sábado, 30 de enero de 2016

HABLEMOS DE IMPUESTOS. 30/1/2016

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HABLEMOS DE IMPUESTOS

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Para empezar, como su nombre lo dice, estamos hablando de una imposición. Efectivamente, el Estado nos obliga a los ciudadanos a darle una parte de nuestra plata, para financiar los presupuestos públicos. Sirven para pagar los gastos  corrientes, los gastos para inversiones y los gastos para atender la deuda que estos presupuestos tienen. Claro que una gran discusión es si esos gastos se justifican.

Relación poder ejecutivo y Legislativo. La Constitución de nuestro país  sabiamente establece que los impuestos los aprueba la Asamblea Legislativa a través de leyes específicas. El Poder Ejecutivo no puede poner impuestos por decreto. El Ejecutivo tiene  que preparar los proyectos con los impuestos que quiere, llevarlos a la Asamblea, y negociarlos para tratar de convencer a los diputados, es decir, a nuestros representantes.  Esto es la vida en democracia: nuestros representantes revisan lo que el Ejecutivo les envía, y deciden qué cosas apoyan y qué cosas no avalan.

En otras palabras, lo que sale de la Asamblea ha sido filtrado por un proceso de negociación muy extenso.  Si se llega a acuerdos,  las propuestas se aprueban; si no se llega a esos acuerdos,  la ley no sale. Una u otra decisión tendrá consecuencias.  Pero la iniciativa la lleva el Ejecutivo. Es el Ejecutivo, entonces, el que carga con el costo político de cualquier reforma y nuestra institucionalidad obliga a construir mayorías para que los impuestos se aprueben.

Asunto molesto. En honor a la verdad, a nadie le gusta pagar impuestos. Es una cosa que molesta a los contribuyentes, pues nos están quitando dinero que nos ha costado ganarnos. Pero la situación se pone peor si los habitantes no sienten que el uso que se da a esos recursos es bueno; si no reciben buenos servicios del Estado a cambio. Entonces, con más razón, pagar los impuestos se vuelve “doloroso”.

EVASIÓN DE IMPUESTOS. De ahí que la tentación de evadir el pago de los impuestos es muy grande. Esto no está bien, pues se estaría infringiendo una ley, lo cual acarrea responsabilidades al infractor. Inclusive ya se han conocido casos donde  contribuyentes han sido llevados a los Tribunales Penales acusados de evadir impuestos.  Tal vez el lector recuerde un caso muy sonado, pues este Gobierno decidió conciliar, es decir, hacer un arreglo con el contribuyente acusado, quitando el juicio a cambio de recibir un poco de plata rápidamente.

ELUSIÓN TRIBUTARIA. Pero también se da la elusión, que es otra cosa. Como la palabra lo señala se evita o se elude  pagar el impuesto, o se evita pagar todo, eso sí, utilizando los mecanismos o “los portillos” que la leyes dejan. La elusión no es un delito penal; se trata de pagar lo menos posible, utilizando los mecanismo que la ley permite, o por lagunas que las leyes tributarias tienen. Inclusive se han desarrollado  servicios profesionales que ayudan a los contribuyentes a bajar el monto de los  impuestos a pagar, dentro del marco de la ley. Se le llama “planeamiento impositivo”, que viene del inglés “tax planning”.

LAS CIFRAS. Es más, algunos estudios u opiniones dan cifras muy altas de lo que se evade en impuestos en el país. Siempre he creído que en ese cálculo están reflejados ambos fenómenos. Una parte es por evasión pura; pero otra parte es por elusión tributaria. En todo caso, cuando no se quieren nuevos impuestos, un argumento que sale con frecuencia es que “se debe bajar la evasión”. Como en los cálculos va incluida la elusión, pues a ese tema también se le debe poner cuidado.


