NOTAS AL TEMA
EL ACUERDO NACIONAL (I)
Guillermo E. Zúñiga Chaves
Es meritorio que se haga un nuevo esfuerzo por lograr acuerdos
nacionales que conduzcan a destrabar el país. Son muchos años donde la desconfianza
nos ha carcomido. Se ha usado el obstruccionismo, frente a la propuesta. Ha prevalecido
la visión de corto plazo y, en muchísimos casos, la miopía politiquera, frente
a los retos nacionales. Los más optimistas han insistido en que hay
acuerdos sobre 59 temas. Fui a ver
detalles y perdí el optimismo
Este es un acuerdo político. Es un acuerdo entre los nueve partidos políticos que hoy tienen
representación legislativa. Esto lo lleva a uno a pensar que lo que se haya
acordado ahí, que necesite pasar por la Asamblea, debiera presentarse y
aprobarse de forma rápida.
DOCUMENTOS. A solicitud mía, D. Miguel Gutiérrez
me facilitó, en forma diligente, dos documentos en torno al Acuerdo Nacional,
que he empezado a revisar. Uno se llama “Acuerdo
Nacional”, que es un informe donde
se presentan resúmenes de las propuestas, y se registran los resultados de las
votaciones. El otro se llama “Acuerdo
Nacional. Fundamentos Técnicos”, que muestra el material de soporte del que
salieron las propuestas discutidas. Cada una de estos “fundamentos técnicos”
tuvo un responsable que los elaboró.
ASPECTOS FISCALES. Por interés profesional me fui directamente a revisar los temas
fiscales que ahí se tratan. El capítulo
se llama Reforma Fiscal Progresiva. Conté 17 propuestas en este capítulo. De ellas 7 fueron aprobadas y 10 fueron
rechazadas. De esta forma, 59% de las propuestas en el campo de la “reforma fiscal progresiva” se
rechazaron.
La visión para
desarrollar este tema dice: “Un sistema fiscal progresivo e integral, que permita dar sostenibilidad
financiera al modelo de desarrollo costarricense propiciando el crecimiento, el
empleo, el progreso social y la sostenibilidad que lo han caracterizado a
través de la historia”· No es cualquier tipo de reforma; es una reforma progresiva, integral, que incluya
sostenibilidad financiera, desarrollo, empleo y progreso social.
En línea con lo anterior, por unanimidad los partidos políticos
acordaron la primera propuesta de este bloque: “Acuerdo 59: Los partidos
políticos acuerdan declarar e impulsar las reformas correspondientes para
resolver el tema fiscal mediante un
acuerdo político sobre temas de ingreso y gasto público así como en la
gobernanza fiscal, incluyendo aspectos de transparencia y rendición de cuentas
y aspectos relacionados con la reactivación del crecimiento económico, elemento
fundamental para la sostenibilidad fiscal en el mediano plazo”.
Al
leer este acuerdo sentí que por fin estábamos en las puertas de una solución. Léase bien: se incluyen gastos,
ingresos, reactivación económica, gobernanza fiscal, transparencia y
rendición de cuentas. ¡Y se aprobó
por unanimidad! ¿Qué más se puede pedir?
Todos los partidos de acuerdo en esto. Pero están de acuerdo solo en la declaración. Porque a la hora de avanzar
con algunas acciones, la cosa cambia.
HACER CHOCOLATE SIN CACAO. De las 10
propuestas rechazadas en este bloque, 8 están
relacionadas con los temas de impuestos: no quieren la renta global (la
rechazan todos), ni aceptan la renta mundial (pocos la apoyan). Pero dicen que
quieren una reforma progresiva. ¡Qué contradicción! No aceptan cambios en el IVA ni en el impuesto
sobre la renta. Entonces no quieren modificar el régimen de impuestos que
tenemos.
CONCLUSIÓN. Hay una gran incongruencia
de los partidos firmantes, que raya en el cinismo. Declaran estar de acuerdo en
un concepto general de una reforma progresiva, con desarrollo inclusivo y sostenido, pero no quieren dar los recursos
para que esto se logre. No es el número
de acuerdos lo que cuenta, sino la calidad de los mismos. Seguiré con este
tema.
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