viernes, 2 de octubre de 2020

HAY ESPACIO DE MEJORA (I). 2/10/2020

NOTAS AL TEMA

 

HAY ESPACIO DE MEJORA (I)

 

Guillermo E. Zúñiga Chaves

 

Las reacciones que se presentaron frente a la propuesta del Gobierno sobre la negociación con el FMI, revelan que “la escucha” que el Gobierno impulsó, no cumplió sus propósitos.

 

Desde este mismo espacio se habían advertido las limitaciones evidentes que tenía tal propuesta (“Por un verdadero acuerdo nacional”, http://notasaltema.blogspot.com, 13 de agosto de 2020). Se señaló que los aspectos fiscales no pueden verse independientemente de los temas de la reactivación económica y de la generación del empleo. Pero el Gobierno insistió en sacar primero lo del Fondo.  

 

NEGOCIAR. La enseñanza es que, para llevar una propuesta al Fondo, es necesario negociarla.  Y para negociar se requiere que el Gobierno se siente, de manera simultánea, con representantes legítimos de los distintos grupos sociales, económicos, productivos, laborales, cooperativos, solidaristas, en fin, de los distintos estamentos que representan las diversas fuerzas del país. 

 

Sólo así, los sectores se comprometerán a aceptar el reparto de las cargas. Porque lo que está de por medio en esta discusión, no es la propuesta técnica, en sí misma. Lo que se trata es de balancear las cargas del ajuste, de forma que el aporte mayor lo pongan los que más tienen. 

 

PLAZOS E IMPACTOS DEL AJUSTE. Como el reparto del costo es el centro del problema, conviene que el Gobierno explique con claridad por qué en su propuesta pide un ajuste de 6% del PIB en un año. Pregunta: ¿habrá espacio para “apretar menos”, aunque el ajuste tome más tiempo?  ¿Es esto factible? En la de menos, un ajuste “más llevadero”, puede facilitar la negociación y el acuerdo nacional. Pero la información la tiene el Gobierno y debe compartirla.

 

De igual forma, las propuestas deben venir acompañadas de la medición del impacto en los distintos sectores de la sociedad. Ojalá hecho por terceros independientes y de aceptación de las partes. Esto ayudaría muchísimo a ordenar la discusión. El país tiene gente que lo sabe hacer. Y lo pueden hacer rápido, si se comparte la información. 

 

CONCLUYO. Se necesita entrar a una negociación cuanto antes. Para llevarla a buen término, conviene discutir/aclarar los plazos máximos posibles para el ajuste (¿menos de 6% del PIB en un año?), los impactos en los sectores y compartir la información con todos los negociadores. Sería ideal tener un garante externo. 

 

sábado, 22 de agosto de 2020

FINANCIACIÓN DEL DESARROLLO SOSTENIBLE. 22/8/2020

NOTAS AL TEMA

FINANCIACIÓN DEL DESARROLLO SOSTENIBLE

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Hace dos días, con el apoyo de diputados de varias fracciones, se presentó el Proyecto de Ley para Potenciar el Financiamiento y la Inversión del Desarrollo Sostenible Mediante el uso de Valores de Oferta Pública Temáticos. Se le asignó el número 22.160. Al momento de escribir esta nota no tenía comisión asignada. Es de esperar que vaya a la Comisión de Ambiente, pues a ella pertenecen los firmantes de la iniciativa. 

LOS PRINCIPIOS. La iniciativa trata de incorporar al mercado local las mejores prácticas que se aplican a nivel global. Estas prácticas se han ido desarrollando a lo largo del tiempo, por medio de la aceptación voluntaria de una serie de principios que, en forma conjunta, los participantes en los mercados han ido definiendo. Sin duda, esto ha sido un gran apoyo para que los mercados de bonos verdes, bonos sociales y bonos sostenibles estén creciendo y consolidándose. 

De no existir esos principios y, sobre todo, si no se respetan, los mercados y los inversionistas se corren el riesgo de enfrentarse a proyectos y a emisiones de bonos que no son exactamente sostenibles.  Se evita el riesgo de exponerse a lo que en inglés se llama “greenwashing”, esto es, hacernos creer que una compañía está haciendo más por la protección ambiental de lo que realmente hace. 