NECESIDAD DE INSTRUMENTOS. Ahora bien, si se quiere bajar la elusión y la evasión se deben dar instrumentos a la Administración Tributaria para que haga su trabajo. Esto es, por una parte cerrar portillos en las leyes, y por otro lado dar herramientas para el combate efectivo del evasor. Eso es parte de la discusión en torno al Proyecto de Ley Sobre el Fraude Fiscal, que se discute actualmente en la Asamblea. Como se puede observar, este es un tema extenso, delicado, difícil  y muy importante. Continuaré.

sábado, 23 de enero de 2016

REFLEXIONES SOBRE LA CALIFICACIÓN DE FITCH. 23/1/2016

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REFLEXIONES sobre LA CALIFICACIÓN DE FITCH

Guillermo E. Zúñiga Chaves

La agencia de calificación internacional Fitch mantuvo la calificación de riesgo a Costa Rica. En principio, esto suena como una buena noticia pues no la bajaron. Ahora bien, se debe recordar  que con la categoría BB+,  lo que se le está diciendo al mercado es que somos “grado especulativo”, es decir,  somos un país financieramente riesgoso. Además nos mantienen la perspectiva negativa; con lo que cualquier ajuste que venga, será a la baja.

¿por qué nos dan esa calificación?   Entre otras cosas porque la Calificadora entiende que el nivel de endeudamiento es muy alto;  la situación se está deteriorando y  porque no hay certeza de que las soluciones fiscales se vayan a dar.

LO POLÍTICO. En una parte del análisis es muy claro que nos ven como un país que ha sido omiso en los procesos de ajustes fiscales, y señala que el debate entre si el ajuste debe ser por la vía de los ingresos o por el recorte de gastos, nos puede empantanar. Reconociendo que los actores políticos son conscientes que hay que hacer frente a la situación,  correctamente afirma: pero el consenso sobre el peso relativo de los impuestos para mejorar  frente  a reformas por el lado del gasto, podría ser difícil de lograr. Los obstáculos políticos y de procedimiento podrían bloquear o retrasar las reformas, o diluir sus rendimiento,  como lo demuestran los múltiples intentos de reforma fiscal sin éxito bajo las administraciones pasadas”. (Esta y las otras traducciones son libres, GZ)

LIQUIDEZ. En otro momento llama la atención sobre las necesidades de financiamiento del Gobierno en el corto plazo:  los desafíos de financiamiento podrían aumentar en 2016 dada la ausencia de autorización del Congreso para la emisión de eurobonos o una fuente de financiamiento externo alternativa. La dependencia  adicional del Gobierno en el mercado local de deuda podría poner presión al alza en los costos de endeudamiento”. Es decir, las tasas de interés podrían subir.

 LA ASAMBLEA. Y redondea más adelante: “La perspectiva negativa refleja la dinámica de la deuda pública adversa , impulsado por grandes déficits fiscales , y la parálisis legislativa impidiendo el progreso en las reformas para corregir los desequilibrios fiscales en el momento oportuno”. Agrego:  la Asamblea no se mueve sola.

Y AQUÍ ES DONDE DEBE ENTRAR HACIENDA: Preguntaba la semana pasada que frente al panorama de endeudamiento creciente y déficits fiscales tan altos, “¿qué va  hacer el Gobierno?”  El día anterior el Ministro de Hacienda escribía en Diario Extra (15 de enero de 2016): El Ministerio de Hacienda ha propuesto resolver este problema con un ajuste fiscal gradual. Nuestro compromiso de realizar un acuerdo fiscal con desarrollo social está guiado por los pilares de la transparencia, crecimiento económico y reducción de la desigualdad, en procura de un país más solidario y una distribución de la riqueza más equitativa”.

Esta es una declaración muy linda, pero esto no es suficiente. ¿En qué consiste esa gradualidad y la propuesta de acuerdo? Sabemos que en la Comisión de Hacendarios el Gobierno tiene presentado una serie de proyectos: fraude fiscal,  sobre caja única, el impuesto a sociedades, entre otros.


NEGOCIACIÓN. El Gobierno debe llevar la iniciativa y hacer un esfuerzo concreto para construir esa negociación política que viabilice el ajuste hacendario. Y ahí Hacienda debe responder con claridad: 1- ¿Cuánto del ajuste va a ser por el lado del gasto y cuánto por ingresos? 2- ¿Dónde se van a hacer esos recortes? 3- ¿En qué plazo se estiman? 4- ¿Qué propone sobre el tema del empleo público o si va abandonar este frente? 5- ¿Qué propone sobre el tema de salarios en el sector público? 6- ¿Cuánto se puede hacer por la vía de decretos y si los va a utilizar? 7- ¿El proyecto Cerrar del Diputado Solís está entre sus prioridades o es una iniciativa aislada? 8-¿Cuál es la política productiva para  promover el crecimiento económico?  Ya conocemos la propuesta en los impuestos. Y ¡por Dios!, que no se mezclen en estas cosas con la elección del Directorio del Congreso.

viernes, 22 de enero de 2016

PROGRAMA MACROECONÓMICO DEL BANCO CENTRAL: RESULTADOS FISCALES. 16/1/2016

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PROGRAMA MACROECONÓMICO DEL BANCO CENTRAL: RESULTADOS FISCALES

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Decía la semana pasada que los resultados fiscales del año 2015 merecen un comentario aparte por lo relevante que son en la presente coyuntura. Venía analizando el panorama económico que presenta el Banco Central en el Programa Macroeconómico (P.M.) para 2016 y 2017, que hizo público a principios de este mes.

