sábado, 12 de mayo de 2018

“LA INERCIA NO SERÁ SUFICIENTE…” 12/5/2018

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“LA INERCIA NO SERÁ SUFICIENTE…”

Guillermo E. Zúñiga Chaves

El Presidente D. Carlos Alvarado nos hace un llamado para que volvamos a ser el “país excepcional”, que es respetado y admirado.  Señala éxitos alcanzados, de los que todos nos sentimos orgullosos, que le han dado a Costa Rica un reconocimiento en el mundo.  La abolición del ejército, las garantías sociales, el impulso a la educación, el respeto a los derechos humanos, el manejo de lo ambiental, para citar algunos.

Mucha agua ha corrido debajo de este puente, como para permitir que se denigre toda la acción social y política que ha permitido estos avances. Lo hemos construido entre todos, a lo largo de muchas décadas, sin faltar los altibajos. Lo cito textual:  Así fue como se construyó Costa Rica: con prioridad para la educación, énfasis en los Derechos Humanos y atreviéndonos a innovar; con justicia tributaria y social, alcanzada mediante el diálogo y trabajando unidos; con la apuesta por la paz y en procura del balance con el ambiente.”

“Pero ese espíritu se adormiló”. Fue una forma muy prudente de decirnos que las cosas no están bien. De ahí pasó a señalar los siete ejes fundamentales en su hoja de ruta y a solicitar sacrificios. No hay ataque, no hay confrontación política. La forma de este mensaje obedece a la necesidad que tiene el gobierno de tender puentes con las fuerzas políticas y las fuerzas sociales.

Además, la historia ha demostrado, que quienes llegan al poder echando tierra sobre sus antecesores o adversarios políticos, terminan consumidos en la misma tierra que tiraron.  Muchas veces,  insistir en las  fallas encontradas, no es más que una excusa para esconder la incapacidad de enfrentar los problemas, siendo que en campaña el candidato ha ido por los pueblos a ofrecer que puede arreglar las cosas.

LA SOBRINA Y LA NIETA.  No puedo pasar por alto esta mención que hace el Presidente. D. Patricia, sobrina de D. Manuel Mora y D. Dyalá, nieta de D. Pepe Figueres, están en su gabinete. La decisión política tomada y  la mención en el discurso del 8 de mayo tienen un simbolismo especial.

No me interesa el hecho como anécdota. La referencia al Pacto de Ochomogo me conmovió. Allá, después de dolorosos enfrentamientos entre hermanos, se llegó a acuerdos que no solo protegieron las Garantías Sociales, sino que mostraron la capacidad de dos líderes, Figueres y Mora, para llegar a compromisos.  Se crearon también condiciones para la construcción del pacto social que nos ha guiado desde la segunda mitad del siglo XX, y que nos ha permitido disfrutar de los éxitos que el Presidente expuso en su discurso.

Ese pacto social se nos está agotando. Nos dividimos por enfoques políticos; nos dividimos por la mala distribución de la riqueza; nos dividimos porque hay regiones más desarrolladas que otras; nos dividimos entre los empleados y los desempleados; entre los que terminan la educación y los que tiene que abandonar las aulas; nos dividimos hasta por cuestiones religiosas o por la inclinación sexual de las personas. Hay intolerancia. La cobija no alcanza para todos y las tensiones están a la luz del día. O para decirlo más técnicamente, el excedente económico no se está repartiendo bien y muchos compatriotas están quedando excluidos de los frutos del desarrollo.

En los siete ejes que el Presidente identificó hay caminos para la mejora y el acuerdo. Habrá otros momentos para reflexionar sobre algunos de ellos. Por ahora sólo quiero reiterar que el acuerdo fiscal a que lleguemos reflejará los cimientos del pacto social que construimos.  El pacto fiscal define en mucho al pacto social, pues definirá el reparto de las cargas.

CONCLUYO. ¿Será mucho pedir que la Costa Rica del Bicentenario se plantee la posibilidad  de  la refundación del pacto? La mención que hace el Presidente de ese hito histórico abre el espacio para pensarlo. Que así sea, por el bien de todos.






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