sábado, 1 de junio de 2019

DIME CON QUIÉN ANDAS… 1/6/2019

NOTAS AL TEMA

DIME CON QUIÉN ANDAS…

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Aumentó la desconfianza en el manejo de los asuntos públicos. Esto no ayuda a mejorar el clima de los negocios. Lo que sucede es que la gente no percibe mejoras, a pesar de todos los anuncios y cadenas de televisión oficiales llenos de optimismo. Al pueblo se le están pidiendo grandes sacrificios y no está claro qué se recibirá a cambio. La política requiere de ilusiones, pero es ante todo un mundo de realidades.  Y la realidad es cada vez más dolorosa para los más desposeídos. 

CIERTO QUE HAY UN BLOQUE DE FUERZAS GOBERNANTES(que incluye partidos políticos, Asamblea Legislativa, al Ejecutivo, partes del sector empresarial) que han estado detrás de muchas de las iniciativas impulsadas por este Gobierno. En el segundo semestre del año pasado, construyeron un clima favorable para la aprobación de la reforma fiscal, al tiempo que montaron un instante de ilusión y, diría, hasta de optimismo en la población. Se vendió la idea que con la aprobación de ese proyecto la situación acongojante, que también se habían encargado de dibujar, iba ser superada. 

Al iniciarse el año 2019 empezaron aparecer los “peros”; se nos comunicó que aquello, de por sí amargo,  había sido simplemente un primer paso; que se iba a requerir endeudamiento adicional, que en la de menos habría que pasar nuevos impuestos, porque lo aprobado no alcanzaba. Y la reactivación económica no apareció, y por el contrario los indicadores conocidos señalan que vamos peor que el año pasado.No se espera que haya reactivación en el corto plazo, con lo cual los problemas de desempleo, subempleo y de pobreza aumentan y golpean a los sectores más pobres. 

ESTABILIZACIÓN. Nos han tratado explicar que primero hay que estabilizar fiscal y financieramente al país; nos han tratado de vender la idea que con inflaciones bajas vamos a salir adelante, que con políticas monetarias cautas se descentraba al país,  pero nada eso se transforma en resultados que sean apreciables por la población. La gente se siente engañada. No come cuento, ni macroeconomía ni estabilidad. Es hora que los diseñadores de la política nacional lo entiendan de una vez por todas: o se atienden los problemas apremiantes de la población, o los resultados serán un fracaso

REACTIVACIÓN. El gran Talón de Aquiles del momento es la reactivación económica pero el Gobierno no ha tenido la capacidad para articular un único plan creíble,  con metas cuantificables, con acciones armonizadas entre los distintas ejecutores de política pública, acompañado de la ingeniería financiera para su implementación, en fin un plan único, articulado, viable, financiado, que enrumbe al país hacia la mejora productiva.Por el contrario, todos los días surgen nuevas propuestas, que al no articularse, no dan la confianza suficiente para que la inversión y los consumidores se sientan cómodos. El manejo ha sido errático, desarticulado, al punto que una buena iniciativa del calado del Plan de Descarbonización, que es una opción a considerar, ha creado enemigos en todos los frentes.

DEUDA. El gobierno anuncia con bombos y platillos el endeudamiento con la CAF por US$ 500 millones, que vendrían acompañados de los US$ 350 millones del BID. Y ahora la Asamblea Legislativa les aprobó US$ 1.500 millones en Eurobonos. Pero esto no es más que financiar con deuda externa los huecos fiscales que tenemos, puesto que  las cifras siguen siendo malas, y el déficit a abril de este año es más alto  que el de abril del año pasado. Esto es lo que se ve: malos resultados fiscales, más endeudamiento, más hipoteca nacional hacia futuro

CONCLUYO.El Gobierno debe dejar su autocomplacencia.  El Gobierno debe entender que es urgente recuperar la confianza de los ciudadanos, de otra manera todo ese endeudamiento que se está gestionando no va a ser productivo. No debe nublarse por los aplausos que le llegan de los grupos más conservadores del país, que todos los días le atizan la confrontación con  los sectores sociales. ¡Mucho cuidado! ¿Hacia dónde vamos?

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