NOTAS AL TEMA
PROGRAMA MACROECONÓMICO DEL BANCO CENTRAL: RESULTADOS FISCALES
Guillermo E. Zúñiga
Chaves
Decía
la semana pasada que los resultados fiscales del año 2015 merecen un comentario
aparte por lo relevante que son en la presente coyuntura. Venía analizando el panorama
económico que presenta el Banco Central en el Programa Macroeconómico (P.M.) para 2016 y 2017, que hizo público a
principios de este mes.
LAS CIFRAS. Hace un año, en enero de
2015, el Banco Central indicaba que el Gobierno Central cerraría con un déficit
de -5,7% del PIB; en la revisión que hizo en junio calculó que cerraría un poco
más alto, en -5,9% del PIB y ahora en esta última publicación que hizo a principios
de este mes, confirmó el dato de cierre en el Gobierno Central de -5,9%. Este es un resultado muy malo. Es más,
de no hacerse nada, el BCCR calcula que en este 2016 se cerraría con un resultado
peor, estimado en -6,2% del PIB.
Tenemos
entonces que el resultado para el 2015 fue más alto que el esperado. De esta
forma, el primer año de esta
Administración, es decir, el 2014 cerró
en -5,7% del PIB, en el 2015 fue -5,9% y un proyectado, de no hacerse nada, de -6,2% para
este 2016. Y para el 2017 el BCCR lo estima en -7,0% del PIB. La tendencia es alarmante.
Los problemas derivados.
Un primer problema es que estos “huecos
fiscales”, se han financiado con deuda,
que ha sido creciente. Cito al Banco Central: “Dado el deterioro de
las finanzas públicas, la razón de deuda
total del Sector Público Global a PIB, se estima ascendió a 63,2% en el 2015,….” (p.22 del
P.M.). Y solo para ilustrar la tendencia, menciono que en el 2009 ese dato era 42.2%
del PIB. Es decir, ha subido 21puntos en
6 años. Esto es insostenible.
El segundo problema, derivado de lo anterior,
es que al haber más deuda, pues el monto
que el Gobierno tiene que pagar por intereses es cada vez mayor, con lo que queda menos espacio para que se use
el dinero en otras cosas. Para ampliar:
si hay que pagar más en intereses, pues habrá menos plata para la
infraestructura, o para la educación, o para pagar las pensiones, para citar
unos pocos ejemplos.
Un tercer problema es que cuando el Gobierno
entre este año a financiar con deuda esos faltantes, pues las tasas de interés
van a subir. El espacio en endeudamiento externo se está cerrando, y hasta
China ya anunció que no habrá negocio
con el Gobierno. La deuda será interna.
NO SON SOLO CIFRAS. Esto es un problema
que afecta directamente a las personas. Debe recordarse que si bien aquí
estamos hablando de cifras y números, lo cierto es que detrás de esas cifras
hay personas de carne y hueso, como lo he dicho tantas veces, que se verán
afectadas negativamente. En la medida en que haya que pagar más y más intereses,
más recortes habrá en otros programas. Por eso el “cuento” de que esta Administración
puede salir a base de endeudamiento, no es más que un cuento, pues lo cierto es
que se están comprometiendo los recursos para los programas sociales y
económicos prioritarios.
MÁS LAMENTABLE. Esto que estoy hablando ya se está
presentando en este año 2016. Para llegar a ese resultado en las cuentas fiscales de -6,2%
del PIB, el BCCR está estimando que
habrá una reducción en la inversión pública. Y empezar a ajustar los gastos por el lado de
la inversión, es comprometer el desarrollo del capital del país, comprometiendo
la competitividad y otros extremos. Con frivolidad algunos dicen que si se recorta
la inversión nadie reclama. Por así
decirlo, los puentes no hacen huelgas. Pero esto no es cierto: impacta directamente
a las comunidades, a los productores y a los ciudadanos en general.
Conclusión. El Banco
Central lo advierte: “… la trayectoria creciente de la
deuda pública pone de manifiesto la
necesidad de medidas que permitan contener su crecimiento y con ello eviten que
se materialice el riesgo que ello significa para la estabilidad macroeconómica
del país en el mediano plazo”. (p.22 del P.M.). Frente
a esto, ¿qué va a hacer el Gobierno?
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