ES UN TEMA FINANCIERO. Y es que esto que estamos hablando no es un asunto únicamente de los ambientalistas. ¡No! Esto es un asunto de naturaleza financiera también. La referencia obligada al hablar de este tema es el ICMA (International Capital Market Asociation), es decir, la Asociación Internacional de Mercado de Capitales, una asociación sin fines de lucro, con más de 600 miembros de 62 países. Forman parte de esta asociación emisores, inversionistas, estructuradores, bancos públicos y privados, en fin, los jugadores de un mercado de capitales. 

ICMA ha desarrollado todo un capítulo para bonos verdes y bonos sociales donde se discuten y definen las guías, los criterios y las reglas que regulan estas operaciones y las formas de ponerlas en práctica. 

En honor a la verdad, ya en este momento se podrían estar transando bonos sostenibles en el país. Basta con seguir los criterios que la misma Bolsa Nacional de Valores ya tiene definidos. En el campo de la revelación de información, aparte de lo que usualmente se publica (como el prospecto y la calificación de riesgo crediticio, por ejemplo), este tipo de emisiones llevan un marco de referencia: donde de explican los aspectos ambientales y sociales que se atenderán   con los dineros que se recauden de la venta de los bonos. También lleva una opinión, dada por un externo de calidad reconocida,  que valora la solidez y pertinencia de esa información. En el mercado se le conoce como la “segunda opinión”, y está referida a la calidad ambiental y social que se le observa a la emisión de esos bonos. 

EL PROYECTO.  De la lectura del proyecto se observa el interés de los proponentes por incorporar esas mejores prácticas y así salvaguardar “la calidad ambiental y social” de las emisiones que se transen el en mercado local. En consecuencia, aquellos bonos que se negocien en la Bolsa y cumplan con esos estándares recibirán incentivos de distinta naturaleza: por ejemplo, facilidades administrativas para las inscripciones más rápidas, cobros especiales por permisos, o por honorarios, menores encajes para las entidades financieras que inviertan en esas emisiones, y también se habla de un crédito fiscal por un año. 

De seguro estos incentivos serán objeto de escrutinio riguroso por parte de los diputados y la ciudadanía. Se podría pensar poner estos incentivos por un plazo determinado, dando tiempo a que el mercado de bonos temáticos madure. En fin, habrá que buscar un balance entre el legítimo interés por movilizar recursos hacia el desarrollo sostenible (con los beneficios que trae), y el costo de los incentivos. 

CONCLUYO. Celebro que este tema haya llegado a la Asamblea. Ojalá provoque un debate amplio y constructivo, que pasa por impulsar la naturaleza sostenible de nuestro desarrollo futuro. 





jueves, 13 de agosto de 2020

POR UN VERDADERO ACUERDO NACIONAL. 13/08/2020

NOTAS AL TEMA

POR UN VERDADERO ACUERDO NACIONAL 

Guillermo E. Zúñiga Chaves

No quiero ser aguafiestas, pero es mejor señalarlo a tiempo.

1-El Gobierno ha llamado a un proceso de diálogo y escucha. Para ello ha habilitado unos correos electrónicos donde podremos mandar ideas.  Posiblemente recibirá cientos de miles de sugerencias, enviadas por los habitantes, con la mejor intención.  Pregunta: ¿quién escoge las que pasan a la siguiente ronda? ¿Cuáles son los criterios que se usan para filtrarlas? Pues ¡solo Dios lo sabrá! O, mejor dicho, ellos, los señores del Gobierno. 

2- El proceso propuesto nos pone a hablar de tres temas en forma separada: 
a-   del acuerdo con el FMI y las finanzas públicas; 
b-   de la reactivación económica y 
c-    de la generación y protección del empleo. 

Aquí hay un problema de método. La creación de empleos se da porque hay un esfuerzo productivo robusto. Entonces, ¿cómo tratarlos por separado? La forma en que se diseñe el apoyo la producción va a afectar la generación de empleo. 

