NOTAS AL TEMA
CONFUSIONES DE UNA LEY
Guillermo E. Zúñiga Chaves
Ahora que la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas empieza a aplicarse, comienzan a “aparecerle las pulgas”. Tal vez la premura en la etapa final de la discusión, evitó depurarle algunas inconsistencias, que dan espacio al conflicto. Claro que también hay partes interesadas en forzar interpretaciones, lo que aumenta el malestar y atiza la confrontación.
Veamos dos ejemplos de temas que no han sido claramente explicados.
LA REGLA FISCAL EN LA CAJA. La no aplicación de la regla fiscal en la CCSS no es el resultado de la negociación entre los sindicatos y la institución, como algunos han querido presentarlo. La ley aprobada por el Congreso eximía desde su inicio a los regímenes de pensiones a cargo de la Caja. Pero la ley aprobada por los diputados, tenía el interés de aplicarle las restricciones de la regla fiscal a los servicios de Enfermedad y Maternidad.El Gobierno también lo quería.
Quien definió este tema fue la Sala Constitucional cuando declaró que el proyecto no tenía problemas de constitucionalidad si se sacaban también los servicios médicos. “Por unanimidad se evacúa la consulta en el sentido de que no es inconstitucional siempre y cuando se entienda que…el seguro de enfermedad y maternidad también está excluido de la regla fiscal”. (Resolución de la Sala Constitucional del 23 de noviembre de 2018).
El Gobierno, como siempre, no fue capaz de explicarle a la ciudadanía el alcance de este fallo constitucional. Los jerarcas daban declaraciones contradictorias; los ánimos se caldearon. Y, lo peor, hubo confusión, ¿desinformación?, ¿falsas noticias? Al punto que una bandera de los sindicatos médicos en el conflicto era sacar a la Caja de la regla fiscal. ¡Válgame Dios! Tema resuelto en noviembre del año pasado.
LOS SALARIOS EN EL PODER JUDICIAL. A principios de esta semana se informó que la Corte Suprema de Justicia estaba “saltándose la reforma fiscal”. Una información de este tipo nos dice que la Corte está incumpliendo una ley. ¡Vean qué clase de acusación! Desde luego, todos reaccionamos con molestia.
TRANSITORIO XXV. Algunos amigos me empezaron a consultar sobre esa decisión de la Corte, por lo que me puse a revisar el caso. No me corresponde meterme con las argumentaciones que ya ha expuesto la Corte. Pero sí voy a compartir con los lectores, que la misma ley aprobada incluye el TRANSITORIO 25 que dice lo siguiente: “El salario total de los servidores que se encuentren activos en las instituciones contempladas en el artículo 26 a la entrada en vigencia de esta ley no podrá ser disminuido y se les respetarán los derechos adquiridos que ostentan”.
Para información del lector, el artículo 26 se refiere a que las normas sobre remuneraciones que crea la ley se aplican al Poder Ejecutivo y sus dependencias, a las instituciones autónomas, semiautónomas, empresas públicas y municipalidades.
LA REDACCIÓN DEL TRANSITORIO CREA CONFUSIONES. Permite interpretar que los servidores activos al momento de entrada en vigencia de la ley, no pierden ninguna condición que tenían y las mantienen hacia el futuro. O bien, la interpretación que le ha dado el Gobierno, en el sentido que no pierden lo alcanzado hasta ese momento, pero a partir de la publicación de la ley se cambian las reglas para esos funcionarios.
Por el bien del país, esto debe aclararse cuanto antes. Digan lo que digan las partes interesadas, este transitorio es fuente de conflictos. Por ello, o se le da una interpretación auténtica de inmediato, o se modifica de una vez. Ambas tareas son de la Asamblea. Entre más se tarde en aclarar el tema, más problemas se están incubando.
NO CONVIENE CALENTAR LOS ÁNIMOS. Acusar a la Corte de brincarse las leyes, es muy grave. Y no es el Poder Ejecutivo el que define si una ley se está cumpliendo o no. Gobernar con represalias, es muy serio. Provocar un conflicto entre poderes, es inconveniente.
CONCLUYO. El Gobierno debe mostrar mayor control en la conducción de los temas nacionales. Y debe evitar lagunas de interpretación y gobernar para todos. Ante la menor debilidad los grupos interesados van a jalar para su saco. ¡Mucho cuidado!