NOTAS AL TEMA
UNIDOS, HOY MÁS QUE NUNCA
Guillermo E. Zúñiga Chaves
Lo que estamos viviendo hoy es absolutamente nuevo. Tanto a nivel empresarial, como nacional, es muy difícil medir la dimensión del problema. Espero que ya todos aprendimos que entre mas rápido paremos la emergencia sanitaria, más rápido iremos a una “nueva normalidad”.
Por eso la prioridad nacional es el manejo de la pandemia, para lo cual “Hay que ser generosos con los fondos que pueda requerir la emergencia médica: que las finanzas no atenten contra la salud”. Dicho aquí mismo hace 15 días.
CONSUMIDORES, ¡NO SALGAN! Como el aislamiento social nos deja en las casas, los mercados se contraen. Con ello la producción, y desde luego el empleo, se reducen. Esto crea nuevas necesidades (nunca previstas) y hay que atenderlas en sus diferentes facetas: nuevos desempleados que requieren apoyo temporal, flujos de dinero para las empresas, manejo de las hipotecas de las personas y empresas, atención de los créditos, temas que ya han sido abordados. Pero esto requiere recursos adicionales, a los que ya el Estado utiliza para la atención de las poblaciones vulnerables en sus programas sociales.
¿FIDEICOMISO? Muy importante es ver la mecánica de atención de las nuevas personas y empresas que antes tenían una vida normal y hoy requieren apoyo temporal. Si la institucionalidad existente puede hacerse cargo de esos nuevos programas, pues es la que se debe usar. Si no es este el caso, se podría pensar en crear un fidecomiso que maneje esos asuntos: mucho control, precisión de metas, montos, criterios de selección, mecanismos de transferencias de las ayudas, en fin, una logística clara, detallada y transparente. Esto permitiría que, si se van detectando nuevas necesidades y se consiguen recursos para atenderlas, se puedan canalizar por medio de este vehículo.
RESULTADOS PROYECTADOS. Espero que también hayamos aprendido que los resultados económicos van a ser muy distintos a los que teníamos en mente a principios de año. Desde luego, no hablo de malgastar los recursos públicos; pero vamos a tener algo más que “pequeñas desviaciones” en los resultados fiscales. Van a ser más grandes, pues la situación es absolutamente extraordinaria. Por ello “… ´cuando el mundo se normalice´, los resultados se deben juzgar (incluidas las evaluaciones regulatorias y las auditorías) teniendo presente las excepciones que se dieron”. Dicho también hace quince días. Esta historia me la conozco muy bien; por eso insisto en el punto.
Propuestas han surgido muchas y buenas. Ahí está disponible un menú grande de alternativas. Y serán las circunstancias las que definan cuáles son incorporadas a los programas de gestión de la crisis, que es la etapa en la que estamos. Observo aquí un espíritu constructivo y de unidad nacional, que debe predominar.
HACIA ADELANTE. Aunque estamos atendiendo lo inmediato, es necesario estar pensando escenarios hacia adelante. Una parte de la institucionalidad se debe concentrar en el manejo de la crisis; otra parte debe evaluar escenarios hacia el futuro. Permítanme, entonces, insistir en la conveniencia de “…conversar cuanto antes con los organismos internacionales. Podría ser que se necesiten recursos en el corto plazo. Pero, sobre todo, para la etapa “post virus”, que será de reactivación”. Confío en que el Ministro de Hacienda y el Presidente del Banco Central, que vienen de esos organismos, ya lo han hecho. Es una buena idea “pedir ficha” rápido.
Sobretodo porque veo hacia adelante unos procesos enormes de renegociaron de la deuda pública interna y externa del país. El estrecho margen fiscal con que nos agarró esta tragedia, nos obliga a buscar alivios fiscales por medio de la restructuración del endeudamiento. Y si se tienen acuerdos, bien negociados, con estos organismos, será más fácil. Además, en esta renegociación de deuda hay que buscar otras fuentes, países amigos, a los que hay que interesar para que cooperen, puesto que no se deben “poner todos los huevos en la misma canasta”.
POR ÚLTIMO. Es un momento para sumar; poner al lado las diferencias y aportar desde la trinchera en la que cada uno se encuentre. No es recetando patadas como saldremos adelante.
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