Peor, aún, ¿cómo separar la discusión del acuerdo con el FMI (y soluciones a las finanzas públicas), al margen del espacio discusión de las políticas para la producción?  Un acuerdo con el FMI definirá un enfoque particular de política económica (tributaria, de gasto público, niveles de endeudamiento público, políticas monetaria, cambiaria, crediticia), que va a condicionar a las políticas productivas y por tanto tendrá efectos en el empleo. No se puede ver por aparte.

3- El proceso propuesto no deja claro los resultados que se esperan pues no señala cuál es la prioridad nacional que se busca atender. De esa manera, “todo vale”; y los esfuerzos bienintencionados se pueden perder. Si todo es prioritario, nada es prioritario.

La prioridad tiene que ser la protección y la generación del empleo bien remunerado, sobre la base de una alta productividad del trabajo. Para ello se requiere una actividad productiva vigorosa, sólida, competitiva, eficiente.  La política económica debe enfocarse en atender esta prioridad y esa debe ser la guía de la negociación con el FMI.

4- En consecuencia, la negociación con el FMI nunca debe estar antes de la definición de la política productiva y de empleo. Si se hace así, se le pondría una camisa de fuerza al desarrollo nacional. Pero ¡ojo!, en el cronograma propuesto, la negociación con el FMI es el primer tema que se cierra (28 de agosto). A los otros dos, les dan un mes más, hasta el 30 de setiembre. Francamente esto me resulta inquietante, para decir lo menos. Pregunta; ¿cerrado el tema del FMI, qué clase de acuerdo nacional por el empleo podemos llevar adelante? 

5- El Gobierno debe llamar a un espacio para construir un acuerdo nacional verdadero. La situación da para este esfuerzo. Y no debe tomar mucho tiempo. Ya se nos pasaron 5 meses. Este proceso debe cumplir unas condiciones mínimas, como son, identificar con claridad a los actores, definir en conjunto las reglas de juego, criterios para tomar las decisiones, un método claro de trabajo, que incluye el compartir la misma información para todas las partes, tener claro lo que se espera del esfuerzo, y muy importante, garantizar el cumplimiento de los acuerdos.  Sería deseable contar con observadores externos que respalden lo actuado. 

 6- Un acuerdo nacional requiere que se definan plazos de puesta en marcha, cronogramas de acciones, responsables, medición de resultados, recursos necesarios, controles de cumplimento.  Un acuerdo de este tipo es la base del modelo de desarrollo futuro, y, en consecuencia, debe identificar el costo de ponerlo en práctica y el origen de los recursos necesarios. Por ello, la negociación con el Fondo debe venir después de este acuerdo. No al revés.  Sería poner la carreta delante de los bueyes.

CONCLUYO.  Hay una gran diferencia entre escuchar y negociar. En la situación que estamos negociar es perentorio. ¡Cuidado, luego es tarde! 


sábado, 8 de agosto de 2020

SOBRE IMPUESTOS Y AVALES. 8/8/2020

                                                             NOTAS AL TEMA

 

SOBRE IMPUESTOS Y AVALES

 

Guillermo E. Zúñiga Chaves

 

En estos días se anuncian resultados y/o medidas que afectarán directamente la actividad productiva del país. Veamos.

 

1- UN BILLÓN DE COLONES es un millón de millones. Esto es ₡1.000.000.000.000. 

 

El FMI publicó en mayo el “Reporte País 20/145” sobre Costa Rica, donde incluye una serie de estimaciones y proyecciones que, a mi entender, orientarían las negociaciones de un posible acuerdo de Stand By.

 

Con las nuevas estimaciones que dieron el Banco Central y el Ministerio de Hacienda, a raíz de la Revisión del Programa Macroeconómico, algunas de las cifras de ese reporte se cambian.  Me voy a referir a lo que tiene que ver con los impuestos.

 

Debo recordar que ese reporte del FMI incluye una carta de intenciones firmada por D. Rodrigo Cubero y por D. Rodrigo Chaves que en lo que interesa dice: “Estamos comprometidos, una vez que la crisis sanitaria inmediata se haya disipado, a la adopción de medidas adicionales de ingresos y gastos para reanudar la consolidación fiscal …”. En el documento del FMI se establece que en el 2022 el resultado primario será cero (equilibrio entre ingresos y gastos sin intereses) para darle sostenibilidad a la deuda.

