NOTAS ALTEMA
Y SEGUIMOS VALORANDO…
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
En enero de este año, el Banco Central presentó el Programa Macroeconómico
para 2016-2017. La semana pasada presentó la Revisión del programa. En mi
comentario del sábado anterior hacía una referencia al alto endeudamiento público,
a la forma en que se estaba financiando el mismo, lo que llevaba a restringir
el crédito al sector privado, y sobre el efecto en la dolarización de las
carteras de crédito. La verdad que esperaba ver algunos correctivos en la Revisión
del Programa Macroeconómico, pero no fue así.
Crédito al sector privado.
En enero el Banco Central decía que esperaba que el crédito al sector privado
creciera un 9,1% respecto al año 2015. En su momento expresé que me parecía muy
modesto, y de poco apoyo a la producción nacional. Ahora el Banco baja la
estimación al decir que va a crecer únicamente 8,1%. Es decir, se le está “apretando”
la disponibilidad de recursos al sector privado. Mala noticia.
CRÉDITO POR MONEDA. En enero,
el crédito al sector privado por moneda se esperaba que se comportara de esta
forma: 11% crecería en colones y 6,5% crecería en moneda extranjera. Pues bien,
ahora con la Revisión de julio el Central afirma lo siguiente: el crecimiento
en colones baja a 8,2% y el crecimiento en moneda extranjera sube a 8%. Se sigue dolarizando la cartera de
créditos, y esto puede estar incubando un gran riesgo sistémico.
Lo que está ocurriendo es que las tasas de interés en dólares son más
atractivas que en colones. La presencia de Hacienda en el mercado de captaciones,
limita la baja de las tasas de interés en colones, a pesar de tener una inflación
de cero, o más bien negativa. Además, el tipo de cambio ha estado “bastante estable”,
y los agentes económicos se sienten a gusto endeudándose en dólares, pensando que no habrá grandes saltos.
Inclusive aquellos que no generan dólares. ¡Más riesgo!
El saldo de reservas internacionales. Contrario
a lo que se había anunciado en enero, en el sentido de que se comprarían
divisas a lo largo del 2016 y del 2017, el Banco más bien ha tenido que vender divisas.
Estima que este año se perderán unos US$300 millones de reservas y otro tanto
para el año que viene. Recordemos que el
BCCR había venido comprando reservas y ahora
está empezando a gastarlas. Claro que el gasto de reservas, es parte de lo que
permite “una cierta estabilidad en el valor del dólar”, lo que a la vez es un factor
que “empuja” a la gente a endeudarse en dólares.
dos anotaciones.
Por una parte el precio del petróleo, relativamente bajo, permite que el país
se ahorre muchas divisas. Por otro lado, las tasas de interés bajas en el
exterior, hacen que los pagos de intereses
por préstamos externos sean menores. Dos aspectos externos que no van a perdurar
para siempre. Veremos si Estados Unidos mantiene su política de tasas de interés,
una vez que haya pasado la elección presidencial en noviembre.
CRECIMIENTO ECONÓMICO. Este
dato no se varió con la revisión; sigue estimado en 4,2% de crecimiento para
2016. El Banco lo explica en buena medida
por el incremento del consumo interno. ¿Y de dónde viene ese crecimiento? Dice
el Banco(pag. 14 de la Revisión): “El consumo de los hogares
aumentó 4,7% (0,7 p.p.
más que en 2015), y puso de manifiesto, principalmente, la compra de bienes de
origen importado (vehículos, electrodomésticos y productos alimenticios) y de
servicios producidos por la industria financiera, restaurantes y empresas
inmobiliarias…”. Y de
seguido nos dice que “La formación bruta de capital fijo creció
0,2% (10,2% en 2015)” , muy baja sin duda, y que “El
gasto en consumo de Gobierno, por su parte, creció 1,7% (2,4% el año previo)”,
por la “política de contención del gasto”
aclara.
Concluyo: no veo correctivos
claros en la Revisión del Programa Macroeconómico presentado. Parte del “bono petrolero” y las bajas tasas de interés internacionales lo
estamos usando para consumo, con un tipo
de cambio “estable”, créditos en dólares, y para ello empezamos a “quemar
divisas”. Y ¿qué acciones anuncia el Banco en la Revisión? “Valorar medidas adicionales que favorezcan
el proceso de desdolarización financiera” (pag. 32). ¡Diay!, seguiremos
valorando…
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