NOTAS AL TEMA
DE ALCOA A CHANEL
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
El 24 de abril de 1970, un grupo de diputados aprobó un Contrato Ley
con la Alcoa, que entre otras cosas le daba el derecho a la explotación de
yacimientos de bauxita en el Valle de El General. Ese día los estudiantes universitarios
y de algunos colegios de secundaria, junto con representantes de otros sectores sociales, estábamos frente al
edificio legislativo manifestando nuestra oposición a tal proyecto.
Cuando se estaba dando la votación y se iba conociendo que el
Contrato Ley se aprobaría, las cosas se salieron
de control. Hasta un incendio en un sector del edificio legislativo recuerdo. La policía salió a controlar la situación,
tiraron gases lacrimógenos, hubo detenidos, algunos heridos. Con el pasar del
tiempo la explotación de la bauxita, derivada de este contrato, nunca se llevó
adelante.
¿"GENERACIÓN ALCOA"? Los universitarios de la época pensamos que era un día que
debíamos recordar siempre. En la Universidad de Costa Rica inclusive existe la
Plaza Veinticuatro de Abril para conmemorar esos sucesos. Siempre entendimos
que la nuestra era una lucha a favor de la Patria. Decíamos que con Alcoa había
un antes y un después en la vida nacional. Pero
la "Generación de Alcoa" como que se diluyó. Este año, es decir después de 47
años, el aniversario prácticamente pasó inadvertido.
CUESTIONAMIENTOS. Varios aspectos del Contrato Ley eran cuestionados. Destaco dos. Teníamos una resistencia a los términos económicos
de la negociación. No retengo detalles, pero a solicitud del decano de la Facultad
de Ciencias Económicas de aquella época, Don José Manuel Salazar Navarrete, yo
lo asistí en un trabajo que consistió en la revisión de las actas de las sesiones legislativas, donde
se conoció el proyecto de ley. Había muchos detalles derivados de las múltiples
audiencias, con información relevante. De
lo que me acuerdo, las cosas ciertamente no eran muy convenientes para el país.
Don José Manuel hizo una publicación donde se incluyó parte de este material,
procesado e interpretado por él.
Otro aspecto por el que también se atacaba ese contrato era porque
se decía que al explotarse la bauxita
para extraer el aluminio, se haría un destrozo del medio ambiente y habría
grandes impactos contaminantes. Este fue un punto muy duro, pues en aquella
época no existía la legislación ambiental que hoy tenemos y tampoco existía la
conciencia sobre estos temas que hoy, en general, en el mundo se reconocen. En honor
a la verdad, no teníamos la menor idea de
que estábamos metidos en una lucha ambiental.
Lo curioso es que hoy día, ante la presencia de cierto tipo de inversión
extranjera, en algunos casos, todavía se oyen argumentos similares. ¿No habrá cambiado el mundo en casi cincuenta
años? ¿Se sigue acumulando el capital con la misma lógica? Lamentablemente hay
que reconocer que en algunos casos la situación es muy parecida. Pero estas formas de explotación están destinadas
a ser condenadas por la Historia.
Otra forma de hacer negocios. Claro que hay otras formas de hacer alianzas con el capital
extranjero y hacer uso inteligente de nuestra riqueza biológica. Un ejemplo significativo
lo acabamos de conocer en el “mes de Alcoa”. ¡Qué paradoja!
Se acaba de firmar el
primer permiso de aprovechamiento comercial que permite
a la empresa Chanel hacer uso comercial de una esencia que contiene un café
costarricense. Ya la incorporó en uno de sus productos y ya lo está comercializando. El país posee el marco
regulatorio y la institucionalidad para llevar adelante este tipo de
iniciativas. La empresa interesada negocia con el proveedor de la materia prima
los términos y condiciones. El Estado vela porque la regulación se cumpla,
incluyendo que se dé una buena distribución de los beneficios derivados del
proceso.
A MANERA DE CONCLUSIÓN. Las comunidades de donde se extrae este componente verán
mejorados sus ingresos; el mercado les está reconociendo un valor adicional. ¡Su café vale hoy mucho mas! Es un caso
de producción limpia para generar riqueza y bienestar. Contrasta con la explotación
pretendida hace 47 años. La lucha no fue en vano, aunque pretendan ignorarla.
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