 

El nuevo  cálculo de recaudación de impuestos  hecho   por Hacienda  (12,5% del PIB en 2020 y 13,2% del PIB en 2021) es sustancialmente menor  al que tiene el documento del FMI (13,9 % en el 2020 y 15,1% del PIB en 2021).  

 

Si para llegar a un resultado primario de cero en el 2022, se necesita que los impuestos lleguen al 15,5% del PIB, como dice el documento del FMI, entonces se va a necesitar poner impuestos nuevos por un poco más de UN BILLÓN DE COLONES entre el 2021 y el 2022. 

 

Extraerle esta cantidad de dinero a las personas y a las empresas, en ese lapso, es prácticamente “ahorcar la economía”. Sobretodo si se considera que la caída en la producción hoy se estima en -5% frente al -3,3% del documento del FMI para el 2020, y de feria, para el año entrante se calcula que creceremos sólo 2,3% frente al 3% que esperaba el Fondo. 

 

Sugerencia 1. El apoyo a la producción debe ser la prioridad para tener una recuperación más rápida y el ajuste fiscal se puede hacer en un plazo mayor. Es más, si la producción crece más rápido, el ajuste fiscal será más llevadero. 

 

Sugerencia 2.  Con la incertidumbre que tienen estos números por lo cambiante de la situación, ir a comprometer cifras (y por tanto estrategias y medidas) definitivas con el FMI es muy riesgoso. El escenario puede cambiar mucho como ya hemos visto. Esto lo entiende hasta el Fondo. ¡Despacio, que tengo prisa!

 


2- EL FONDO DE AVALES. Esta es una buena iniciativa; servirá para mitigar los riesgos de crédito de las empresas que necesitan renegociar deudas, o buscan plata para capital de trabajo. 

 

De lo que se sabe, está pensado para ayudar a las empresas que cumplían con los requisitos crediticios antes de la pandemia y cumplían con la normativa de la SUGEF. Con esta restricción, se está dejando por fuera una gran cantidad de emprendimientos productivos que no eran sujetos de crédito, pero merecen apoyo financiero. 

 

El aval se aplicará a las operaciones del sistema financiero regulado; esto es bancos, mutuales, cooperativas, entre otros. Con esta restricción se está dejando por fuera la posibilidad de avalar operaciones que puedan venir de financiamiento obtenido por medio de la Bolsa Nacional de Valores. 

 

Pienso, por ejemplo, en recursos que tienen los fondos de pensiones o los fondos de inversión, que se pueden canalizar hacia las necesidades empresariales a través de vehículos de propósito especial. Este esquema posiblemente haga más flexible el financiamiento de proyectos y empresas viables, que hoy en día ya tienen comprometidas sus garantías. Y sería un complemento al esfuerzo bancario. 

 

Sugerencia 3. Se debe considerar extender la cobertura del fondo de avales a otras operaciones de apoyo crediticio, más allá de las operaciones bancarias reguladas. Haría posible movilizar más recursos, abriría opciones distintas y permitiría usar productivamente el ahorro nacional en manos de los fondos.   

 

CONCLUYO. La prioridad debe ser la salvación de la actividad productiva nacional, garantizando oportunidades parecidas para todos.  Si hay crecimiento robusto, los ajustes serán menos dolorosos. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

sábado, 25 de julio de 2020

BAJAR LA CURVA DE LOS INTERESES. 25/7/2020

NOTAS AL TEMA

BAJAR LA CURVA DE LOS INTERESES

Guillermo E. Zúñiga Chaves. 

Así como tenemos que preocuparnos por bajar la curva de contagios por el coronavirus, de la misma manera debemos hacer un esfuerzo por disminuir el pago de los intereses que el Gobierno Central está enfrentando. 

UNAS CUANTAS CIFRAS NOS AYUDARÁN A ENTENDER LA MAGNITUD DEL PROBLEMA. En el año 2008, cuando tuvimos la relación deuda de Gobierno Central a PIB más baja en al menos 30 años (era 39.4% del PIB), el pago que hizo el Gobierno por intereses representó el 14.1 % del total de los impuestos recaudados.

