidades que deben atenderse, que sufren el dolor de la pobreza y del desempleo. ¿Qué sentido tiene hacer crecer la economía si no sirve para resolver las necesidades de la gente?  ¿Cuándo iremos a entender que en el corazón del diseño de las políticas económicas, el objetivo central y prioritario  debe ser la satisfacción plena de las necesidades de los habitante del país?

CRISIS. Lamentablemente la crisis que ya estamos viviendo lo único que va hacer es profundizar el dolor de estas y nuevas familias. Hemos pospuesto a lo largo de los años los ajustes en el campo fiscal, en el campo financiero, en el campo productivo y en los temas de distribución. Con el arribo del nuevo gobierno, tuvimos la ilusión que sería posible repensar la República.  Incluso llegué a considerar que la Costa Rica del Bicentenario permitiría refundar el Pacto Social.

Los acontecimientos recientes se orientaron por una solución fiscal que contó con mayorías políticas en Asamblea Legislativa, pero que hoy espera el resultado de las deliberaciones de la Sala Constitucional. Una vez más las dirigencias políticas demostraron  su incapacidad para construir las mayorías suficientes y los acuerdos sociales que eviten mandar al Poder Judicial, las decisiones que deben tener soluciones políticas. No es conveniente que un asunto de tal importancia nacional quede en manos de 7 personas.

¿PLAN B? Si se pide  un plan B, éste no aparece con claridad. Se insinúa apenas. Con lo cual estamos frente a una solución que parece ser la única para el país. Es un proyecto al que se le pueden hacer muchas mejoras, pero resulta ser el único al que nos llevaron los actores políticos y sociales. ¡Tómelo o tómelo! Esta estrategia y las contra tendencias, hacen que desde el exterior nos observen con grandes interrogantes. Internamente hay mucha desconfianza también.  


CONCLUYO. Si los resultados en pobreza y desempleo son malos este año, la aplicación  del ajuste que se viene los va a empeorar. La unidad nacional frente a este desafío es una urgencia. Reconstruir el diálogo apremia.

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