LAS CIFRAS. Hace un año, en enero de 2015, el Banco Central indicaba que el Gobierno Central cerraría con un déficit de -5,7% del PIB; en la revisión que hizo en junio calculó que cerraría un poco más alto, en -5,9% del PIB y ahora en esta última publicación que hizo a principios de este mes, confirmó el dato de cierre en el Gobierno Central de -5,9%. Este es un resultado muy malo. Es más, de no hacerse nada, el BCCR calcula que en este 2016 se cerraría con un resultado peor, estimado en -6,2% del PIB.

Tenemos entonces que el resultado para el 2015 fue más alto que el esperado. De esta forma, el primer año de  esta Administración,  es decir, el 2014 cerró en  -5,7% del PIB, en el 2015 fue -5,9%  y un proyectado, de no hacerse nada, de -6,2% para este 2016. Y para el 2017 el BCCR lo estima en -7,0% del PIB. La tendencia es alarmante.

Los problemas derivados. Un primer problema es que estos “huecos fiscales”, se han financiado con deuda, que ha sido creciente. Cito al Banco Central: Dado el deterioro de las finanzas públicas, la razón de deuda total del Sector Público Global a PIB, se estima ascendió a 63,2% en el 2015,….” (p.22 del P.M.). Y solo para ilustrar la tendencia, menciono que en el 2009 ese dato era 42.2% del PIB. Es decir, ha subido 21puntos en 6 años. Esto es insostenible.  
El segundo problema, derivado de lo anterior, es que al haber más deuda, pues el monto que el Gobierno tiene que pagar por intereses es cada vez mayor,  con lo que queda menos espacio para que se use el dinero en otras cosas.  Para ampliar: si hay que pagar más en intereses, pues habrá menos plata para la infraestructura, o para la educación, o para pagar las pensiones, para citar unos pocos ejemplos.

Un tercer problema es que cuando el Gobierno entre este año a financiar con deuda esos faltantes, pues las tasas de interés van a subir. El espacio en endeudamiento externo se está cerrando, y hasta China ya  anunció que no habrá negocio con el Gobierno. La deuda será interna.

NO SON SOLO CIFRAS. Esto es un problema que afecta directamente a las personas. Debe recordarse que si bien aquí estamos hablando de cifras y números, lo cierto es que detrás de esas cifras hay personas de carne y hueso, como lo he dicho tantas veces, que se verán afectadas negativamente. En la medida en que haya que pagar más y más intereses, más recortes habrá en otros programas. Por eso el “cuento” de que esta Administración puede salir a base de endeudamiento, no es más que un cuento, pues lo cierto es que se están comprometiendo los recursos para los programas sociales y económicos prioritarios.

MÁS LAMENTABLE.  Esto que estoy hablando ya se está presentando en este año 2016. Para llegar a  ese resultado en las cuentas fiscales de -6,2% del PIB, el BCCR está estimando que habrá una reducción en la inversión pública.  Y empezar a ajustar los gastos por el lado de la inversión, es comprometer el desarrollo del capital del país, comprometiendo la competitividad y otros extremos. Con frivolidad algunos dicen que si se recorta la inversión nadie reclama. Por así decirlo, los puentes no hacen huelgas. Pero esto no es cierto: impacta directamente a las comunidades, a los productores y a los ciudadanos en general.

Conclusión. El Banco Central lo advierte: “… la trayectoria creciente de la
deuda pública pone de manifiesto la necesidad de medidas que permitan contener su crecimiento y con ello eviten que se materialice el riesgo que ello significa para la estabilidad macroeconómica del país en el mediano plazo”. (p.22 del P.M.). Frente a esto, ¿qué va a hacer el Gobierno?