En lo que va del 2020, con cifras acumuladas entre enero y junio, los intereses se comen 39,7 % de los impuestos recaudados. Claro que a junio de este año tenemos también una caída grande en la recaudación por la crisis. Además, el saldo de la deuda a esta fecha está por arriba de 60% del PIB. En doce años cambió mucho la situación. 

Para ilustrar la evolución de este indicador se presenta el siguiente cuadro:

AÑO
INTERESES/IMPUESTOS
                   (%)
2013
19,2
2015
20,7
2017
23,3
2018
26,9
2019
31,0
Junio 2020
39,7

Los intereses cada vez más se llevan los recursos del Gobierno. 

INTERESES CONTINÚAN PARA ARRIBA. Es claro que conseguir préstamos a tasas de interés bajas nos conviene. Pero eso no nos quita encima el problema. No es suficiente. Ante la caída en la recaudación y el aumento de gastos por la emergencia sanitaria, el endeudamiento seguirá creciendo y, en consecuencia, el pago de los intereses en el futuro va a irse comiendo el esfuerzo productivo nacional.

El documento que elaboró el Fondo Monetario a raíz del Préstamo de Financiamiento Rápido que Costa Rica solicitó, presenta estimaciones para algunos indicadores seleccionados.  En lo que estamos tratando, quiero mencionar que el pago de intereses seguirá creciendo hasta el año 2024 y en el 2025, aunque cae (1.980 billones), será mucho mayor a lo que se estima se pagará este 2020 (1.769 billones). A pesar de que no tenemos claro qué otras condiciones se incluyen en esas proyecciones (digo ¿venta de activos?, ¿nuevos impuestos?, ¿recorte de gastos? ¿cierre o fusión de instituciones?, ¿todas las anteriores?) porque el Gobierno no lo ha aclarado, valga señalar el incremento de pago de intereses que el FMI visualiza. 


LOS INTERESES “ESTRUJAN” EL GASTO PÚBLICO.  Como cada año hay que gastar más plata en intereses, entonces queda muy poco espacio para otras obligaciones, igualmente importantes. El cuadro es realmente amenazante. Por eso hay que apartarse del menú tradicional.  

HAY QUE BAJAR ESA CARGA A COMO HAYA LUGAR. Puede ser por medio de canjes de deuda, o alargar los plazos de los préstamos, o sustitución de deuda cara por barata. Debe explorarse en los mercados internacionales de bonos sostenibles, los cuales tuvieron muy buena aceptación en el segundo trimestre de este año; sobretodo por los componentes ambientales y sociales de esos bonos. Costa Rica cumple con esos parámetros. 

HAY OTRAS INICIATIVAS. Para atender las necesidades de los países de renta media, como nosotros, Bolton, profesor de la Universidad de Columbia y otros, han sugerido crear un mecanismo manejado por una institución financiera internacional (tipo Banco Mundial, o alguna regional, tipo BID o CAF) que lo llaman Central Credit Facility (CCF), que permitiría que los pagos por intereses, durante un período definido, vayan a ese fondo y los países los puedan usar como parte de los gastos de la pandemia. Las amortizaciones también se diferirían. 

Requiere un acuerdo general entre deudores y acreedores, públicos o privados. Los acreedores podrían tener el incentivo de participar pues se les garantizaría que, al volver las cosas a la normalidad, los países seguirían honrando sus deudas. Estrictamente hablando, a nadie le conviene un default (dejar de pagar). José Antonio Ocampo, quien ha estado señalando posibilidades, ha elaborado sobre esta idea para Latinoamérica.

CONCLUYO. Los intereses nos comen. Buscar en los mercados sostenibles, o iniciativas tipo CCF daría un gran alivio a los países; nos darían espacio; mitigarían golpes y dolores. Merecen por lo menos ser estudiados por parte de nuestras autoridades.


sábado, 11 de julio de 2020

UNAS CUANTAS SUGERENCIAS. 11/7/2020

NOTAS AL TEMA

UNAS CUANTAS SUGERENCIAS

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Comparto, con espíritu constructivo, algunas ideas.  

1-   EQUIPO DE MANEJO SANITARIO Y ECONÓMICO COORDINADOS. Pueda ser que dentro del Gobierno estén muy coordinados.  Pero lo cierto es que, desde afuera, no dan esa sensación. Más bien, a ratos pareciera que existen tensiones. Aclarar esa imagen cuanto antes es de gran conveniencia nacional.

