NOTAS AL TEMA
OTRA LLAMADA DE ATENCIÓN
Guillermo
E. Zúñiga Chaves
La encuesta que publicó esta semana el Centro de Investigación y
Estudios Políticos (CIEP) de la
Universidad de Costa Rica, es la radiografía de un país angustiado, molesto y
atemorizado. “Nunca la percepción de los
costarricenses sobre el rumbo del país había sido tan pesimista” (
Diario Extra, Jueves 22 de noviembre, Pág. 16).
Y no es para menos; en su estrategia por la aprobación del plan
fiscal, hemos sido bombardeados por noticias negativas. Desde que el aguinaldo
no se pagará a tiempo si no hay plan, hasta que el dólar se puede ir de las
manos por la misma razón. La inquietud y la zozobra que estos anuncios generan,
desgastan la voluntad de cualquier sociedad.
Tenemos una huelga en el sector del Magisterio. El daño que se le
ha hecho a los estudiantes es enorme e irreparable. Pero no se observan
acciones para poner fin a este desorden. Y esto molesta a las familias y a la
ciudadanía en general. Otras cosas también irritan, como lo que ha trascendido
sobre nombramientos en la Cancillería.
EL ESTADO DE
ÁNIMO. Lo que más me preocupa es el estado de ánimo nacional. “Las opiniones negativas de las y los costarricenses sobre
el rumbo del país siguen creciendo luego de la elección nacional a inicios de
2018, es decir, llegaron al punto más
alto (con un 70%) desde que el CIEP tiene registros, por lo que las opiniones
positivas han disminuido y solo un 13% de las personas considera positivo el
rumbo del país.” (Página 9 del estudio).
Un 83% de las personas entrevistadas
tienen una percepción negativa de la situación económica.
(Pág. 13 y 14). Y un 56% dice que esta
situación los ha afectado mucho y 24% dice que los ha afectado algo. (Pág.
15). Juntos suman un 80% de afectados. Y ¿cuáles son los principales problemas que se señalan? El costo de la vida, el desempleo, la
situación fiscal y la corrupción. ( Pág. 8)
JALÓN DE OREJAS. Cierto que el mayor “jalón de orejas” es para el Gobierno; al fin
y al cabo nos pidieron el voto para gobernar, para dirigir. Desde luego, los problemas
que nos agobian son muy serios; pero lo
que demuestra esta encuesta es que la forma en que se ha venido conduciendo el
tema, con conflicto social incluido y sin solución, no ha sido convincente.
Es urgente crear confianza entre
los actores sociales. Al momento de escribir
estas notas no tengo noticia de la decisión de la Sala IV sobre el proyecto
20.580. Lo que es claro es que los ingresos nuevos que da ese proyecto no alcanzan
para enfrentar los desafíos fiscales. Se van a requerir muchas más acciones, sobretodo
del lado del gasto, para poder llegar al ajuste necesario. Y posiblemente ese recorte
de gasto va a afectar más a los que menos tienen.
IMPACTO DE LA REFORMA EN
LOS SECTORES. Como también los nuevos impuestos
afectan muy fuerte a los estratos más bajos. Un estudio del Instituto de
Investigaciones Económicas de la UCR, de octubre de este año, (que sirvió para
que se argumentara que el proyecto es progresivo), refleja que el decil más pobre tendrá que destinar 2,35% de sus
ingresos para pagar los impuestos nuevos, mientras que los deciles 9, 8 y 7
(estratos superiores) pagarían entre 2,19% y 1,94% de sus ingresos; montos inferiores. ¿Es esto progresivo?
Un 2,35% para los pobres pesa más en su calidad de vida que un 2,19% para los
estratos altos.
Para el decil 10, el estrato más alto, se estima que pagaría 3,98%
de sus ingresos. ¿No debimos los del
decil 10 aportar un poco más a este proyecto? O ¿nos parece bien pagar
únicamente 1,7 veces más que los más pobres? ¿Nos calma eso la conciencia?
CONCLUYO. Estas son las cosas que tienen pesimistas a los habitantes del
país. El sacrificio que se nos pide no nos permite ver un mundo mejor. Ahí es
donde las autoridades deben trabajar con más intensidad: menos amenazas y más
convencimiento. Al fin y al cabo, el manejo político exige la construcción de ilusiones
comunes, que se compartan por el colectivo, aunque las medidas sean amargas. Lamentablemente
eso no se ha logrado, y más bien lo que se percibe es más resentimiento y
confrontación silenciosa. La encuesta del CIEP es lo que nos dice.