PROGRAMA MACROECONÓMICO DEL BANCO CENTRAL: RESULTADOS MIXTOS. 9/1/2016

NOTAS AL TEMA

PROGRAMA MACROECONÓMICO DEL BANCO CENTRAL: RESULTADOS MIXTOS

Guillermo E. Zúñiga Chaves

A principios de esta semana la Administración del Banco Central presentó el Programa Macroeconómico 2016-2017.  Este es un documento importante porque revela la visión que tienen los cuerpos técnicos del Banco sobre lo que fue la evolución económica del año que recién termina, y da una perspectiva de lo que puede ser el comportamiento de la economía en los próximos dos años. Los agentes económicos locales y externos lo utilizan en sus análisis.

SABORES MIXTOS: de la lectura del documento y la revisión de las principales cifras que ahí se presentan, me quedaron sentimientos encontrados. En especial si se compara lo que ahora dice el Banco,  con lo que había dicho en la revisión que hizo en julio del año pasado.

CRECIMIENTO DE LA PRODUCCCIÓN: en julio el Banco estimaba que para el 2015, el PIB crecería 2,8%. Ahora confirma ese dato. Es un crecimiento bajo. Para el 2016 tiene una estimación de 4,2% (4,0 había dicho en julio).  Esa es una buena noticia, y habrá que darle seguimiento. Menciona que en el segundo semestre del 2015 la economía ha mostrado mayor dinamismo. Me llamó la atención que algunos gremios empresariales expresaran que la estimación para este año les parece muy optimista. Ellos conocerán cómo andan sus empresas.

INFLACIÓN. El Banco cumplió con creces. En julio mantenía la meta de inflación entre 3% y 5%. Pero el resultado del año pasado más bien dio una medición negativa. Esto quiere decir que los precios, medidos por el Índice de Precios al Consumidor, más bien disminuyeron. Y para este año el Banco estima que la inflación estará entre 2% y 4%. Hay control inflacionario y  es positivo, aunque como he dicho en otros momentos, a nosotros lo que nos interesa es la capacidad que tenemos para comprar, es decir los ingresos que tenemos; no tanto el resultado de este índice. 

TASA DE DESEMPLEO. En el año 2014 el Banco reportó un desempleo del 10%; para el 2015 informa que en el tercer trimestre fue de 9,2%.  El desempleo sigue siendo alto; aunque las cifras muestran que empieza a descender. Esto es positivo, aunque insuficiente.  Veremos si este año la economía crece como dice el Banco y si eso se reflejará en un menor desempleo. Los lectores saben que desde aquí he insistido en que el Banco Central debería tener como un objetivo principal de su política el tema del empleo, además del tema de la inflación. Esta es una materia pendiente. No ganamos mucho con inflaciones bajas, si el desempleo es alto.

Crédito al sector Privado. En julio del año pasado el Banco dijo que en  el 2015 el crédito  crecería 12.9%, divido así: en moneda local crecería 16,3% y en moneda extranjera crecería 8%.  Con el Programa presentado esta semana nos dice que el crédito creció en 2015 un 11,2%, mucho menos que lo proyectado originalmente. Es una mala noticia. Pero además, la composición fue muy distinta: el crédito en colones creció solamente 9,2%, mientras que el crédito en dólares se disparó al crecer en 14.1%

A esto hay que ponerle cuidado. Sin duda hay una tendencia a dolarizar el crédito al sector privado, a pesar de la estabilidad en los precios internos.  Pareciera que la gente está convencida que la estabilidad en el tipo de cambio será de por vida. Esa es la señal que se está enviando. Los Reguladores habían dicho que iban a ponerle cuidado al crecimiento del crédito en dólares. Pero, por lo visto,  no han sido muy exitosos.


Debe recordarse que quienes toman créditos en dólares, y no son generadores de dólares, están acumulando un gran riesgo cambiario, que si bien hoy no se percibe, no es menos cierto que está ahí presente.  No vaya a ser que estemos incubando una burbuja crediticia dolarizada, que en un futuro no muy lejano empiece a pasar la factura.  Ahora bien, en el “balance de riesgo internos” que hace el Banco no habla nada sobre riesgos cambiarios. Sin duda, eso induce a la gente sentirse cómoda con los créditos en dólares. Pero no quiero dejar pasar esta ocasión sin mencionar ese riesgo que es real.  Sobre todo que el panorama fiscal no es nada favorable. Aspecto al que me referiré la próxima semana.