2-   PRESENTAR PLAN ECONÓMICO DE MEDIANO ALIENTO. Lo más cierto hoy es que el futuro es incierto. No hay conocimiento seguro y claro sobre cómo va a evolucionar la situación, tanto en lo sanitario, como en lo económico. No obstante, en lo sanitario se ha definido una ruta, y cada uno de nosotros sabe a qué atenerse. Quédate en casa, baile y martillo, burbuja social, distanciamiento social, nos lo han explicado permanentemente.

No pasa lo mismo en el campo económico. Los anuncios son parciales. El Gobierno insiste en avanzar en la negociación con el FMI, pero no se ha explicado con claridad si ya hay compromisos y, si los hay, en qué consisten. Parece ser un secreto que no quieren compartir. Se rumora, porque ese es el nivel, que vienen impuestos, mayores recortes de gasto, venta de activos. El exministro Chaves ya hasta hizo un cálculo “personal” (así lo llamó) de lo que valdrían algunos de esos negocios públicos. No llega al 10% de la deuda. 

3-   SE DEBEN FORMULAR OTRAS INICIATIVAS MÁS ALLÁ DE LA MACROECONOMÍA. La discusión macroeconómica con facilidad deriva en un pulso por recortar gasto, reducir planilla pública, bajar salarios, las exenciones o a quién poner impuestos.  Si no hay un espacio de negociación real, inclusivo y con propósito, las discusiones serán estériles, los esfuerzos se diluyen y la desesperanza crece. 

Por ello, también se tiene que trabajar sobre las necesidades particulares de los sectores productivos. En especial con aquellas actividades que han sido soporte del desarrollo económico y hoy están amenazadas. ¿Cómo acercar capital de trabajo a esas empresas que han demostrado viabilidad a lo largo del tiempo, pero que hoy están sofocadas por la caída de sus ingresos? Mecanismos existen, y se han presentado. Pero no se observa una definición concreta del Gobierno en este campo. Esto se debe abordar con urgencia. 

Los bancos tienen plata. Ha habido renegociaciones de las deudas bancarias. Pero no todos son sujetos de crédito. Aquí surge la necesidad de crear un mecanismo especial de garantías para empresas nacionales, que hoy sufren, y que han sido exitosas. Pero este esquema debe también considerar a los emprendimientos no formales, que son muchos y están creciendo. Sería una forma de empezar a formalizar esas iniciativas. El desempleo es mucho, la transformación hacia la informalidad es acelerada, y hay que ir previendo estos impactos para después de la pandemia. 


4-   LOS FONDOS PARA EL BONO PROTEGER HAY QUE AUTORIZARLOS RÁPIDO. Es urgente aprobar cuanto antes el uso de los recursos disponibles. Y el Gobierno debe calibrar si va a necesitar más apoyo para estos programas. Es una buena idea no mezclar esta aprobación con otros temas presupuestarios.

5-   EL GOBIERNO DEBE RETOMAR SU INICIATIVA SOBRE MEJORES CONDICIONES EN EL FINANCIAMIENTO en estos días de crisis sanitaria. Y este debe ser un punto central para tratar con los organismos financieros internacionales. Rebeca Grynspan ha complementado esta idea, señalando que los alivios que se dieron a los países más pobres deben extenderse a los de “ingreso medio”, como es Costa Rica. Agrego que, de otra forma, podemos quedar en un “limbo financiero” y expuestos a la codicia del mercado financiero internacional. 

CONCLUYO.  Entre más claro se tengan las propuestas, más fácil es llegar a los acuerdos, que posibiliten apoyos amplios. Esta es una condición necesaria para avanzar. La macroeconomía hay que manejarla, pero es igualmente importante tener claridad sobre los programas de apoyo a los sectores productivos y al empresariado nacional. Es la mejor forma de resguardar empleos y mitigar impactos sociales. Siendo que los intereses nos están comiendo las finanzas públicas, trabajar sobre esquemas diferentes de endeudamiento, es urgente.


sábado, 27 de junio de 2020

VA DE NUEVO. 27/6/2020

NOTAS AL TEMA

VA DE NUEVO

Guillermo E. Zúñiga Chaves

Hace unos días, en el programa radial La Lupa que compartí con don Roberto Suñol y don Alex Sibaja, la conversación giró en torno a la necesidad de que el Banco Central inyecte recursos al sistema financiero, para ser utilizados por los sectores productivos nacionales, hoy golpeados por la pandemia. 

Desde luego no se trata de regalar la plata; ni se trata de financiarles el reparto de dividendos. Lo que discutimos fue sobre la necesidad de generar fondeo para financiar el capital de trabajo de las compañías y, con ello, tratar de mantener el mayor empleo posible. Externé una opinión favorable, insistiendo en que los criterios debían ser muy claros para evitar abusos.  Cualquier esfuerzo para sostener emprendimientos viables y ayudar al empleo debe ser bienvenido. 

El Banco Central puede hacerlo; cuenta con los instrumentos para llevarlo a cabo. Pero este asunto de fondear programas para el aparato productivo y la generación de empleo lo tiene paralizado. Está amarrado al dogma monetarista, el cual  formula que la función principal del Banco es el control de la inflación, por lo que los demás objetivos pasan a segundo plano. Recuerden que antes de la emergencia sanitaria la economía y el empleo venían de capa caída, pero tenían controlada la inflación. 

EMPLEO COMO OBJETIVO PRINCIPAL. Les recordé que el año en que estuve en la Asamblea junto con otros diputados, presentamos una iniciativa para que el empleo fuera también un objetivo principal del Banco Central, al mismo nivel que el control de la inflación. Las dos cosas se pueden hacer. El proyecto original lo presentamos a principios del 2011, diputados de Liberación Nacional, del Partido Acción Ciudadana, del Partido Unidad Social Cristiana, del Partido Movimiento Libertario, y del Partido Accesibilidad Sin Exclusión. Arrancó con buen apoyo. En el año 2013 llegó a ocupar un buen lugar en la Comisión de Asuntos Económicos y en junio del 2013, los miembros de la Comisión lo aprobaron por unanimidad. La iniciativa mantenía en aquel momento un amplio apoyo. Esta condición facilitó que el proyecto se trasladara a la Comisión Plena Primera donde existían la mayoría de los votos para convertirlo en ley de la República. 

OPOSICIÓN DE LA PRESIDENCIA. Pero la oposición que se dio esos días desde la Casa Presidencial y desde el Banco Central, hizo que diputados del Partido Liberación Nacional usaran el reglamento legislativo para evitar la votación. Tampoco el Poder Ejecutivo lo convocó en sesiones extraordinarias, en momentos en que pudo haberlo hecho. El proyecto “se varó”.  Y finalmente el proyecto fue archivado. 

¡SORPRESA! Para mi agradable sorpresa, esta semana me llegó la noticia que 9 diputados del PAC habían presentado de nuevo este proyecto, hoy bajo el expediente 21.264. Esto fue en febrero del año pasado. La exposición de motivos del “nuevo proyecto” presentado por los diputados del PAC, dice con claridad que es una copia del proyecto que originalmente habíamos presentado y que el propósito es ponerlo en la discusión, dado que se había vencido el trámite en la Asamblea. 

Hoy está asignado a la Comisión de Gobierno y Administración, cuenta con informe de Servicios Técnicos y se está a la espera de la consulta al Banco Central. 

Nótese que, si el proyecto original se hubiera transformado en ley, hoy el Banco Central debería estar actuando sin mayores dudas, ni dilaciones, atendiendo la urgencia del empleo.  En buena hora se volvió a presentar esta iniciativa. La evidencia de hoy nos dice la importancia de señalarle al Central que también tiene que velar prioritariamente por el empleo. Si no hay espacio fiscal, y la política monetaria “se parquea”, ¿entonces qué? ¿La mano invisible? ¿El piloto automático? ¡Por Dios, hagan a un lado la ideología y pónganse prácticos!

CONCLUYO. Aplaudo que los diputados del PAC hayan recuperado este proyecto. La situación nacional demuestra que esta es una idea correcta. Y ya le llegó la hora. Los diputados deben aligerar el conocimiento de esta iniciativa y volverla ley de la República cuanto antes.